Trata y explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad

Según datos de Naciones Unidas, España es el primer país de Europa y el tercero del mundo en consumo de prostitución. En los últimos 30 años hemos pasado de ser un país de paso para las redes de la trata de personas con fines de explotación sexual a ser país de destino donde las víctimas de estas mafias, especialmente mujeres, niñas y niños son prostituidas en locales, pisos y carreteras por chulos, proxenetas y puteros.

En parte este cambio de la situación de la explotación sexual y posición de España en el ranking mundial y europeo viene producido como consecuencia directa de la reforma del código penal de 1995 que despenalizó la tercería locativa y la reforma del 2015 por la que para demostrar proxenetismo las propias víctimas han de ser ellas mismas quienes denuncien al proxeneta y/o mafia. 

La despenalización de la tercería locativa ha permitido que los locales puedan ser arrendados a los proxenetas para abrir burdeles bajo licencias de hotel, salón de masajes, spas, locales de copas, etc. Sin que ello pueda resultar un delito para el arrendador si se descubre que en esos espacios la explotación sexual se está produciendo. Esto conlleva que, aunque las mujeres sean sacadas de ahí, el local pueda seguir abierto y traspasado a unas nuevas manos que en días vuelve a traer «chicas nuevas«. Además, estás mujeres en su mayoría migrantes sin papeles, atemorizadas por las mafias y a quiénes se les sustrae el pasaporte y toda documentación, rara vez denuncian cuando son preguntadas directamente por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en las redadas a dichos establecimientos y otros espacios donde son prostituidas.

En el cuatrienio 2016 y 2020, Guardia Civil y Policía Nacional identificó a 885 víctimas de trata con fines de explotación sexual, de las cuales prácticamente toda su totalidad eran mujeres y niñas. Según datos de la Fiscalía, entre el lustro de 2013 a 2018, solo hubo 86 sentencias condenatorias por trata con fines de explotación sexual, aunque dentro del total de los casos abiertos durante esos cinco años había habido 1.181 víctimas identificadas, de las cuales 13 de las mujeres tenían alguna discapacidad mental y/o física. Para hacernos una idea de la disparidad de datos en cuanto a denuncias en relación con el número que se estima de mujeres en prostitución provenientes de la trata que existen en España, hablamos de unas 300.000, en cambio solo se identificaron como tal 885 víctimas entre 2016 y 2020.

Las mujeres y niñas con discapacidad son las más vulnerables entre las vulnerables. Esto se debe a que este grupo de mujeres y niñas sufren un doble riesgo, por su sexo y por su condición de discapacidad física y/o mental.

No caigamos en el error de creer que son solo unas pocas porque lo cierto es que son más de lo que podamos imaginar y esto es debido a que son invisibles; no solo para la sociedad sino lo que es peor, dentro de los mecanismos e instrumentos que existen tanto a nivel nacional como internacional, que están destinados a la protección de las víctimas, como son el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, y la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado entre otros, en los que la discapacidad en víctimas de trata no está contemplada. Otro grave problema que deriva de esto es la inexistencia de datos estadísticos ni de cualquiera otra índole objetivable, tanto a nivel del Estado español, como a nivel de los países miembros de la Unión Europea, ni tampoco por parte de las Naciones Unidas. Todo esto hace imposible la correcta evaluación y adecuada elaboración de de las políticas que actualmente son llevadas a cabo en los países; algo que permitiría un estudio comparativo para así dirimir cuál de ellas es la más eficaz para identificar, proteger y asistir a las víctimas con discapacidad.

Por otra parte, es importante tener datos cuantitativos para poder conocer de manera real la oferta y la demanda de mujeres y niñas con discapacidad que son consumidas. Esto que suena tan duro y crudo que parece que estuviéramos hablando de reses de vacuno, pero es la REALIDAD en la que todos y todas vivimos, aunque no la veamos o miremos al otro lado. Además de lo dicho, hay que añadir que esta situación de «ignorancia» y desidia en cuanto a la creación de estadísticas y estudios cuantitativos que permitan de forma objetiva analizar y determinar la situación en la que nos encontramos, atenta contra la Convención Internacional contra la Discriminación de la Mujer (CEDAW), y contra la Convención Internacional de la Discapacidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aunque en el ámbito nacional, el Plan integral de lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual 2015-2018 sí recogió la discapacidad, pero claramente esto no es ni de lejos suficiente. Es de vital importancia que el Gobierno, este y el que venga, se ponga a trabajar en la ampliación de las políticas públicas en todas las líneas de actuación a la hora de perseguir y abordar la trata y la prostitución, y para que esto sea factible hay que saber detectar a las víctimas, con y sin discapacidad; unas políticas, actuaciones, protocolos, recursos y profesionales que trabajen adecuada y eficazmente en cada situación y de manera específica en cada caso, con el objetivo prioritario de ayudar, proteger y garantizar los derechos de víctimas con discapacidad también para no dejarlas fuera a su suerte.

Algo que Isabel Caballero de CERMI Mujeres, afirma rotundamente: “las mujeres y niñas con discapacidad siguen siendo invisibles en los instrumentos internacionales que prohíben la trata de personas, como la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado o el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños”.

Añadir también que esto no es algo que se solo se denuncia desde el ámbito estatal, desde asociaciones como CERMI MUJERES sino que el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad también lo hace, pues es de sobra sabido el peligro que corren las mujeres y niñas con discapacidad por dos grandes razones; porque suelen vivir en exclusión social y en la pobreza, y porque a ello hay que añadir que viven en España, un país que en cabeza los rankings mundial y europeo en consumo de prostitución de mujeres y niñas. La exposición de estas mujeres y niñas al sistema prostitucional es brutal.

Cuando hablamos de víctimas de la explotación sexual con discapacidad tenemos que conocer muy bien qué perfil tienen estas mujeres y niñas. Los rasgos comunes a todas es que no tienen conciencia de víctimas, desconocen sus derechos, y peor aún no saben detectar las situaciones de peligro, algo que las deja desamparadas y completamente expuestas, siendo susceptibles a la manipulación y a la captación de las mafias de la explotación sexual. A todo esto, hay que sumarle que estás mujeres y niñas no suelen tener acceso a la educación y/o al empleo tan fácilmente como las que no tienen ningún grado de discapacidad, y viven en muchos casos en situación de exclusión social, expuestas al maltrato, y a la mendicidad. En gran parte esto se debe a que muchas viven bajo el cuidado y tutela de un tercero que suele ser quien toma las decisiones por ellas viviendo así bajo una libertad muy limitada y en ocasiones incluso coartada ya que son las propias personas cuidadoras quienes sacan provecho instrumentalizándolas para algún fin en beneficio propio.

Estas personas que las instrumentalizan para algún fin espurio saben que difícilmente estas mujeres van a poder acceder a los recursos de apoyo y protección, lo cual aún incrementa más si cabe su vulnerabilidad, y el riesgo de acabar prostituidas, y lo que es aún más trágico, si logran acceder a los recursos para víctimas de la explotación sexual se encuentran con que éstos no están adaptados.

CERMI Mujeres, como expertas en esta materia, ha confirmado que todo lo expuesto aquí es real y es la vida misma, pues han señalado en múltiples ocasiones que la dificultad en el acceso a la educación y al empleo, son grandes factores de riesgo para sufrir exclusión social y pobreza; y que la inaccesibilidad y la falta de inclusividad de los servicios y recursos para las mujeres y niñas con discapacidad hacen que queden desprotegidas. Isabel Caballero, de CERMI Mujeres ha alertado ya de este hecho: “La falta de toma de conciencia entre las mujeres y niñas con discapacidad en relación con sus derechos y con la explotación y sus peligros hace que sean incapaces de autoidentificarse como víctimas y que sea más fácil para los traficantes manipularlas”.

SITUACIÓN NACIONAL: INFORME OED (Observatorio Estatal de la Discapacidad), julio 2022

En julio de 2022 el Observatorio Estatal de la Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 presentó un estudio diagnostico con el nombre “La Trata de Mujeres y Niñas con Discapacidad con fines de Explotación Sexual”. El informe al completo puede consultarse en el siguiente enlace Informe OED julio 2022

Es un estudio dentro del ámbito nacional centrado en la trata con fines de explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad. El informe trata de poner los datos en negro sobre blanco para visibilizar esta realidad que no por no visible es menos real. El estudio tiene como objetivo poder conocer a través de un análisis sobre el terreno, la situación de explotación sexual dentro del sistema prostitucional y de la industria del porno, en la que se hayan las víctimas y qué impacto tiene esto en su salud integral.

La investigación desgranada en el presente artículo trata de profundizar en esta realidad desconocida por la sociedad en su conjunto, pero también inclusive para muchos de los equipos de profesionales que trabajan asistiendo y protegiendo a las víctimas del sistema prostitucional. Por otra parte, el estudio deja claro que estás redes de explotación tienen normalizado el uso, y abuso de mujeres y niñas con discapacidad y que lo hacen con la total la impunidad que les proporciona el laxo código penal de nuestro país y la carencia de una sólida legislación abolicionista que persiga a mafias, proxenetas y puteros, y que a su vez ponga a disposición de las víctimas una amplia red de recursos económicos, sociales y de protección para la restitución de sus derechos humanos, sociales y civiles.

Derivada de esta necesidad de visibilizar la catastrófica situación de las mujeres y las niñas con discapacidad explotadas dentro de la industria del sexo, y dado que no se disponen de datos comparativos sobre las políticas implementadas, víctimas atendidas/detectadas y recursos destinados, ni dentro de España ni en la Unión Europea, así como ni en los organismos de las Naciones Unidas, el estudio se basó en los testimonios de casos reales de mujeres con discapacidad que han sido víctimas de trata (quien quiera leeros de manera pormenorizada puede hacerlo descargando el informe en el enlace anteriormente indicado). Se realizaron 44 entrevistas y entre ellas se encuentran varios testimonios que ponen de manifiesto la problemática y dónde puede estar la raíz del problema. Una de las mujeres entrevistadas puso cara y cuerpo a algo que las feministas llevamos alertando desde hace tiempo, y es el peligro de la pornografía y de plataformas como Onlyfans, Pornhubb, entre otras. Esta mujer contestó: “muchas mujeres con discapacidad física o sensorial recurren a ‘onlyfans’ por falta de alternativas para ganarse la vida”. Si ser mujer ya es un factor determinante para caer en la prostitución y la pornografía, imaginemos añadir ser pobre y además tener una discapacidad.

Quizás para personas ajenas a todo esto resulte impensable aprovecharse de una mujer o una niña que además tiene una discapacidad física o mental pero lo cierto es que en «el mercado» de la prostitución, las mujeres y niñas discapacitadas son muy demandadas por los puteros quienes están dispuestos a pagar mucho dinero por acceder a esos cuerpos. Y lo sabemos porque en foros de puteros son muy solicitadas y buscadas, al igual que lo son las mujeres embarazadas.

Volviendo al estudio, encontramos en él la definición de explotación sexual de Naciones Unidas, pues en ella se incluyen la prostitución, la pornografía y otros tipos de violencia sexual. 

«La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual incluida la pornografía, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la mendicidad, las actividades delictivas y la extracción de órganos corporales».

Una de las conclusiones del estudio es algo que las profesionales expertas en violencia sexual, trata, prostitución y salud mental ya hemos detectado en el día a día, y es que a parte de la especial vulnerabilidad de las niñas y las mujeres con discapacidad física/intelectual a ser explotadas por familiares o por personas que las atienden en los centros educativos y sanitarios, es que se dan dos realidades que a veces son complejas de distinguir: mujeres que adquieren la discapacidad como consecuencia sobrevenida de la violencia ejercida sobre ellas, o si es una condición ya presente antes de la violencia. En el caso de la discapacidad psíquica dirimir esto es aún incluso más complejo pues de manera generalizada todas las mujeres salen de la explotación sexual con graves problemas de salud mental. Es por esto que organizaciones expertas en temas de trata, como APRAMP, apunte a la vital importancia de la formación en materia de discapacidad que tiene para los equipos profesionales que trabajan con las víctimas de trata. Esto es porque dicha formación es imprescindible para la detección de casos ya que este es el gran problema porque para hacerla de manera correcta todo el equipo de profesionales necesita una especialización en general y en el ámbito judicial en especial porque si de manera habitual una víctima declara bajo efectos del síndrome de estrés postraumático con todo lo que ello conlleva, cuando hablamos de una víctima con discapacidad la declaración es aun si cabe más confusa, difícil y errática; es por esto que se hace tan importante la existencia de protocolos de detección que permitan detectar la discapacidad entre las víctimas de trata, además de por supuesto que exista una formación obligatoria para profesionales del ámbito asistencial, sanitario y judicial, para poder detectar, valorar y derivar al recurso más adecuado dada la especial vulnerabilidad de estas víctimas. Esta falta de especialidad en relación a la discapacidad acaba por ir contra la víctima pues todo el peso del proceso suele caer en el testimonio de ella misma siendo este un arma de doble filo que acaba por no tener una resolución satisfactoria o que lleva a una desestimación del caso con lo que los criminales salen beneficiados.

Las mujeres y niñas con discapacidad aparte de que son más son fáciles de captar para los proxenetas son también mucho más baratas a la hora de traficarlas porque a la facilidad en la captación, hay que añadir que están muy demandadas por los puteros por lo que están dispuestos a pagar mucho dinero, además de ser muy rentables para chulos y proxenetas porque debido a su indefensión saben que son fácilmente dominadas y que pueden estar hasta 24 horas siendo agredidas por los puteros sin negarse ni oponer resistencia alguna. Por lo general normalizan tanto la violencia que quienes las explotan sean los proxenetas o los puteros no necesitan usar amenazas, coacciones, ni violencia para que sean dóciles.

Las mujeres con discapacidad no solo son blanco fácil de las mafias de la trata y de la prostitución, también se da la casuística de que son sus propios familiares quienes las prostituyen o explotan, incluso a veces el «novio» no es tal, sino que es él mismo el proxeneta.

Una de las cosas que buscan los prostituidores es realizar toda clase de prácticas como la penetración sin protección, prácticas sexuales violentas y deshumanizantes que han visto en el porno es por esto que también la demanda de mujeres prostituidas y menores con discapacidad es tan elevada pues saben que la dominación que podrán ejercer es total, brutal y sin resistencia.

Las mujeres prostituidas, por lo general no se perciben así mismas como víctimas debido a la disociación que suelen desarrollar derivada de la violencia sistemática que padecen, pero en el caso de las mujeres con discapacidad cognitiva por leve que sea puede hacer que tenga dificultades para interpretar y darse cuenta de cuándo un comportamiento es vejatorio, abusivo, denigrante… Llevándola a aceptarlos e integrarlos como «normales». Es esta dificultad la que les impide identificarse como víctima y expresar lo que les está sucediendo, es por esto que se les hace imposible buscar una salida y pedir ayuda. A esto hay que añadir las otras muchas dificultades típicas en los casos de explotación sexual: la culpa, la vergüenza, la falta de una red socio-afectiva, el desconocimiento del idioma en muchos casos, la situación irregular en la que se encuentran, etc.

En el caso de las mujeres con discapacidad física, a lo dicho anteriormente hay que añadir que hay casos en los que se da la doble discapacidad (física y mental) con lo que la problemática se agrava, porque hay que sumar las dificultades de las mujeres y niñas con problemas de movilidad que las llevan a no poder intentar ni siquiera huir o salir de donde se encuentra para pedir ayuda o denunciar.

A parte de las redes de trata y prostitución, las mujeres y niñas con discapacidad están expuestos a otros perfiles de criminales, éstos pueden ser desde varones que buscan y quieren mujeres que, aunque sean mayores de edad, tengan comportamientos y rostros de niñas. Estos depredadores sexuales pululan por las redes sociales, en los espacios a los que asisten habitualmente como recursos sociales, centros de salud, lugares de trabajo, o por la calle sin ir más lejos. Es decir, no existe un solo espacio seguro al 100% para estas mujeres y niñas, incluso el depredador puede estar dentro de la propia familia (en los casos intrafamiliares los depredadores encuentran aún mayor impunidad por el silencio que se suele guardar dentro de la propia familia).

Una de las principales cosas en las que hace hincapié la investigación es la gran vulnerabilidad en la que estas mujeres y menores se encuentran cuando llegan a algún recurso público de acogida, como son los centros de acogida de migrantes ya que son en estos espacios donde las personas con algún tipo de discapacidad corren gran riesgo de ser captadas por las redes de trata con fines de explotación sexual. También otro medio de capacitación son las redes sociales, en este ámbito virtual el riesgo para ellas es extremo y es peor cuánto más jóvenes son las víctimas pues las más pequeñas pueden llegar a aceptar la realización de favores sexuales a cambio de ofrecerles objetos bonitos, y dinero que una vez han aceptado son amenazadas, chantajeadas y coaccionadas a seguir prostituyéndose a cambio de su silencio y de que nadie de su familia sepa lo que están haciendo.

Dentro de la investigación se recoge el testimonio de una mujer joven con discapacidad intelectual prostituida por sus padres a la que ofrecían a hombres de todo el pueblo a cambio de un «reconocimiento social». Increíble pero cierto. Otro testimonio incluido en la investigación es el de una adolescente prostituida en calle, 14 horas al día por «su marido» desde que cumplió 16 años.

También hay casos en los que la discapacidad es sobrevenida a causa de la prostitución. En relación a éstos casos la investigación recoge un testimonio escalofriante de una mujer prostituida a la que uno de sus brazos tuvo que serle amputado porque era utilizado para que los puteros apagaran los cigarrillos sobre él. Tras la amputación la mujer se convirtió en una de las más demandadas del prostíbulo porque a muchos puteros les excitaba practicar sexo con una mujer a la que le faltara un miembro.

Las personas encargadas de la investigación no han encontrado datos cuantitativos que permitan poder afirmar que dentro de los puteros existe una demanda específica de mujeres con discapacidad como sí sucede en el caso de las mujeres embarazadas, muy «de moda» últimamente; aunque sí es cierto que las entidades especializadas en asistencia a mujeres prostituidas han señalado que sí se han encontrado con mujeres con discapacidad intelectual leve o moderada dentro del ámbito de la prostitución cuando han ido a hacer alguna asistencia y que en muchos casos están ahí por su aspecto aniñado que es bien conocido que dentro de los puteros gusta mucho.

En el estudio se denuncia que los centros de atención a estas víctimas no dan la importancia que debieran a la discapacidad ya que de entrada ni se contempla esa posibilidad a no ser que ésta sea evidente, algo que no siempre sucede, sobretodo en la discapacidad intelectual, por lo que las valoraciones suelen no ajustarse a la situación real de las víctimas ya que se enfrentan a una triple barrera: cultural, idiomática y cognitiva. Esto se debe en gran medida a que existe una falta de formación específica pero también de una sensibilidad especial del personal que trabaja en los centros dependientes de las consejerías de Servicios Sociales y que son los responsables de valorar el grado de discapacidad de personas víctimas de trata en situación irregular ya que sin una correcta valoración y sin darle la importancia que ello conlleva para estas mujeres luego difícilmente podrán tener el acceso a la ayuda que necesitan. 

Al no existir registros ni estadísticas oficiales, a día de hoy para poder realizar estudios e investigaciones y poder así tener una estimación de la situación, las organizaciones utilizan las entrevistas exploratorias realizadas en compañía de supervivientes y con personal de apoyo de asociaciones especializadas en discapacidad, como así puso de manifiesto Beatriz Sagrado, durante la presentación del informe. Por todo esto, desde las organizaciones especializadas en trata y prostitución, así como las que trabajan con mujeres con discapacidad abogan por que, en los procesos de intervención con las víctimas, y en los procesos jurídicos la discapacidad de estas víctimas sea tenida en cuenta como factor de vulnerabilidad que ha llevado a la víctima a estar en situación de explotación sexual. Además de que desde el gobierno haya el firme compromiso y voluntad de que la discapacidad esté incluida a la hora de la elaboración de estadísticas oficiales, y de los protocolos de detección y asistencia.

Que España cuente con el Plan Integral de Lucha contra la Trata de Mujeres y Niñas con Fines de Explotación Sexual 2015-2018 en el cual se contempla la discapacidad, no es ni de lejos suficiente para abordar la complejidad y de manera eficaz el problema ante el cual nos encontramos. Sin ampliar las miras, intensificar esfuerzos, crear recursos suficientes e implementar políticas públicas que aborden de manera transversal y específica la situación en la que se encuentran estas mujeres y las niñas, no conseguiremos nada. Hay que modificar leyes, crear protocolos y realizar investigaciones que nos permitan poder analizar la situación de manera clara, empírica y exhaustiva; realizar campañas de sensibilización y prevención que visibilicen a las mujeres con discapacidad en prostitución, pero poniendo el foco sobre el puteros, y desde luego ampliar recursos haciéndolos inclusivos para que las víctimas sepan y puedan acudir a ellos con todas las garantías.

Desde la fiscalía, María de los Ángeles Sánchez, puso de relieve en julio de este año, la vital importancia que es para poder abordar el problema de manera eficaz, global e integral, que existan datos porque para que se haga de forma adecuada han de existir datos y estudios cuantitativos, además de que los profesionales implicados, en especial los de la judicatura, estén debidamente especializados no solo en trata y prostitución sino también en mujer y discapacidad con el fin de detectar cuando una víctima es una persona con discapacidad.

PRINCIPALES RESULTADOS: conclusiones y recomendaciones

Visto lo visto, podemos concluir que el estigma social que todavía aun hoy existe entorno a la discapacidad, especialmente la mental, añadido a nacer con sexo mujer, hace que éste sea un tema tabú tanto dentro de las familias como a nivel social. De ahí que esté tan invisibilizado que no sea perceptible haciéndolo pasar por una realidad «inexistente» tanto para la sociedad en general como para profesionales que trabajan contra la trata con fines de explotación sexual.

Otra conclusión es que las niñas y las mujeres con discapacidad especialmente las que tienen una discapacidad intelectual, están expuestas aún a una mayor vulnerabilidad y no siempre los explotadores son personas extrañas, sino que más a menudo de lo que pensamos éstos están dentro de la propia familia o un tercero que se hace pasar por «pareja».

En cuanto a los daños físicos y psicológicos que la explotación sexual tiene sobre estas víctimas éstos se agudizan debido a su discapacidad, aunque en otros muchos casos se da que es la propia explotación la que desencadena la discapacidad. Por eso hay veces en las que es difícil discernir qué se produjo antes.

Un punto clave es el que apunta a la carencia de datos cuantitativos ya que esto hace que no se pueda analizar la problemática de forma objetiva y eficaz. Dejar el factor discapacidad fuera de las actuaciones policiales y de las sedes judiciales es un grave error a subsanar de inmediato, así como la necesidad de incluir recursos profesionales formados en mujer y menores/discapacidad/trata-prostitución, así como especializados en la atención a estas víctimas, que trabajen desde una estrategia multi e interdisciplinar que esté debidamente coordinada tanto nacional como internacionalmente, y cooperando entre sí. 

Resaltar también que existe una gran falta de recursos de acogida de emergencia de medio y largo plazo, y en los pocos que existen las listas de espera son de meses.  Esto es totalmente inaceptable y es algo que incumple total y gravemente con la Directiva 36-2011 o Convenio de Varsovia en los que se recoge la necesidad de proporcionar alojamiento adecuado y seguro.

Cuando hablamos además del colectivo migrante, a la falta de recursos y al escaso o nulo reconocimiento de la discapacidad, se le suma que es prácticamente imposible poder prestar la ayuda y asistencia adecuadas si la víctima está en situación administrativa irregular. Existe una evidente falta de concienciación y sensibilidad en los centros asistenciales de primera instancia en cuanto a la situación de las mujeres y menores víctimas de trata y la infravaloración de la discapacidad, imposibilitando así el reconocimiento de los derechos (ayudas, medidas de protección, etc.) que les corresponden y el acceso a las mismas.

Como he apuntado anteriormente, el tabú social y estigma entorno a la discapacidad hacen que la realidad de las mujeres y las niñas, así como la de sus familias, sea compleja, poco visible y hermética, y es por esto mismo que es importante también realizar campañas de prevención, sensibilización que ponga de relieve esta realidad, la realidad de las niñas y las mujeres explotadas sexualmente y que esto existe porque hay hombres dispuestos a pagar mucho dinero por comprar y abusar de los cuerpos de mujeres y niñas que ni pueden ni saben defenderse. Es tremendamente necesario poner el foco en la prevención, en las causas, en la concienciación social, pero sobre todo en los hombres, centrar en ellos las campañas de sensibilización ya que son ellos los consumidores máximos, y por supuesto, en la atención a las víctimas que sufren los efectos devastadores de la prostitución, así como no olvidar la reparación del daño sufrido mediante un sistema de ayudas económicas, de programas de atención psicológica y de una reinserción laboral adecuada.

Remarcar también la insistencia en la obligada creación de una base de datos estadísticos de la industria del sexo y de la situación de las mujeres y menores dentro de ella con algún tipo de discapacidad, siguiendo las recomendaciones del Informe del Parlamento Europeo – Resolución 10/02/21 sobre aplicación de la Directiva 2011/36/EU – relativa a la prevención y lucha contra la trata y a la protección de las víctimas, que insta a los Estados de la UE a aumentar mucho más sus esfuerzos y redoblar la financiación para la investigación, el análisis así como la recopilación de datos, porque con ellos es la única manera real y objetiva de cómo podremos evidenciar la dimensión del problema permitiéndonos probar que existe una necesidad real de elaborar e implementar las políticas públicas que ayuden a luchar contra esta problemática a través de los recursos, programas y protocolos necesarios debidamente adaptados a las víctimas de trata con discapacidad.

Respecto a la mejora de la situación y la protección de las posibles víctimas, evidenciar que las administraciones públicas, gubernamentales y políticas han de comprometerse a llevar a cabo una serie de cambios y mejoras en los recursos ya existentes, a la par de unas reformas legales. De lo contrario nada cambiará y no solo eso, sino que irá a peor.

Otra conclusión muy importante, es que el acceso a la sanidad ha de estar garantizado tanto si la víctima de explotación sexual lo es también víctima de trata o no. Para ello se tiene que permitir que tanto las mujeres que tengan residencia por arraigo en el país familiar pero no sean víctimas de trata, y viceversa, que podrán tener garantizado su acceso a la sanidad. Pues víctimas de trata o no todas son víctimas de la explotación sexual.

Imprescindible garantizar la información a las niñas y a las mujeres con discapacidad de los derechos que las amparan, así como alertarlas de los métodos de captación y de formas de abuso de las que pueden ser víctimas de explotación/abuso sexual por parte de un tratante o cualquier otra persona ya sea extraña o alguien conocido. Por esto es importante hacer hincapié en la educación afectivo-sexual tanto de las personas con discapacidad como del personal de dentro de los recursos especializados, (residencias, centros de día, educativos, médicos…), que incluya la prevención y detección de casos, así como la autoprotección de las propias niñas y mujeres.

Como he mencionado antes poner de relieve en campañas de sensibilización la responsabilidad de los puteros. Hombres que plenamente conscientes de lo que hacen, pagan por abusar de niñas y mujeres con discapacidad. Pues los prostituidores y los proxenetas son la raíz de la explotación sexual. En línea con esto, en el campo digital, es necesario crear mecanismos de detección de captación de víctimas en línea que permitan perseguir e identificar a mafias de la trata y proxenetas. Para ello se sugiere que las empresas de las redes sociales y mensajería online pongan sus bases de macrodatos y análisis de éstos a disposición de la Guardia Civil para detectar patrones de consumo y actividad en redes que permitan la detección de casos.

Finalmente, en el ámbito jurídico, se propone la obligada formación de abogados y abogadas que trabajan en el turno de oficio para poder atender a mujeres y menores con discapacidad víctimas de trata y de la explotación sexual en el momento en el que surja un caso. Así mismo hacer hincapié en la gran necesidad que existe de ver la  discapacidad como un elemento agravante a la hora de  considerar que en estos casos se produce un doble abuso, por la situación de superioridad respecto a la víctima que además de la vulnerabilidad y la necesidad, se le añade que posee algún tipo de discapacidad intelectual o física, de este modo se penaliza también que aunque la víctima sea mayor de edad el prostituir y mantenerla en la prostitución, como crimen dentro del Artículo 187 del Código Penal, así se crearía una medida disuasoria a la hora de prostituir a mujeres con discapacidad, algo que a día de hoy no sucede y que por ello la explotación de mujeres y niñas con discapacidad es percibida por traficantes y proxenetas una práctica sin apenas riesgos. También se insta a reconocer la concurrencia de otros delitos aparte del de la trata con fines de explotación sexual, como pueden ser: violencia física, abuso continuado, violencia de género, abuso sexual, aborto/embarazo forzoso, etc. Para que así las penas sean más justas en relación al daño causado sin permitir los atenuantes (confesar el delito, la drogodependencia…) que están actualmente contemplados para las penas de este tipo. Y por supuesto que el acceso a los servicios y recursos de reparación del daño a las víctimas, teniendo en cuenta el grado y tipo de discapacidad, no esté coaccionado a la interposición de denuncia y/o colaboración de la víctima.

Siempre me gusta acabar el artículo con una frase significativa. En esta ocasión he elegido esta de la experta Beatriz Sagrado, consultora de género, salud y violencia. 

La industria del sexo sigue ligada al ocio por ese derecho asumido por algunos hombres de poseer el cuerpo de la mujer (…) En la mercantilización del cuerpo de la mujer se va dando cada vez una demanda de mayor variedad, buscando lo exótico y, es ahí donde en su opinión entra en juego la discapacidad, porque además refuerza el deseo de posesión de los puteros”. 

Para finalizar, quiero dar las gracias especialmente a mi compañera de lucha feminista Maika Barceiro por su ayuda, asesoramiento y supervisión en la escritura de esta columna sin la cual me hubiera sido difícil abordar el trabajo. Llevo trabajando sobre este artículo desde diciembre, pero ha merecido la pena. Muchas gracias, compañera.

Artículo por Laura Isabel Gómez Garcia (La Gata Negra)

Publicado originalmente en https://nuevarevolucion.es/trata-y-explotacion-sexual-de-mujeres-y-ninas-con-discapacidad/

29/03/2023

Violencia machista, España 2022

Cuando pensé el tema de esta columna, lo tuve claro, iba a hablar de violencia de género. Tras el terrorífico fin de año y comienzo del nuevo que hemos tenido (en lo que llevamos de 2023 han sido ya asesinadas 6 mujeres) creo que no hay otro tema posible sobre el cual escribir.

El pasado año 2022 fueron asesinadas 49 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas sin contar los feminicidios por otras causas o cuyas causas no se ajustan a la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. De esas 49, 11 fueron asesinadas en el mes de diciembre, cerrando el año con una media de 1-2 mujeres por semana, en el «mejor» de los casos, porque han habido semanas en las que mataron a 3 y 4 mujeres, o días negros en los que en 24 horas fueron asesinadas 2 y 3 mujeres.

El 2023 no ha comenzado mejor, desde que ha empezado el nuevo año el terrorismo machista lejos de parar parece que sigue aumentando de manera dramática, tanto, que ¡por fin! los órganos competentes y responsables ministeriales se han reunido de urgencia ya dos veces en un mes. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena pero cuando estamos hablamos de vidas humanas, sí que es tarde. De hecho, es muy tarde. Tenemos una ley maravillosa pero que tras 20 años de vigencia no se ha implementado ni correctamente ni de manera adecuada, ni eficaz. Por supuesto han mejorado las cosas pero no lo suficiente. Y esto en gran medida es porque no hay una toma de conciencia REAL del grado de la problemática a la que se enfrentan quienes se suponen han de velar por PROTEGER a las víctimas, ni para ser justas, por parte de la sociedad tampoco hay una concienciación, pues no hay más que ver que en lista de problemas que más preocupan a la población española según el último Barómetro del CIS publicado en diciembre de 2022, la violencia contra las mujeres ocupa el puesto número 32.

Quienes sí lo tenemos claro somos las organizaciones y asociaciones de mujeres, de supervivientes, y de profesionales que estamos día a día a pie de calle, trabajando desde distintos ámbitos por y para ayudar a las mujeres que sufren este calvario. Para variar cuando alzamos la voz para denunciar la precaria situación de las víctimas, su vulnerabilidad y la escasez de recursos a todos los niveles, no se nos escucha, y cuando se nos escucha es para rebatirnos una realidad con la que convivimos todos los días y que vemos porque estamos con las víctimas en acompañamientos, en casas de acogida, en juzgados, en consultas psicológicas, en comisarías de policía… Prestando todo ese apoyo que se necesita y que deberían proporcionar las instituciones públicas y que no llega nunca por falta siempre de recursos económicos y profesionales (o eso nos dicen).

Miren, a mí me gusta cuando escribo un artículo fundamentarlo en datos, en cifras, en estudios, en artículos previamente escritos, en links donde acceder a la información, todo para que cuando se me lea, a nadie le dé por decirme que “Eso es así porque tú lo dices”; o no falta ‘el señoro’ que me dice que «la violencia no tiene género«, y que esto son movidas de ‘feminazis’ que cobramos paguitas y que vivimos del feminismo. Pues verán, decir eso es como si alguien dijera que la medicina no tiene especialidades y que todas patologías se tratan igual. 

Es increíble la cantidad de ampollas que se levantan cuando alguien dice “violencia de género”. Es como un revulsivo que hace que la gente salte y se indigne. Y lo peor es que no se indignan por las asesinadas, por los y las menores huérfanos o por sus familias y amistades rotos de dolor, no, se indignan por la terminología en sí, algo que no pasa con ningún otro delito, es curioso…

Claro que la violencia no tiene género, pero la violencia de género sí lo tiene. Y es la violencia que el sexo masculino ejerce sobre el femenino de manera mucho mayor y desproporcionada. Y ésta presenta unas características, unos patrones de conducta y una raíz (el machismo, la desigualdad entre los sexos, la sociedad patriarcal, los roles y estereotipos de género) de la que emerge dicha violencia que es diferente a otras violencias como la intrafamiliar, los delitos menores, el narcotráfico, el crimen organizado, los robos, el vandalismo, etc. que hace que sea necesario que sea abordada de manera integral y diferenciada.

Es como el ejemplo de antes con la medicina: no es que el cáncer importe más/menos que una cardiopatía, o que un fallo renal, o hepático; es que cada patología es diferente y precisa de tratamientos y especialistas diferentes para curarla. Nadie niega que existan mujeres violentas, asesinas, psicópatas… Claro que las hay, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que, dentro de toda la violencia, la que sufren las mujeres a manos de los hombres es desproporcionada respecto al resto de violencias y por su naturaleza ha de abordarse de una manera específica, de ahí que exista una ley, el 016, los grupos especializados en ella dentro la policía como el Grupo GAMA aquí en Valencia, los juzgados de violencia sobre la mujer, las casas de acogida, etc.

No pasa nada por admitir que vivimos en un mundo que aún es machista, que aún queda mucho por hacer y que, aunque hemos avanzado y evolucionado también mucho, hombres y mujeres, debemos seguir deconstruyendo el sistema patriarcal para construir otro más justo, seguro, sano y libre. Por eso, la sociedad lejos de ofenderse debería preguntarse el por qué esto es así, tratar de encontrar respuestas, soluciones y actuar. Porque está muy bien eso de culpar al Gobierno, pero como sociedad tenemos también nuestra parte de responsabilidad y culpa. Y dentro de la sociedad, los hombres. Porque también está genial eso de «yo no maltrato, violo, ni asesino a mujeres» pero en vez de haceros los ofendidos, lo que tenéis que hacer es uniros y señalar el machismo en vuestro círculo cercano, romper con el pacto masculino de reír las gracias, de callar y de no afear comportamientos a los amigos y hombres que conviven con vosotros cada día. Lo que sí ofende es que solo os ofende la violencia contra las mujeres cuando se trata de vuestra madre, hija, nieta, sobrina, prima, amiga…

Dicho esto, entro ya en materia clara y objetiva, ofreciendo datos de esos que tanto gustan a las personas incrédulas que siguen pensando que la violencia contra las mujeres es «una invención». Aunque mucho me temo que habrá para quienes no sirvan de nada todos los datos que pueda dar porque seguirán pensando lo que les dé la gana, algo que por otra parte es lícito.

ELLAS, las víctimas 

La web Feminicidio.net cada año se encarga de recoger todos los nombres, y datos de las mujeres que son asesinadas en España, y los clasifica según el móvil del asesinato. Entre éstos la web distingue: asesinatos por violencia de género, por otras violencias machistas, por violencia doméstica, por prostitución, por robo, por violencia comunitaria, por violencia económica, por narcotráfico y por los que aún están por determinar su tipología ya que los hechos aún están por esclarecer porque faltan datos.

Sumándolos todos, la suma de feminicidios en España en 2022 asciende a un total de 99 mujeres asesinadas; de éstos 49 son por violencia de género, es decir los que se ajustan a la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en los que existe relación íntima entre víctima y asesino (pareja/ex pareja).

Los feminicidios en España en 2022 quedarían distribuidos por meses de la siguiente manera:

  • Enero 6
  • Febrero 5
  • Marzo 9
  • Abril 12
  • Mayo 12
  • Junio 8
  • Julio 7
  • Agosto 5
  • Septiembre 6
  • Octubre 3
  • Noviembre 7
  • Diciembre 19 

Pero esto son solo datos, cifras, estadísticas… Sin nombre, sin rostro, sin más datos de los que da un simple titular en un medio de comunicación. Yo quiero a través de este artículo humanizarlas y dar unas simples pinceladas de quienes eran estas mujeres cuyas vidas fueron truncadas por algún hombre en quien confiaban, con quien se cruzaron en algún momento de su vida, con quienes convivían, con miembros de sus propias familias, o simplemente un extraño que un día apareció y truncó sus vidas. Vidas con familias, amistades, con sueños, con ilusiones… Que ya nunca podrán ser. Cuando una mujer es asesinada, no es sólo la tragedia de la muerte de ella; es la estela de dolor que queda a su alrededor, sobre todo cuando son madres que dejan a niños y niñas, a menudo muy pequeños, huérfanos de madre para siempre. La violencia contra las mujeres es terrorismo machista ¿Qué otra cosa si no? Estas mujeres son asesinadas de las formas más crueles: acuchilladas, asfixiadas, apuñaladas, ejecutadas a tiros, defenestradas por ventanas y balcones, quemadas, tiradas como basura a ríos y vertederos, descuartizadas, violadas… Y en su mayoría su único “pecado” había sido separarse de su pareja, decir “NO”, ser madre/hija/hermana/cuñada/amiga o vecina de…

He aquí sus nombres. ELLAS, las mujeres detrás de los fríos números y estadísticas.

Asesinadas por violencia de género (según la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género)

  1. 08/01/2022. Sara Pina Yeregui, 38 años. Tudela (Navarra)
  2. 25/01/2022. Mónica, apellidos no conocidos. 50 años. Ftes de Cesna (Granada) 
  3. 09/02/2022. Claudia Abigail y apellidos no conocidos. 17 años. Totana (Murcia)
  4. 19/02/2022. Mercedes, apellidos no conocidos. 51 años. Martorell (Barcelona)
    5. 02/03/2022. Lobna H. 32 años. Pozuelo de Alarcón (Comunidad de Madrid)
  5. 03/03/2022. Isabel Velasco. 45 años. Maqueda (Toledo)
  6. 14/03/2022. María Ángeles, apellidos no conocidos. 47 años. Ceuta
  7. 21/03/2022. Ivet C. 25 años. Barcelona (Ciudad)
  8. 04/04/2022.Victoria Cristina A.S. 47 años. Nohales (Cuenca)
    10. 04/04/2022. Teodora I.T., 42 años. Almonacid de Toledo (Castilla-La Mancha)
  9. 15/04/2022. África, apellidos no conocidos. 44 años. Vilanova del Camí (BCN)
  10. 18/04/2022 Natalia, apellidos no conocidos. 53 años. Lloret del Mar (Girona) 
  11. 02/05/2022. Ouardia, apellidos no conocidos. 43 años. Tarancón (Cuenca). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  12. 10/05/2022. Clotilde Rodríguez, 82 años. Arona (Santa Cruz de Tenerife) 
  13. 22/05/2022. Florina, apellidos no conocidos. 26 años. Montemayor (Córdoba)
  14. 27/05/2022. Maite C.P., 50 años. Tijola (Almería). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
    17. 29/05/2022. Eva María, apellidos no conocidos. 51 años. Benarajarafe (Vélez – Málaga). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  15. 29/05/2022. Luisa María, apellidos no conocidos. 48 años. Tomelloso (C. Real) 
  16. 09/06/2022. Diolimar Alemán. 35 años. Soria (ciudad)
  17. 19/06/2022. Gemma, apellidos no conocidos. 43 años. Madrid. En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  18. 21/06/2022. Virginia T.G. 51 años. Sevilla (Ciudad)
  19. 08/06/2022. Amparo Montalvá González. 52 años. Alzira (Valencia)
    23. 29/06/2022. Mari Nieves, apellidos no conocidos. 53 años. Dos Hermanas (Sevilla)
  20. 01/07/2022. Cristina Romero, 18 años. Parla (Comunidad de Madrid)
  21. 25/07/2022. Trinidad, apellidos no conocidos. 50 años. Albuñol (Granada)
  22. 29/07/2022. Abigail, apellidos no conocidos. 34 años. Sta Cruz de Tenerife. En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  23. 12/08/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 44 años. Sevilla (Ciudad)
    28. 13/08/2022. Eva María Asensio, 54 años. Valladolid (Castilla y León)
    29. 13/09/2022. María del Carmen, apellidos no conocidos. 71 años. Escatrón (Zaragoza)
  24. 21/09/2022. Anna García Llobregat, 22 años. Campdevànol (Girona)
    31. 25/09/2022. María Luisa Larrañaga, 68 años. Benidorm (Alicante)
  25. 28/03/2022. Débora Morais Dos santos, 39 años. Málaga (Ciudad)
  26. 26/09/2022. Raquel Carrión, 32 años. Palencia (Castilla y León)
  27. 20/08/2022. Esther, apellidos no conocidos. 20 años. Torrejón de Ardoz (Comunidad de Madrid)
  28. 23/10/2022. Adoración G.G., 27 años. Alcoy (Alicante)
  29. 01/11/2022. Imane Saadaoui, 30 años. Valencia de Alcántara (Cáceres)
  30. 04/11/2022. Lesley Yvonne Denise Cadwallader. 69 años. Benalmádena (Málaga)
  31. 06/11/2022. Irina D.S. 29 años, y Mariya G.S. 6 años (hija del asesino). Móstoles (Comunidad de Madrid)
  32. 04/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 56 años. Mazarrón (Murcia)
  33. 04/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 67 años. Madrid (Comunidad de Madrid)
    41. 10/12/2022. Ángela Cabañero García. 48 años. Albacete (Ciudad)
    42. 17/12/2022. Yaqueline Alonzo Najarro, 31 años. Dos Hermanas (Sevilla). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  34. 11/12/2022. Irina Mihaelaque, 34 años. Lleida (Ciudad)
    44. 19/12/2022. María del Carmen Rincón Huerta, 80 años. Zaragoza (Ciudad)
    45. 22/12/2022. Soraya Suárez Martín, 32 años. Avilés (Principado de Asturias)
    46. 26/12/2022. Carmen, apellidos desconocidos. 88 años. Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona)
  35. 27/12/2022. Rebeca Huayta, 45 años. Bilbao (País Vasco)
    48. 28/12/2022. Elena, apellidos no conocidos. 34 años. Escalona (Toledo)
  36. 28/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos, 20 años. Puente de Vallecas (Madrid)

Asesinadas por violencia de género aún por determinar

  1. 17/10/2022. Fecha de hallazgo de restos. Juana Canal Luque. 38 años (desaparecida en 2003). Ciudad Lineal (Comunidad de Madrid)
  2. 29/12/2022. Fecha de hallazgo del cadáver. Shirley Martínez Lucas. 33 años. Brea del Tajo (Comunidad de Madrid)

Feminicidios por violencia doméstica (cuando el asesino es un miembro del núcleo familiar pero no es pareja ni ex pareja)

  1. 25/01/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 63 años. Malagón (Ciudad Real). Asesinada por su nieto.
  2. 08/02/2022. Encarnación L.P. 52 años. Elche (Alicante). Asesinada por su hijo Santiago S.L. de 15 años quien también mató a su hermano Gonzalo S.L. de 10 años y a su padre Jaime Manuel S.P. de 51 años.
  3. 03/03/2022. Nombre y apellidos desconocidos. Edad desconocida. Olesa de Montserrat (Barcelona).  Asesinada por su hermano. 
  4. 04/03/2022. María Carmen Ortiz Molina, 60 años. La Granada (Barcelona). Asesinada presuntamente por su hermano.
  5. 07/04/2022. María Rosa Benet, 81 años, Barcelona (Ciudad). Asesinada por su hijo. El caso está bajo secreto de las actuaciones por orden judicial.
  6. 14/04/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 54 años. Zaragoza (ciudad). Asesinada por su hijo.
  7. 18/04/2022. María Protosenya. 18 años. Lloret del Mar (Girona). El padre de la asesinada mató a su hija (María) y a su madre Natalia. Posteriormente el parricida, Sergey Protosenya de 55 años, se suicidó.
  8. 19/04/2022. Sara Mujica, 86 años. Telde (Gran Canaria). Asesinada por su nieto, Enrique José R. C., de 33 años y conocido en Jinámar como «Kike el Peluquero».
  9. 26/04/2022. Felisa S. P., 90 años. Cruces, Barakaldo (Euskadi). Asesinada por su hijo Juan Carlos S. S., un hombre de 53 años.
  10. 07/05/2022. Angelines, Apellidos no conocidos. 90 años. San Roque (Las Palmas de Gran Canaria). Asesinada por su sobrino Francisco José. F. H.
  11. 09/05/2022 (Fecha de hallazgo del cadáver). Martina, apellidos no conocidos. 62 años. Brihuega (Guadalajara). Asesinada por su hijo. También asesinó a su padre.
  12. 18/05/2022. Juana, Apellidos no conocidos. 68 años. Almería (Ciudad). Asesinada a manos de su hijo, Juan Miguel, de 33 años que la maltrataba.
  13. 19/05/2022. Amalia C. L., 72 años. Sevilla (Ciudad). Asesinada por su hijo de 49 años, José L. C.
  14. 23/05/2022. Lucía, apellidos no conocidos. 34 años. Arjona (Jaén). En investigación por la Guardia Civil. Por determinar autoría ya que el autor/autores huyó/huyeron. Una hermana de la fallecida de 39 años también resultó herida de gravedad en el altercado familiar.
  15. 23/06/2022. Pepita Roca Casadevall, 90 años. Sant Gregori (Girona). Asesinada por su nieto Màrius Albert A. M., de 37 años.
    16. 30/06/2022. Eva María Sánchez Villarreal, 50 años. Valladolid (Ciudad). Asesinada por su hijo.
    17. 03/07/2022. Nombre y apellidos no conocidos, Aprox. 90 años. Badía del Vallés (Barcelona). Asesinada por su yerno.
  16. 12/07/2022. Ángela Mérida, 60 años. Málaga (Ciudad). Asesinada por su hijo.
    19. 16/07/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 51 años. Maçanet de la Selva (Girona). Asesinada por su hijo.
    20. 13/08/2022. María del Carmen González, 78 años. Valladolid (Ciudad) y su hija, de 54. Asesinadas por un hombre de 43 años quien fue detenido por la Policía Nacional.
    21. 10/08/2022. Verónica R.A., 33 años. Alginet (Valencia). Asesinada por el tío de la pareja de Verónica. El asesino de 64 años se suicidó saltando por la ventana tras asesinar a la mujer de su sobrino.
    22. 06/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 61 años. Estepona (Málaga). Asesinada por su hijo.
  17. 27/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos, 60 años. León (Ciudad). Asesinada por su hijo.

Feminicidios sin relación sentimental entre víctima y victimario

  1. 15/02/2022. Khawla Elhaiba Zeroil, 14 años. Alcalá la Real (Jaén). Asesinada por un varón de 22 años de la zona.
  2. 18/02/2022. Adela Corral Albarreal. 69 años. Santander (Cantabria). Asesinada por un indigente varón de 38 años que hospedaba en su casa (algo que ella solía hacer).
    3. 17/03/2022. Jessica Méndez Iglesias. 29 años. Barro (Pontevedra). Asesinada por un vecino de 41 años con siglas J. E. (fuentes de Guardia Civil). 
  3. 30/03/2021. Sonia M. R. 41 años. Las Rozas (Madrid). Asesinada por un menor de 15 años de edad (presuntamente).
  4. 05/04/2022. Erika Yunga Alvarado. 14 años. Oviedo (Asturias). Asesinada a manos de un vecino de 32 años obsesionado con ella.
  5. 30/05/2022. Cristina G., 32 años. Zaragoza (Ciudad). Asesinada por un vecino de la zona.
  6. 19/06/2022. Julia Cuevas, 70 años. Madrid (Ciudad). Asesinada por el marido de 53 años de su amiga. Tras matar a ambas mujeres a tiros se suicidó.
    8. 15/07/2022. Herminia López, 47 años. Yuncos (Toledo). Asesinada por un vecino.
  7. 23/10/2022. María Jesús Cruz Fernández, 56 años. Vigo (Ciudad). Asesinada por Pablo, un vecino.
    10. 27/11/2022. Cristina Cabo Buján, 42 años. Lugo (Ciudad). Asesinada por un vecino del barrio obsesionado con la víctima.
    11. 25/12/2022. Cristina Abad. 44 años. Matamala (Soria). Asesinada por un hombre de 50 años vecino de la localidad, a quien apodaban ‘El Gitano’.

Feminicidios de mujeres prostituidas

  1. 28/11/2022. Milena Sánchez Castro. 20 años. Madrid (Ciudad). Asesinada por un putero de nombre Alfonso Fidel de 53 años.
  2. 22/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. Nacionalidad brasileña. 45 años. Plasencia (Cáceres). Asesinada por un hombre de 36 años de quien se desconocen más datos y que ya fue detenido.

Feminicidios por violencia comunitaria/económica

  1. 04/01/2022. Dácil, apellidos no conocidos, 62 años. Guaza (Arona, Santa Cruz de Tenerife). Asesinada por un joven de 21 años.
  2. 06/11/2022. Consuelo B.S., 66 años. Torrejón de Ardoz (Madrid). Asesinada durante una trifulca entre familias originado por un asunto sentimental del pasado. El detenido como presunto autor del asesinato, es un varón portugués de 35 años.
  3. 03/12/2022. María José García de la Serrana. Orce (Granada). Asesinada por el cuñado de María José quien también asesinó al marido de ésta por motivos económicos.

Feminicidios por robo

  1. 23/01/2022. María Sanz. 76 años. El Grao de Castellón (Castellón). Víctima de un robo.
  2. 18/04/2022. Tamara Latre Medrano, edad desconocida. Berja (Almería). Entraron a robar en su domicilio.
  3. 19/09/2022. Olga, apellidos no conocidos. 50 años. Tortosa (Tarragona). Asesinada por unos atracadores en un bingo del barrio de Ferreries (Tortosa), en el cual Olga era empleada. Mataron a Olga e hirieron a varios clientes. 

Feminicidios en el contexto del narcotráfico 

  1. 21/04/2022. Carmen Jiménez. 47 años. Sorvilán (Granada). Asesinada junto a su pareja, J.A.V. conocido como “el Rey León”, vinculado al narcotráfico.

Feminicidios sin datos suficientes

  1. 13/01/2022. Esther López. 35 años. Traspinedo (Valladolid). El cadáver de Esther fue hallado sin vida en una cuneta de los alrededores de la localidad días después de su desaparición. Actualmente se sigue investigando, aunque dos vecinos del pueblo conocidos de la víctima, Oscar y Carlos, son en quienes se centran las investigaciones como principales sospechosos del crimen, a quienes se suman un tercer investigado, Ramón G. Caso sin resolver a día de hoy.
  2. 23/09/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 60 años. Empuriabrava (Girona). Asesinada por un varón quien fue detenido en Portbou (Girona). Según parece la causa del asesinato fue un robo frustrado.
  3. 21/12/2022. Rita Ortiz. 77 años. Guadamar del Segura (Alicante). Asesinada presuntamente por su hijo de 57 años, toxicómano que vivía con ella.
  4. 24/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 40 años Bilbao (País Vasco). Se desconoce la autoría del feminicidio. La asesinada, una mujer transexual, fue arrojada al agua la mañana del 24 de diciembre cerca del Puente Colgante de Portugalete, tratando de fingir un suicidio que ya ha sido descartado y que ahora se investiga como asesinato.

Fuente: Feminicidio.net

Datos Violencia de Género, España 2022

El pasado año 2022 se contabilizaron un total de 75.140 casos activos de violencia de género con mujeres inscritas en el sistema VioGen; de ellas, 43.670 tenía seguimiento policial y cabe señalar que con 959 menores a su cargo en riesgo de ser víctimas a su vez de violencia de género también, a manos de los agresores de sus madres. Por otra parte, de los 75.140 casos, 916 de ellos eran mujeres muy jóvenes aun menores de edad. Del total, en 18 (en 2 de ellos la vida de los menores corría peligro también) de ellos las víctimas estaban en riesgo extremo (con protección 24/7) cuyas vidas corrían peligro; 726 lo estaban en un riesgo alto y también se temía por sus vidas (15 de ellas menores) y a su vez tenían hijos/as menores a su cargo (103 niñas/os); 10.497 estaban valoradas en un riesgo medio (205 eran menores) con 854 hijas/os a su cargo en peligro también; 32.429 estaban en riesgo bajo (406 menores); y en otros 31.470 (290 menores) se valoró como casos en los que no se apreciaba peligro de volver a ser agredidas por sus maltratadores.

En relación a los y las menores, en 2022 hubo un 22% más de menores en situación de peligro, hablamos de 8.566 niños/niñas por encontrarse en hogares donde sus madres eran víctimas de violencia de género. Por valoración del riesgo, 2 de los 8.566 estaban en un nivel de peligro extremo; 81 en un nivel alto; 1.269 en un nivel medio; 3.732 en un nivel bajo; y en 3.482 casos la policía no apreció peligro para los/las niños/as. 

Respecto a VioGen (sistema de seguimiento policial para víctimas de violencia de género) éste evalúa el riesgo de peligro que corre una mujer de ser agredida por su maltratador, en base de si corre mayor o menor peligro de muerte, y tiene como fin proteger de la manera más adecuada a la mujer y sus hijos/as en caso de que ésta los tenga. Esto se procede a hacer cuando la víctima denuncia a su maltratador, la denuncia es trasladada al juzgado y a la fiscalía para una evaluación forense que evalúa el caso y decide qué medida de protección es más adecuada al caso para la madre y para sus hijos/as en caso de haberlos.

Desde el año 2007, que es cuando se empezó a implementar el sistema VioGen para la valoración del riesgo, se han analizado un total de 725.129 casos, de ellos en 636.424 de los casos las mujeres han necesitado medidas de protección, y a su vez de ellos 3.122 correspondían a casos en los que había menores en riesgo, y otros 8.566 han sido valorados como vulnerables.

El sistema VioGen recaba datos de diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad de todo el Estado como son Guardia Civil, Policía Nacional, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, y Policía Foral de Navarra.

Además de VioGen existen otros dispositivos de seguimiento telemático que se utilizan para asegurar que las medidas de alejamiento se cumplen. Desde el año 2009, año en el que se pusieron en funcionamiento, hasta noviembre de 2022, estos dispositivos han sido instalados a un total de 12.665 mujeres. Actualmente se encuentran activos 3.025, con una media de 5 nuevos dispositivos instalados por día; siendo Andalucía con 309’5 usuarias, la comunidad autónoma con la tasa más alta de usuarias; aunque si analizamos los datos por provincias es Almería la provincia con más usuarias, 911’2.

ATENPRO, proporciona atención inmediata 24/7 a las mujeres víctimas de violencia de género. Es un servicio telefónico móvil con geolocalización de atención y protección a las víctimas. Desde 2005 año en el que se puso en marcha hasta noviembre de 2022 han sido atendidas a través de él 130.350 mujeres. Actualmente son 17.114 usuarias activas. Con una media de 29 mujeres diarias que son dadas de alta en el servicio. Por comunidades autónomas es la Comunidad Valenciana la que tiene el mayor número de usuarias activas, 1.569’6; por provincias es Alicante la que tiene la mayor tasa de usuarias, 1.656’9.

Por último, respecto al 016, en funcionamiento desde 2007, ha recibido 1.128.023 de llamadas. En el último mes del año 2022 se recibieron 7.831, con una media de 1 llamada cada 5 minutos. Las llamadas fueron realizadas por la propia víctima en un 71’74% de los casos, y en un 21’02% por familiares y personas del círculo íntimo de las mujeres.  Por comunidades autónomas, el mayor número de llamadas se realizó en las Islas Canarias, con 647 llamadas; por provincias la más alta fue la de Las Palmas de Gran Canaria con 682’9 llamadas. Por el WhatsApp del mismo teléfono se recibieron 434 mensajes; por email 125 correos, y a través del chat online de la web de la Delegación del Gobierno Contra la Violencia de Género, se recibieron 616 consultas.

Según datos del 2021, cada 7 días una mujer fue asesinada por violencia de género; el día de la semana en el que se produjeron la mayoría de los asesinatos fue el domingo, los meses más negros fueron junio con 10 asesinatos, y diciembre con 9. En 2021 se cometió de media un asesinato machista a la semana (cada 7’5 días)

A pesar de las abrumadoras cifras, éstas son solo la punta del iceberg, pues los casos cuantificados son únicamente los denunciados, y sabemos por las personas expertas que trabajan a diario con las víctimas que tan sólo se denuncian 2 de cada 10 casos, por lo que podríamos estar hablando fácilmente de unos 500.000-600.000 casos de violencia de género cada año en nuestro país. Los que vemos en los medios de comunicación son los casos donde ya se ha producido el asesinato. Desde 2003, año en el que empezaron a contabilizarse los casos, han sido asesinadas 1.185 mujeres, y desde 2013 (año en el que empezó la estadística de los menores), 383 niños y niñas se han quedado huérfanos/as (38 en 2022). Para que nos hagamos una idea de la dimensión del problema del que estamos hablando, la banda terrorista ETA, en 42 años asesinó a 850 personas; la violencia machista ha asesinado a 1.185 en tan solo 20 años. Por eso hablamos de terrorismo machista, porque si esto no es terrorismo contra las mujeres, no sé qué es. 

Perfil del maltratador

Por más que haya quien lo niegue, los datos objetivos son así, el perfil del maltratador en España es el de un varón blanco, de unos 49 años y español (73’5% de los casos), datos que recoge el “Informe sobre víctimas mortales de la violencia de género de 2021” elaborado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ. Los datos para recabar esta información cuantitativa y objetiva que han permitido hacer un perfil del maltratador machista en nuestro país han sido obtenidos de los expedientes judiciales de los 43 crímenes machistas cometidos en el año 2021.

En más detalle encontramos que el 43% de los asesinos machistas fue detenido después de cometer el crimen, un 28’6% se suicidó tras cometerlo (un 8’2% a parte lo intentó); solo un 18’4% confesó y un 2% se dio a la fuga.

En cuanto a las denuncias, en 2022, en solo 10 de los 49 casos los asesinos habían sido denunciados, lo que representa el 20% del total y un 42’9% tenían denuncias previas de otras parejas; otro 10% (5 casos) tenía antecedentes por otras violencias machistas, y otros 5 habían sido denunciados más de una vez por el mismo motivo. De estos 10 asesinos, 9 habían tenido una orden de alejamiento, aunque solo 4 la tenían activa todavía en el momento del asesinato. 

El pasado año se celebraron 8 juicios contra asesinos machistas con denuncias previas (2 se suicidaron y no pudieron ser sentenciados). De los 8 juicios todos ellos tuvieron una sentencia condenatoria.

Si hablamos de las víctimas, tenían una media de edad de unos 44 años; en el 57% de los casos (28 de las 49 asesinadas), la víctima era española mientras que el otro 43% extranjeras (21 víctimas). De las 49, 31 de ellas compartía domicilio con su maltratador. El 75% de las 49 víctimas aún eran pareja de su asesino y un 25% eran ya exparejas. En el 81% de los casos, el escenario del crimen fue dentro del propio hogar. Por otro lado, un 47’8% de las mujeres asesinadas tenían orden de alejamiento, aunque solo el 45’5% de las órdenes estaban todavía vigentes en el momento del crimen. Cabe destacar que ninguna de las que ya no estaban vigentes habían sido por renuncia de la víctima y de las que sí estaban aún vigentes fueron quebrantadas por el asesino. 

Por datos demográficos, el mayor porcentaje de asesinatos por violencia de género se dio en el medio rural, en poblaciones de menos de 5.000 habitantes. Rescato este artículo de 2022 que escribí también para NuevaRevolucion.es donde hablo sobre la violencia de género en el ámbito rural, y el por qué se dan tantos casos en estos núcleos de población https://nuevarevolucion.es/senora-vuelva-con-su-marido-violencia-de-genero-en-el-medio-rural/

Para no romper la costumbre, cierro el artículo con una frase muy propicia al tema tratado en esta columna. Esta vez cito a la gran Simone de Beauvoir.

“Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia.”

Mi especial agradecimiento a Macarena Baena Garrido por su magnífica labor recabando datos en su perfil de twitter que luego es tan útil para escribir artículos divulgativos como este.

Y también al Partido Feministas al Congreso, en concreto a su secretaria general, Puri Liétor por su Informe compartido en el perfil de Twitter del partido PFAC https://twitter.com/feministas_cong del que he extraído la información sobre los dispositivos telemáticos y mapas de España donde se reflejan los datos.

Artículo originalmente publicado en https://nuevarevolucion.es/ el 24/02/2023

Escrito por Laura Isabel Gómez García (La Gata Negra)

“Señora, vuelva con su marido”: Violencia de género en el medio rural

En 2021 hubieron más de 40 mujeres asesinadas por violencia de género, de las cuales al menos 17 vivían en poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Estamos hablando del 42,5% del total de mujeres asesinadas. En lo que va del presente año 2022, lo han sido 6 de un total de 24 asesinadas (un 25%). Aunque la tasa anual media en España de asesinatos machistas en el medio rural es del 56%.

Entre el 70% y el 80% de los feminicidios por violencia de género en España carece de una denuncia previa contra el agresor, a pesar de toda la información disponible, campañas y recursos, las mujeres siguen sin dar el paso para interponer denuncia. Es por eso que aún queda mucho por estudiar, investigar y averiguar sobre la realidad de la violencia de género para poder comprenderla en su totalidad y abordarla eficazmente dada su complejidad. Sabemos que, tanto en el ámbito rural como en el urbano, cuando una mujer acude a la Guardia Civil, a la Policía Local o a la Policía Nacional no lo hace para denunciar a su agresor sino para pedir medidas de protección y solicitar ayuda, mayormente.

La desigualdad entre mujeres y hombres tiene su máxima expresión en la violencia machista, y los feminicidios son la forma más extrema de violencia de género. Si en las ciudades es difícil para las mujeres afrontar esta violencia, dar el paso de atreverse a denunciar y rehacer sus vidas, en pequeños núcleos urbanos y rurales de pueblos, pedanías y aldeas, es casi imposible. Los motivos para esto son diferentes y múltiples porque estaremos de acuerdo que no es lo mismo vivir en un núcleo rural que en un núcleo urbano mucho más grande, me refiero a todos los niveles: movilidad, recursos, medios, comunicación, oportunidades laborales, servicios sociales y sanitarios, etc. En el caso de la violencia de género sucede igual; las mujeres no encuentran a su alcance los mismos medios, recursos, ni red de apoyo social en una población pequeña que en una gran/mediana ciudad. Por ejemplo, en Andalucía, CC. AA eminentemente rural, al año del total de mujeres atendidas por la red de atención directa a la mujer del Instituto Andaluz de la Mujer que acuden por violencia machista es de alrededor de un 84%. Esto es porque evitan acudir a los recursos de sus municipios para no sentirse señaladas por sus vecinos/as.

A la problemática de la accesibilidad a los recursos pertinentes, se ha de sumar la marcada desigualdad entre hombres y mujeres que existe en el ámbito rural en general, y en nuestro país en particular. Una desigualdad mucho más marcada que en los ámbitos urbanos. En las zonas rurales si los hombres encuentran escasas oportunidades, las mujeres encuentran aún muchas menos y cuando las encuentran son más precarias, con mayor temporalidad y generalmente con contratos a tiempo parcial. El trabajo de la mujer en el ámbito rural está invisibilizado por completo, aunque el 82% de las mujeres del medio rural trabajan en las explotaciones agrarias de su zona. Por otro lado, las mujeres rurales, desempeñan más los roles tradicionales del sexo femenino: maternidad, cuidado de la familia, del hogar, y de la atención a las personas mayores y/o dependientes. Lo que significa que en el ámbito rural las mujeres también soportan la doble carga de trabajo (dentro/fuera del hogar), además la conciliación en estas zonas es totalmente una fantasía por la falta o total ausencia de centros de día, residencias, guarderías, etc.

Cabe señalar dos aspectos muy interesantes. 1) Existe una “masculinización de la población rural” debida a la emigración de las mujeres (especialmente las jóvenes) a las ciudades y núcleos urbanos más grandes, debido a que estas mujeres son ya de otra generación que no está dispuesta a asumir los roles tradicionales y a que aspiran a tener mayores oportunidades laborales de las que tuvieron sus abuelas y madres. Y 2) Lo que se conoce como la “desagrarización del medio rural” y esto es la tendencia a la baja de la población activa que trabaja en el sector primario, que se asocia a un aumento de la ocupación de las mujeres en el sector servicios haciendo que exista una feminización del sector, lo que a su vez explica el porqué del trabajo remunerado femenino es tan precario.

La violencia contra la mujer en el ámbito rural no es algo de lo que se hable demasiado, ni de lo que se hagan muchos grandes estudios ni se preste especial atención en los medios de comunicación. Toda estas casuísticas y especificidades hacen complejo el abordaje integral de la violencia de género en el ámbito rural; y entre la falta de recursos, el escaso interés mediático, el éxodo del campo a la ciudad, y el poco o nulo interés político y de los organismos públicos en abordarlo de manera integral, junto con el escaso anonimato que existe en núcleos de población pequeños, especialmente los rurales, hace que las mujeres se encuentren desamparadas ante sus agresores; pues si hablar de violencia de género es aún un tabú para muchas mujeres, cuando ésta se produce en el ámbito rural es todavía peor. Ya sabemos que en los pueblos “todos se conocen”, a veces el alcalde es el mismo que regenta el bar o es el hermano del cura del pueblo, y la comisaría de policía (si la hay) los policías que allí trabajan son amigos de los vecinos, del alcalde, y del cura. Esto que parece “chiste”, no lo es en realidad y las mujeres han de enfrentarse a todo este entramado social al que resulta imposible enfrentarse.

En el medio rural, la mujer sufre una discriminación y una desigualdad de género mayor que en las ciudades por todas estas razones que hacen que les sea imposible empoderarse y romper con los mandatos tradicionales de género que subyugan a las mujeres e impide su emancipación. De ahí que sea necesaria una mayor visibilización por parte del conjunto de la sociedad y por supuesto por parte de las instituciones creando recursos y un compromiso político real para hacer políticas públicas específicas para el abordaje integral de la violencia de género en la España rural. 

No hay que olvidar a las mujeres migrantes que llegan a nuestro país y se establecen en zonas rurales. Las expertas en esta materia señalan su doble vulnerabilidad pues además de la violencia de género, sufren otro tipo de violencias como racismo, xenofobia, violencia institucional y simbólica, y precariedad laboral, todas ellas derivadas de su situación irregular. Esto lleva implícito que para ellas sea mucho más difícil pedir ayuda. Dentro de esta doble vulnerabilidad entrarían también las mujeres mayores de 65 años y las que tienen algún tipo de discapacidad física y/o mental.

Mujeres víctimas de violencia de género en el mundo rural: cifras y datos

En el año 2020 se publicó el estudio “Mujeres víctimas de violencia de género en el mundo rural”, de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género que fue realizado por FADEMUR, (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, organización que agrupa a más de 55.000 mujeres procedentes del medio rural), cuyo objetivo era poder investigar sobre la situación de las mujeres en el medio rural en materia de igualdad y violencia de género. El estudio analizó qué percepción tienen las mujeres sobre la violencia de género y de los servicios de atención a la mujer en el ámbito rural en siete comunidades autónomas con marcado carácter rural, en poblaciones de no más de 20.000 habitantes: Galicia, Andalucía, Castilla León, Extremadura, Aragón, Castilla La Mancha y La Rioja. Las entrevistas se realizaron en municipios de hasta 20.000 habitantes.

Aquí los principales resultados que se obtuvieron:

– La violencia de género es percibida como algo privado del núcleo familiar 

– De las mujeres entrevistadas, un 61,35% de ellas habido sido conocedora de un caso de violencia de género en su núcleo de población

– El 30% dijo conocer el teléfono 016. Sin embargo, la tasa de denuncias y de consultas al 016 es inferior en las Comunidades Autónomas más rurales. En cuanto a los centros de atención a la mujer solo un 26% de ellas dice conocerlos

Se realizaron 333 encuestas a profesionales que atienden a víctimas violencia de género. Aunque se trató de tener una representación de todos los ámbitos, al final están sobre representados los colectivos profesionales que trabajan en servicios sociales y en servicios especializados de atención a la mujer.

– En cuanto a los profesionales de servicios sociales y de atención a la mujer, más de un 64% de ellos dijo haber atendido a mujeres víctimas de violencia de género de entre 25 y 50 año. Pero, sólo un 3 % eran menores de 15 años, y un 4,7 % de las mujeres tenían más 70

– Los profesionales de estos recursos, confesaron que no dan un trato especializado a las mujeres que muy a menudo acuden con hijos/as menores pues señalaron la falta de personal especializado, de medios y recursos accesibles, sin centros o espacios debidamente acondicionados para la atención a víctimas, y los que existen tienen horarios muy limitados 

– Un 48,91 % de profesionales valoró que la coordinación entre recursos era buena, aunque paradójicamente esta coordinación no es igual de buena con asociaciones, la judicatura y con entidades privadas destinadas a la atención a las víctimas

Por su parte, las autoras de la investigación señalan que la falta de coordinación entre instituciones y servicios hacen que en demasiadas ocasiones las mujeres se queden sin poder acceder a ellos pues es tan importante el conocimiento de los recursos como tener movilidad para llegar hasta ellos. Hay que tener en cuenta que muchas mujeres de estas zonas no disponen de medio de transporte público y/o privado que las posibilite poder llegar a tiempo a los servicios de atención en el horario indicado haciendo que estas mujeres nunca lleguen a tiempo o desistan en su intención de acudir a pedir ayuda.

En cuanto a los datos sociodemográficos que se pudieron extraer a través de las entrevistas para conocer las historias de vida de las mujeres entrevistadas, el estudio arrojó los siguientes datos tan terribles como reveladores:

– Como sucede en cualquier ámbito, rural o no, no existe un perfil concreto de víctima. Aunque los datos sobre los feminicidios con denuncia previa evidencian que en altas probabilidades el agresor tiene un perfil con antecedentes por otros delitos violentos, y es autóctono del ámbito rural (un 44% de los feminicidas)

– Los factores de riesgo y vulnerabilidad que se pudieron determinar son los típicos de los núcleos rurales como: modelos de sociedades tradicionales y patriarcales, con creencias machistas, sexistas y discriminatorias, tanto en las familias de las víctimas como en las de los agresores

Un 47% de las mujeres dijeron que tanto las familias de sus parejas/exparejas eran machistas

El 80% de las mujeres afirmó que el machismo está generalizado en el medio rural 

– En el transcurso de la realización de las entrevistas a las mujeres se halló que el 100% de las entrevistadas había sufrido/sufría violencia psicológica, un 78% violencia física, un 56% económica y un 39% violencia sexual

Las mujeres entrevistadas de media habían permanecido en relaciones abusivas una media de 20 años

– Los motivos que manifestaron para no dejar la relación fueron: dependencia económica, miedo al agresor, el desconocimiento de los recursos disponibles para ellas y sus dudas en cuanto a la efectividad de los mismos; miedo al qué dirán, por vergüenza personal y familiar; por el control social y familiar al que están sometidas, por la menor privacidad que existe en entornos rurales en los que todos se conocen y por miedo a la estigmatización; mientras que el agresor cuenta con la impunidad que sabe que le otorga el cómplice silencio vecinal

Teresa López presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) además señala que las mujeres en el medio rural sufren una triple dependencia: física por el mayor grado de aislamiento; psicológica por tener una red de apoyo social y personal menor; y económica por las casi inexistentes oportunidades laborales pues recordemos que en las mujeres rurales el desempleo tiene una tasa del 42%. 

Un dato muy interesante e importante en el que FADEMUR hace hincapié es que el INE, todavía en 2022, no recoge en sus análisis de datos en materia de violencia machista la densidad de los municipios en los que ésta se produce. Esto hace que se produzca una invisibilidad de la ruralidad de la violencia machista provocando que las mujeres de estas poblaciones se hallen en una situación muy vulnerable. Esta es una demanda de FADEMUR desde hace años pero que el INE se niega a realizar, algo que desde FADEMUR no se explican pues las investigaciones y estudios realizados han demostrado ampliamente que las mujeres son más vulnerables frente a la violencia machista en núcleos de población rurales. Es lo que en FADEMUR llaman “aplicar una perspectiva rural”, ya que ésta nos permitiría a mejorar la intervención, la protección y la prevención de la violencia de género en el entorno rural.

Otra conclusión a destacar es el incremento de denuncias por violencia de género por parte de mujeres jóvenes. Pues las víctimas menores de 18 años aumentaron un 28,6% en 2021 respecto a 2020. Algo que puede traducirse también como que las campañas de prevención empiezan a funcionar, pero no por ello el dato deja de ser preocupante pues estas son cifras de violencia contra la mujer totalmente intolerables y evidencia más que nunca la necesidad de trabajar más duro contra la violencia de género, exigiendo más recursos y políticas públicas verdaderamente eficaces. En esta línea, FADEMUR desde el año 2019 lleva en marcha un programa específico de lucha contra la violencia machista en el ámbito rural llamado “Cultivando Igualdad” en cuyos talleres de formación y sensibilización han participado 2.400 personas, y a través de sus campañas de difusión han impactado en millones de personas, además de conseguir extender la Red de Espacios Seguros contra la Violencia de Género en el Medio Rural formada por 489 entidades e instituciones, tanto públicas como privadas. Aquí dos videos de dicha campaña:

Pero no es oro todo lo que reluce pues en la última edición el Ministerio de Agenda 2030 y Derechos Sociales se ha recortado notablemente su apoyo económico al programa. 

Las mujeres en general tardan mucho tiempo en reconocerse como víctimas, pero en el medio rural es aún mayor. Cuando las mujeres acuden a los Centros de Acción Social (CEAS) de su zona no suele hacerlo en calidad de víctimas, sino que acuden a ellos con otras peticiones de ayuda como, por ejemplo, ayuda para sus hijas/os y es el equipo profesional del CEAS quien detecta que detrás de ella hay un caso de violencia de género. Es en estos casos donde el abordaje del caso no se hace como se suele hacer habitualmente en cualquier otro medio urbano. Como estas mujeres no se reconocen como víctimas los y las profesionales han de trabajar con ellas desde otras perspectivas como aumentando su empleabilidad, facilitándoles la independencia económica, el refuerzo de su autoestima, investigando su ámbito comunitario, etc. todo ello encaminado a un empoderamiento paulatino de la mujer hasta que así se sienten seguras para dar el paso. Pero de entrada nombrarles “violencia de género”, al no reconocerse como víctimas, puede producir un rechazo y una pérdida del contacto con la mujer. Por ello las expertas en violencia contra la mujer en el medio rural recomiendan abordar los casos desde otras perspectivas como las explicadas. Es también por esto que, aunque si bien es deseable denunciar es igual de importante promover opciones alternativas a la denuncia pues por todas las razones expuestas esto es de vital importancia para las mujeres rurales que sufren violencia de género, esta es una de las medidas que tienen que ser una prioridad para la política y la sociedad en cuanto a combatir la violencia machista dentro de este ámbito.

Tras el comienzo de la pandemia, los CEAS han detectado un aumento en los casos de violencia de género. Por ejemplo, en 2017 en la provincia de Segovia se atendieron a 56 mujeres, un año después fueron 88, en 2019 alcanzaron el 109, 105 en 2020 y 125 en 2021.

CONCLUSIONES Y PROPUESTAS DE ACTUACIÓN Y MEJORA 

En el marco del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género aprobado por el Congreso de los Diputados, en septiembre de 2017, específicamente en uno de sus puntos recoge la especial atención a las mujeres del medio rural con el fin de crear campañas de sensibilización, trabajar en la prevención, mejorar la asistencia a víctimas como mejorando las actuaciones policiales y judiciales, así como promover la participación y la promoción de las mujeres rurales. Es dentro de este marco teórico que se hace necesario la realización de estudios sobre violencia de género y la situación de la mujer en el medio rural con el fin de poder actuar de manera integral y eficaz.

Los datos expuestos en el presente artículo dejan claro que existe una necesidad de crear más y mejores recursos especializados en violencia de género y en la atención a víctimas, dentro del ámbito rural español. Pues los datos nos muestran que en nuestros pueblos y ciudades pequeñas la desigualdad de género se manifiesta de manera notable, los roles tradicionales siguen muy arraigados en la población, y los casos de violencia machista son cuanto menos alarmantes. La investigación de FADEMUR para la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, del año 2020 desgranado anteriormente propone una serie de propuestas de mejora muy interesantes que deberían ponerse en marcha más pronto que tarde pues va la vida en ello a miles de mujeres que viven en estos pequeños núcleos de población rural. He aquí las propuestas:

– En materia de prevención y sensibilización es necesaria una coeducación. Esto es, incluir de manera transversal en el currículo escolar contenidos basados en la igualdad, el respeto mutuo y la prevención de toda violencia. Pues, de hecho, muchas de las encuestadas para la investigación de FADEMUR afirmaron que las campañas y proyectos en los institutos para prevenir la violencia de género era la manera más eficaz de combatirla

– En cuanto a la atención integral a víctimas la propuesta de FADEMUR va dirigida al incremento de centros y recursos especializados, además de mejorar la accesibilidad a los mismos a través de una facilitación de la movilidad (transporte público, horarios más amplios, etc.). También se hace necesario la agilización en los trámites de separación y divorcio con la eliminación de la excesiva burocracia, y la mejora de las casas de acogida para las mujeres y sus hijos e hijas

– Otro punto importante, es la formación a los profesionales que trabajan en los recursos de servicios sociales, sanitarios, policiales, jurídicos; del personal de las administraciones públicas locales, así como de entidades privadas que estén en contacto con las mujeres del entorno rural, de modo que la atención/detección de los casos sea abordada adecuadamente y ofreciendo la protección que las víctimas necesitan

– La mejora de la coordinación de las instituciones implicadas. Para ello se propone la creación de protocolos de actuación y de colaboración entre instituciones entre los diferentes agentes sociales: nuevas y mejores unidades locales interdisciplinares, especialmente las de coordinación entre asociaciones de víctimas, familias y el tercer sector. Mejorando la coordinación se evita la revictimización que tan a menudo sufren las mujeres durante el proceso

– Más investigación en materia de violencia machista especialmente en los sectores de población de mujeres jóvenes menores de 25 años, de mayores de 60, mujeres migrantes en situación irregular, violencia sexual, y violencia contra los menores

– Por último, importantísimo, un compromiso político y económico real para aumentar y mejorar los recursos con el fin de poder dotarlos económicamente de manera suficiente e implementar políticas públicas para luchar contra la violencia machista en el medio rural

Las mujeres rurales en el mundo

En el mundo las mujeres son más del 40% de las personas que trabajan en el sector agrícola en los países en vías de desarrollo, en algunas partes de Asia y África llegan a alcanzar más del 50%. En cambio, están discriminadas en cuanto a la propiedad de las tierras, y del ganado; se las excluye de la toma de decisiones en las cooperativas; perciben salarios mucho menores; no tienen acceso a recursos económicos como créditos bancarios ni a los mercados en los que vender sus productos. Todo ello hace que ni ellas, ni sus familias, ni sus granjas y plantaciones puedan prosperar como deberían.

Es por todo esto que su calidad de vida es peor y además imposibilita la erradicación de la pobreza y el hambre en el mundo, porque si las mujeres tuvieran el mismo derecho al acceso a los recursos como los hombres, en los países en vías de desarrollo la producción agrícola se multiplicaría significativamente y el número de personas desnutridas descendería hasta un 20%. 

Es por esto que el reto 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Hambre Cero), reivindica que en las zonas rurales donde las mujeres trabajan como agricultoras y ganaderas, a la vez que son las principales sustentadoras de sus familias, las mujeres tengan el mismo acceso y mismas oportunidades que los hombres.

Las mujeres rurales son la cuarta parte de la población mundial, sobre ellas recae la mayor parte de la labranza y la plantación de semillas, así como su recolección; trabajo que garantiza el alimento no solo a los hogares y poblaciones donde estas mujeres viven y trabajan, sino que también proporcionan la seguridad alimentaria a países de todo el mundo. Siendo también protectoras frente al cambio climático pues sus métodos de trabajo suelen ser más sostenibles y respetuosos con la tierra, el medio ambiente y los animales.

ONU Mujeres, denuncia que las mujeres que trabajan en el campo y la ganadería sufren la pobreza de manera brutal derivado de que, aunque gestionan y producen tan bien como los hombres, no tienen acceso a los recursos materiales y económicos, es decir trabajan la tierra, pero no la poseen. Es lo contrario a lo que sucede con los hombres. A ello hay que sumarle que tampoco tienen acceso a la educación, a la sanidad, al agua, ni a infraestructuras en la misma medida que los hombres pues a ellas se les prohíbe dicho acceso en muchos casos. Las normas sociales machistas y patriarcales limitan el poder de las mujeres en todos los ámbitos, pero aún mucho más en el medio rural. Pues su participación en la vida pública, política, social y familiar es prácticamente nula. El trabajo de las mujeres rurales es a menudo invisible y escasamente remunerado, y todo esto se refleja en los indicadores segregados por sexo y desarrollo que muestran que las mujeres rurales están en condiciones mucho peores a las de los hombres o a la de las mujeres que viven en el medio urbano. 

“Las mujeres rurales somos las guardianas de la biodiversidad y proveemos alimentos al mundo, por ello exigimos el respeto y reconocimiento de nuestros derechos”.

Luzmila Chiricente Mahuanca

El Día Internacional de las Mujeres Rurales es el 15 de octubre

Columna publicada el 03/08/2022, en https://nuevarevolucion.es/senora-vuelva-con-su-marido-violencia-de-genero-en-el-medio-rural/ Por Laura Isabel Gómez Garcia, La Gata Negra

Violencia de género en la tercera edad

El 4 de diciembre de 1997, Ana Orantes aparecía en un programa de Canal Sur contando en primera persona el infierno que vivía desde hacía 40 años en casa con su marido. El 17 de diciembre, solo 13 días después de su testimonio en televisión era asesinada quemada viva a manos de él. El caso de Ana Orantes fue un punto de inflexión, un antes y un después en cuanto a la violencia dentro del matrimonio. Una realidad invisibilizada y silenciada durante demasiados decenios y siglos, en los que las mujeres, hijos e hijas eran víctimas silenciosas de la ira de padres coléricos y violentos que podían hacer con sus parejas lo que les viniera en gana sin consecuencia alguna. Como resultado de esto, mujeres pasaban y han pasado 30, 40, 50 o 60 años de palizas, vejaciones y malos tratos hasta el punto de normalizado y aceptar esta manera de existir cual condena perpetua porque en un tiempo hombres y mujeres se casaban para toda la vida, y atreverse a retar a la norma social tradicional imperante era motivo de repudio, sobre todo para las mujeres; por ello, miles de ellas han perdido sus vidas a manos de sus maridos –literalmente. Afortunadamente hoy en día cada vez son menos las mujeres que “aguantan”, y más las que se separan o se divorcian del maltratador, no sin pasar un calvario antes, durante e incluso tras la separación. 

A día de hoy la violencia de género en nuestro país ha alcanzado cifras de terrorismo puro. Una mujer es asesinada a manos de su pareja o expareja cada 6 días, y lo peor es que hemos llegado a normalizarlo. Esta primera semana de abril hemos vivido 3 días nefastos en los que han asesinado a dos mujeres, un menor de 11 años a manos de su padre, una niña de 14 años ha sido asesinada por su acosador y otra de 17 ha sufrido una brutal paliza a manos de su novio que no le ha dejado ni un solo trozo de piel sin un moratón. 

Casi todos estos casos suelen ser habitualmente de parejas muy jóvenes o de mediana edad, pero en cambio existe otro tipo de parejas/ex parejas de las que no se habla tanto, y no es porque no existan, es sencillamente porque están invisibilizadas por las características propias de las mismas. Son los casos de violencia de género en parejas/ex parejas de la tercera edad. Estos casos no están tan al orden del día porque las mujeres educadas aun en la “vieja escuela” del matrimonio, callan y jamás denuncian o se divorcian; pero no es porque no se produzcan, de hecho, según estudios y datos estadísticos, revelan un elevado porcentaje que se oculta tras el silencio de las mujeres mayores víctimas de violencia de género.

Hubo una presentadora, Paz Padilla, a quien una tarde en un programa de máxima audiencia se le llenó la boca al hacer un alegato sobre que “el amor todo lo puede”. No sé si esta mujer era consciente del mensaje que estaba lanzando pero era tan peligroso como preocupante pues por culpa de ese falso mito miles de mujeres que lo han escuchado machaconamente han permanecido en relaciones matrimoniales abusivas y violentas haciéndolas incapaces de dejar a sus maridos tras más de 30 años de matrimonio y para cuando son conscientes de ello, se encuentran que tienen 75 años sino más y sin fuerzas o capacidad para separase de su maltratador lo que hace que sus años de vejez los pasen con sus maltratadores enfermos ya de los cuales ellas se convierten encima en sus principales cuidadoras. Por eso, no se pueden hacer según qué comentarios en pro del “amor” romantizando el sufrimiento pues son mensajes muy potentes que perpetúan falsas creencias que tienen consecuencias nefastas para las mujeres.

La problemática de la violencia de género en mujeres de la tercera edad reside en que es sostenido en el tiempo lo que lo convierte en un problema estructural y sistémico. En la mayor parte de los casos, estas mujeres comenzaron su relación de pareja (noviazgo) en una época en la que la situación social y política del país estaba subyugada al franquismo que adoctrinaba a hombres y mujeres en valores matrimoniales tradicionales y ultra católicos en los que la mujer era sumisa y cuya única función era ser buena madre y amante esposa, mientras que los hombres eran los cabezas de familia que ejercían su autoridad y control sobre todos los miembros de la familia. De ahí que la violencia se sufriera en silencio, estuviera normalizada y que cada vez el marido se tornara más abusivo con el paso de los años.

La violencia de género en las mujeres mayores: silencio y vulnerabilidad

Todo acto de violencia basada en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”. Así define la violencia de género la ONU. Ósea, todo aquel acto que atenta contra los derechos humanos de una persona por razón de sexo, es decir, por nacer mujer.

Las personas de la tercera edad, todas, ya de por sí son especialmente vulnerables por diferentes motivos vinculados a la edad: dependencia, discapacidad, enfermedad… Pero esta vulnerabilidad se dobla en el caso de las mujeres, por razón de sexo y además por edad avanzada.

En el caso de las mujeres mayores de 65 años la discriminación por razón de sexo experimentada es mayor que en las mujeres jóvenes, pues en ellas se junta además de la discriminación por sexo, la discriminación por edad que es mayor que en los hombres mayores. Ya sabéis, las mujeres a partir de cierta edad ya son viejas, y en cambio los hombres son “maduritos interesantes”. Esta doble discriminación es la base bajo la que se cimenta la invisibilidad de la violencia de género contra mujeres de la tercera edad.

La violencia de género, sea cual sea la edad de la mujer víctima, puede ejercerse de diferentes formas: violencia psicológica, física, sexual, económica… Entonces si todas la sufren ¿por qué está más invisibilizada en las mujeres mayores? La respuesta es por razones culturales, sociales y por la educación recibida en tiempos pasados, en los que la violencia dentro del matrimonio estaba normalizada, justificada y era visto como algo íntimo y privado que sucedía de puertas para dentro. Era asumido por el conjunto de la sociedad como algo natural pues la mujer, hijos e hijas eran propiedad del marido para tratarlos y hacer con ellos lo que él quisiera sin que nadie cuestionara esa “autoridad” masculina. Además, las mujeres de este rango de edad, recuerdan vivir en España cuando no existían leyes contra la violencia de género ni éste era considerado como un problema que erradicar. De hecho, muchas de las mujeres de estas edades recuerdan haber ido a una comisaria a denunciar los malostratos y la policía decirles que volvieran a su casa con su marido, y si no lo han vivido ellas conocen a alguna mujer que sí ha tenido vivencias de este tipo.

A este silencio por parte de las mujeres mayores, se le suma que en muchas ocasiones las víctimas no tienen acceso a tanta información como las mujeres jóvenes en cuanto a recursos a los que acudir, además de padecer a veces problemas de movilidad, de dependencia, entre otros problemas de salud, que impiden que puedan comunicarse de manera apropiada, lo que hace que no sean creídas (esto sucede mucho en mujeres con problemas de demencia o con alzhéimer).  Además, por parte de los profesionales de la salud se hace difícil también su detección porque a veces las lesiones que presentan en consulta pueden ser consideradas como propias del proceso de envejecimiento (la facilidad de aparición de hematomas en la piel, por ejemplo).

También juegan un papel importante los medios de comunicación, ya que a menudo éstos asocian los casos de violencia de género con mujeres muy jóvenes o de mediana edad, invisibilizando así a las mujeres de 65 o más años a quienes rara vez por no decir nunca se les da espacio para contar sus testimonios. Tampoco las campañas de sensibilización y prevención de la violencia de género están dirigidos a este grupo de mujeres.

A parte, por su educación y el contexto social que les tocó vivir, estas mujeres sienten que tienen que aguantar por su familia, por no romperla, por no hacer daño a sus hijas/os, por proteger al marido y padre, por no mencionar el temor a enfrentarse a todo un proceso doloroso y traumático para ella misma, que la va a llevar a tener que rehacer su vida a una edad en la que no se sienten ya capaces para todo lo que esto conlleva. 

Por otro lado, cabe mencionar que a todo esto hay que añadir que para estas mujeres los malostratos están tan naturalizados y normalizados tras tantos años de violencia que no son conscientes de ello y no se reconocen así mismas como víctimas de violencia de género. Estas mujeres tienden a minimizar los episodios violentos, o los justifican como explosiones de ira derivados del estrés. Por eso con ellas es tan importante el trabajo psicológico de una buena terapia que las haga tomar consciencia, ver su situación real y querer salir de ella.

De hecho, los datos son abrumadores (más abajo están citados varios estudios), de los cuales unas de las principales conclusiones que se pueden extraer es que los casos de mujeres víctimas de violencia de género (pareja, o expareja) es mayor en mujeres mayores de 65 años que entre las mujeres jóvenes y con mayor duración a lo largo del tiempo siendo la media de unos 40 años de violencia: el 78% de la violencia de género en esta franja de edad es sufrida dentro del matrimonio; en el 75% de los casos violencia psicológica y un 56% soporta relaciones sexuales sin su consentimiento (violaciones dentro del matrimonio).

Estudios, datos, y estadísticas: la realidad de la violencia de género en mujeres de la tercera edad

El estudio realizado por Cruz Roja Española junto con la Universidad Carlos III de Madrid del año 2019, “Mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género”, encargado por Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, dentro del marco del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer y del Pacto de Estado en Materia de Violencia de Género, estudio que se hizo por encuesta a mujeres de edades entre 65 y 83 años que estaban siendo atendidas en ese momento por el servicio ATENPRO y que eran víctimas de violencia de género o había sospecha de que podían estar siéndolo,  arrojó datos escalofriantes en cuanto a la situación de las mujeres víctimas de violencia de género en la tercera edad.

El análisis de los datos recabados reveló que la mitad de las encuestadas sufrían violencia psicológica, física, aislamiento social y/o violaciones dentro del matrimonio. De ellas, el 40% afirmó que estas violencias se prolongaban durante más de 40 años.  Este dato tiene su correspondencia con otro de la Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer (2019) en el que queda claramente patente que las mujeres víctimas de violencia de género mayores de 65 años acuden en mucha menor medida a los servicios de ayuda especializados: de todas ellas solo el 33,8% lo hizo, en cambio en víctimas menores de 65 el porcentaje fue del 46,8%.

De las mujeres encuestadas para el estudio, los problemas más graves que afrontan son los de tipo económico (dependencia del marido, pensiones muy bajas, etc.) en un 61%, es decir, 6 de cada 10 eran “tuteladas” económicamente por el marido, lo que las impedía comprar de manera independiente. El 55% dijeron él no les daba el dinero para gastos propios del hogar y que siempre tenían que ir a comprar bajo supervisión del marido; el 41% afirmó que el marido se apropiaba también del dinero de ellas incluso a un 31% el marido se apropiaba de sus bienes; y al 34% de las encuestadas no se las permitía trabajar y/o estudiar fuera del hogar. Todo ello convierte a estas mujeres en analfabetas funcionales en muchos casos lo cual es otro impedimento más para separarse del maltratador, algo que les provoca terror pues se ven indefensas y sin ningún tipo de recurso personal con el que hacer frente a la situación. 

Los problemas de violencia representan un 32% de los casos; además un 41% afronta problemas importantes de salud tanto de sí mismas como del maltratador al que encima tienen que cuidar y atender, y/o de otros familiares dependientes de los que han de encargarse ellas solas. 

Según este mismo estudio, el miedo está presente en un abrumador 98% de las mujeres mayores. De ellas, un 53% dijeron tener miedo constantemente. Pero un dato aún más escalofriante es que la inmensa mayoría de ellas dijo seguir con el maltratador a pesar de la violencia porque querían seguir vivas, de hecho, el 35% de ellas dijo haber tenido miedo a ser asesinada.

Si atendemos a las denuncias dentro de las mujeres de este rango de edad, encontramos que 51% de las mujeres encuestadas cuenta con una orden de protección, un 3% la ha solicitado, y un 42% la ha tenido.

Otras razones para no dejar al maltratador son el no tener otro lugar al que ir (un 32%), mientras que un 7% lo había intentado, pero no lo llevó a cabo por falta de apoyo familiar si finalmente se marchaba, y 3 de cada 10 dijo que antes no era como ahora, es decir que la violencia dentro del matrimonio estaba aceptada socialmente. 

Por otro lado, 32% de ellas pensaba que si se separaba del marido sus hijos/as sufrirían más que si se quedaba, y un 23% no abandonaba al maltratador porque psicológicamente estaban controladas por él y siempre que la agredía ella le daba otra oportunidad porque él afirmaba que cambiaría, mientras que otro 23% dijo que no abandonaba a su marido porque “se había conformado”. 

Por regla general, los episodios de violencia están vinculados a acontecimientos vitales importantes dentro de la pareja como así lo muestran los datos. De las mujeres encuestadas el 78% del total de episodios violentos los ha vivido dentro del matrimonio mientras que el 30% ya se produjeron en el noviazgo, otro 30% en el momento del nacimiento de las hijas e hijos, y el 43% de los episodios violentos van aparejados a los problemas económicos.

En concreto si hablamos de violencia física, las cifran son espeluznantes: el 50% ha sufrido más de dos tipos de lesiones físicas y el 25%, cuatro o más a la vez. Si vamos a datos más desgranados encontramos que el 78% ha sufrido tirones de pelo, y empujones; el 75% han sido abofeteadas o les han tirado objetos contundentes a la cabeza; el 63% han sido golpeadas con el puño o con algún objeto; el 50% han sido pateadas y/o arrastradas por el suelo; el 44% han sufrido amenazas con cuchillos, armas de fuego u otro tipo de armas; y el 30% han sido asfixiadas o han intentado quemarlas vivas. 

En cuanto a las lesiones sufridas como consecuencia directa de las agresiones, el 68% han tenido hematomas, cortes y/o rasguños; el 28% tiene lesiones en la vista y/u oídos; el 18% han tenido luxaciones, el 15% esguinces y el 12% han sufrido fracturas de huesos; el 11% han tenido heridas profundas y otro 11% han padecido lesiones internas.

Si atendemos a los hijos e hijas, el 70% de las encuestadas afirma que éstos han sido testigos de agresiones físicas y verbales; y el 19% de ellas dicen que como consecuencia de estas agresiones sus hijos/as han sido víctimas también de lesiones físicas graves en algún momento.

En relación a la violencia sexual, los datos son también tremendamente dramáticos. El 56% de las mujeres han sido violadas sistemáticamente dentro del matrimonio por miedo a sufrir violencia física si se negaban, mientras que el 30% manifestó haberse visto obligadas a realizar prácticas sexuales indeseadas que eran humillantes para ellas.

No menos dramáticos son los datos de la violencia psicológica: el 75% de las encuestadas ha padecido este tipo de violencia. La forma más frecuente de ejercer este maltrato se hacía a través de control (8 de cada 10) tanto sobre con quien iban, donde estaban y cuando salían hasta el punto de aislarlas de sus amistades y familiares, o bien eran tratadas con indiferencia o eran ignoradas sistemáticamente, incluso la mitad de ellas refirió que se las había llegado a prohibir hablar con otras personas, o expresar opiniones propias. Por toda esta presión psicológica las mujeres mayores que sufren violencia de género tardan una media de 26 años en solicitar ayuda.

Como resultado de todo este calvario prolongado la salud integral de las mujeres mayores víctimas de violencia de género es nefasta como así corroboran los datos del estudio. Un 39% de las encuestadas consideraba que su salud era regular, mientras que el 31% dijo que era malo o muy malo. Como dato comparativo, cuando se comparó a estas mujeres con mujeres del mismo grupo de edad que no han sido víctimas de violencia de género se observó que las que sí la han sufrido superan en 5 puntos perceptuales al grupo de mujeres no víctimas en la valoración de su salud como mala o muy mala.

Si atendemos a la salud mental, encontramos que 7 de cada 10 mujeres mayores víctimas de violencia de género padecen depresión (el 32%), ansiedad (24%), estrés, angustia… Y de todas ellas, el 59% no recibe ningún tratamiento psicológico ni psiquiátrico.

Cómo combatir la violencia de género en la tercera edad y recursos

En el informe “La violencia de género en la pareja o en la expareja de mujeres mayores de 60 años”, elaborado por la profesora y Dra. antropóloga Carmen Meneses de la Universidad Comillas, en 2019, mediante entrevistas a 833 mujeres usuarias de los centros de mayores de la Comunidad de Madrid, reveló que la violencia de género en la tercera edad tiene un patrón que se repite, abusos psicológicos y físicos por más de 30 años que acaba por ser normalizado y naturalizado por la víctima, cuyo final suele ser o muerte natural del agresor o ellas huir de sus casa o de la residencia donde conviven con él.  Estas conclusiones demuestran que los datos recabados por el informe de Cruz Roja y la Carlos III para la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género también del año 2019 se corresponden con los datos del estudio de la Dr. Meneses.

Desde 2010 se ha producido un alarmante número de feminicidios en la tercera edad.

De las asesinadas en 2019, hubo mujeres de 78, 84, 90, 95, 67 y 60 años de edad, un 22% del total.

(fuente La violencia de género en la pareja o en la expareja de mujeres mayores de 60 años”)

Para poder dar ayuda y hacer accesible los recursos a las mujeres mayores, primero hay que tener en cuenta que para ellas conseguir dejar a sus maltratadores es diferente que para las jóvenes porque la realidad vital de unas y otras es radicalmente diferente. Precisamente porque no se tienen en cuenta estas diferencias es por lo que no les llega la ayuda y los recursos adecuadamente.

Una de las principales barreras que encuentran es que al ser mujeres mayores o muy mayores cuyas vidas están ya hechas, el marcharse de casa o de la residencia en la que conviven con sus maridos agresores para empezar de nuevo supone un mundo. A menudo ven que necesitan pedir ayuda a sus hijos e hijas para lograrlo, algo que no quieren para no ser una carga, ni tampoco quieren sentirse dependientes de ellos.  Por eso para ellas una gran fuente de ayuda a nivel de apoyo psicológico informal que las ayuda a soportar la situación tan penosa que viven a diario, es su red social que suele estar conformada por vecinas y amigas, muchas de las cuales pasan por las mismas vicisitudes en su matrimonio, pero ciertamente, los recursos de apoyo psicológico accesible y adaptado a estas mujeres son escasos.

La Dra. Meneses en su informe recabó datos muy reveladores a través de las entrevistas que realizó a las usuarias de las residencias de Madrid de los cuales se desprendió que en la gran mayoría de mujeres víctimas identificaban los gritos y los insultos como violencia machista; el 80% de las entrevistadas afirmó que la violencia de género en parejas mayores está oculta, en cambio más del 20% afirmó que la violencia que ejercían sus maridos contra ellas tenían que aguantarlo “por amor” y que era algo privado que no debía salir del espacio doméstico. 

(fuente La violencia de género en la pareja o en la expareja de mujeres mayores de 60 años”)

Pero no todo es tan negativo, entre tanta tragedia, una de las cosas positivas que se han conseguido últimamente es que dentro de las residencias de mayores haya un cierto compromiso por parte del personal de estar atentos a las señales que puedan indicar que una mujer está siendo maltratada por su marido y en consecuencia actuar para ayudarla a salir de la situación de violencia, ya que son estos lugares espacios ideales en los que poder detectar el maltrato más pronto que tarde. Por eso, también, es indispensable aprender a identificar las señales y para ello es importante hacer hincapié en la importancia de tener profesionales especializados en violencia de género, empáticos y pacientes para poder tratar a estas mujeres eficaz y debidamente. 

Por otro lado, un recurso al que poder derivar a estas mujeres o al que pueden acudir es la Comisión para la Investigación de Malostratos a Mujeres, (en Madrid), ya que es una de las pocas organizaciones que posee dentro de ella un departamento centrado en violencia de género en la tercera edad. Ofrece asesoramiento, ayuda, y salidas a su situación.

En la Fundación Luz Casanova, también con sede en Madrid, creó en 2019 un proyecto de atención integral y especializada a las mujeres mayores víctimas de violencia de género llamado “Mírame soy visible”. El proyecto nació a raíz de detectar que la atención a las víctimas mayores era escasa y que no se encontraban datos empíricos sobre su situación, a pesar de saberse que el número de víctimas era elevado, por ello contactaron con la Dra. Meneses, autora del informe anteriormente citado, para facilitarles los resultados de su informe que confirmaron las sospechas. Que la situación de las mujeres mayores víctimas de violencia de género es dramática.

(fuente La violencia de género en la pareja o en la expareja de mujeres mayores de 60 años”)

Con los datos en la mano, se crearon grupos de apoyo centrados en trabajar el desarrollo personal en los que poder trabajar la autoestima de las mujeres y la comunicación asertiva que las permitiera aprender a decir “no”, tener herramientas para defenderse sin tener en consideración su edad, aprender a identificar la violencia y a “desnormalizarla”. Grupos con profesionales sanitarios (personal médico, de enfermería, auxiliares, y sociosanitarios) formados en detección y tratamiento de casos de violencia de género, pero además especialmente en la que se produce en la tercera edad, y con perspectiva de género. Aunque el gran reto está en conseguir que estas especificidades entren dentro del currículo formativo de estos profesionales, así como dentro de los servicios sanitarios de atención primaria. 

Cabe mencionar que la Fundación Luz Casanova tiene otro proyecto desde 2017 dedicado a las mujeres mayores víctimas de violencia, proyecto “Hazte Visible, hazme visible” desde el cual se trabaja en dos líneas, una la sensibilización y detección de casos, y dos la atención a mujeres mayores en situación de violencia de género.

Siempre me gusta cerrar el artículo con una frase significativa, este lo voy a cerrar con un video. Es el video de la intervención de Ana Orantes en aquel programa de diciembre de 1997 que marcó un antes y un después dentro de la lucha contra la violencia de género y por el cual tenemos hoy la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que nos protege a todas de esta violencia específica que sufrimos solo por nacer mujeres, algo que a ella le costó la vida y que hoy más de 20 años después hay quienes desde sillones en el Parlamento español y alguno autonómico quieren derogarla para volver a épocas en las que las mujeres solo teníamos el callar y aguantar. NUNCA MÁS. 

Originalmente publicado en: https://nuevarevolucion.es/violencia-de-genero-en-la-tercera-edad/

Artículo por: Laura Isabel Gómez Garcia, La Gata Negra.

Mutilación genital femenina: Las tradiciones no aman a las mujeres

Artículo publicado originalmente en NuevaRevolución.es, 10/06/2019

https://nuevarevolucion.es/mutilacion-genital-femenina-las-tradiciones-no-aman-a-las-mujeres/

La mutilación genital femenina es una de las practicas más brutales contra los derechos humanos de las mujeres que existen. Una “tradición” milenaria que aun a día de hoy en el S.XXI se sigue practicando en diferentes países del sur global, incluso del norte, aunque si bien es cierto, en los países occidentales se hace de manera clandestina, ya que existen leyes que prohíben totalmente esta tortura de los cuerpos de las niñas.

Cabe decir que es un ritual cultural, no religioso. No existe en el Corán o en cualquier otro libro sagrado ninguna indicación que diga que esto ha de hacerse a las niñas. Aunque poco importa si es un ritual cultural o religioso, ya que en ambos casos el Patriarcado es quien dicta las normas; normas que siempre, siempre, en todas partes del mundo, en todas las culturas, en todas las tradiciones, en mayor o menor grado, la misoginia se hace palpable. Ejemplos hay muchos, a parte de la MGF, tenemos a las mujeres birmanas(Myanmar) con los cuellos de jirafa, los pies vendados de las mujeres chinas, las violaciones correctivas para “curar” el lesbianismo, por no mencionar los matrimonios forzados, los crímenes contra el honor, el matrimonio infantil, la prueba del pañuelo en la etnia gitana, la idolatría a la virginidad de la mujer que determina su honra, dignidad y pureza (esto es parte también de la cultura religiosa católica entre otras en países desarrollados de occidente), y así un largo etc. de culturas y tradiciones misóginas a lo largo y ancho del mundo.

En este artículo me centraré en la mutilación genital femenina (MGF) por centrarnos en uno en concreto ya que el tema es harto amplio como para poder abordar otras tradiciones patriarcales contra las mujeres.

Según las OMS, la MGF se define como todos los procedimientos en la resección parcial o total de los órganos genitales externos femeninos por razones que nada tienen que ver con una práctica médica. El único motivo de realizar esta resección es por una cuestión cultural dentro de las comunidades que la practican.  La MGF no solo está reconocida como una violación de los Derechos Humanos de las niñas y de las mujeres, es también una manera bestial y bárbara de representar la desigualdad entre hombres y mujeres. Viola los derechos a la salud, a la seguridad, a la integridad física y a no ser sujeto de torturas degradantes, incluso al derecho a la vida ya que en muchos casos la niña o la mujer que es sometida a esta tortura acaba muerta.

Los momentos críticos dentro del ciclo vital de una niña en el que corre más riesgo de ser víctima de la MGF son el nacimiento, la lactancia, durante la infancia, las niñas en la pubertad y adolescencia, en especial en el momento de la primera menarquía (primera menstruación); y de manera ocasional en la edad adulta.

Según datos de la OMS, 3 millones de niñas al año corren el riesgo de ser víctimas de MGF, y más de 200 millones de niñas y mujeres viven mutiladas genitalmente en la actualidad en 30 países de África, Oriente Medio y Asia. Aunque la MGF es un problema de escala mundial ya que los flujos migratorios hacen que en países del Norte Global haya mujeres procedentes de estos territorios y que por ende sus hijas puedan verse sometidas a la práctica mutiladora de manera clandestina.

Normalmente el ritual lo lleva a cabo una mujer con la participación de otras mujeres de la comunidad. Suele ser una mujer de referencia dentro del grupo de iguales que tiene el reconocimiento y el prestigio como una autoridad femenina sabia y experta en realizar el ritual de la mutilación. Cabe decir que, aunque es una práctica que realizan las mujeres sigue siendo un rito patriarcal porque éste se realiza por mandato de los hombres; son los hombres quienes ancestralmente instauraron dicha práctica y que las mujeres acatan, ya que de ello depende su aceptación en la comunidad, porque de otro modo serian repudiadas por su familia y los hombres. Hablamos de culturas donde la única misión en la vida de las mujeres es casarse y ser madre; si no están mutiladas, son consideradas impuras y ello las hace indignas de contraer matrimonio; son apartadas en el mejor de los casos, o expulsadas de su comunidad en el peor.

TIPOS DE MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA

Tipo I “clitoridectomía”

Extirpación parcial o total del clítoris y del prepucio.

Tipo II “excisión”

Extirpación parcial o total del clítoris y de los labios menores.

Tipo III “infibulación”

Extirpación total del clítoris, del prepucio, de los labios menores y además se cosen los labios mayores por encima de la uretra y la entrada de la vagina (infibulación).

Tipo IV “infibulación total”

Extirpación total del clítoris, del prepucio, de los labios menores y además se cosen los labios mayores por encima de la uretra y la entrada de la vagina dejando una mínima apertura para poder expulsar la orina y los fluidos menstruales (infibulación total).

*La siguiente imagen ilustra de manera clara los 4 tipos de MGF*

COMPLICACIONES PARA LA SALUD

Las complicaciones y los riesgos para la salud de las mujeres y niñas que han sido sometidas a la MGF son múltiples y varían según el grado de gravedad del procedimiento que se ha llevado a cabo, según sea el tipo 1, 2, 3 o 4. Entre ellas destacan:

  • Dolores intensos
  • Hemorragias
  • Infecciones, fiebres altas
  • Tétanos
  • Shock, Estrés postraumático
  • Problemas urinarios, infecciones de orina
  • Múltiples trastornos psicológicos
  • Problemas vaginales
  • Problemas menstruales
  • Problemas sexuales (coito doloroso)
  • Complicaciones en el parto
  • Mortalidad neonatal
  • A las mujeres a las que se les ha practicado la mutilación tipo 3 es necesario que se les haga un corte con el fin de ensanchar la abertura vaginal para hacer posible el coito y el parto (desinfibulación). A menudo la zona genital de estas mujeres es cosida en diferentes ocasiones tras dar a luz; con lo que se ven sometidas a aperturas y cierres repetidamente aumentando así para ellas mayores riesgos para su salud, además de ser una terrible tortura que no cesa en toda la edad fértil de la mujer.
  • MUERTE

POR QUÉ LA PRÁCTICA DE LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA:

Factores culturales y sociales

Cabe decir que las razones por las que la MGF se lleva a cabo es diferente según la región, y según la época en la que se producen; aunque siempre están vinculados a factores socioculturales de las comunidades donde se practica.

La MGF es una norma social establecida que ejerce una presión sobre las personas para que esto ocurra con el fin de una aceptación social y por evitar el rechazo de la comunidad y del grupo de iguales; son estas dos razones las más fuertes las que hacen que se perpetúe la práctica de mutilar genitalmente a niñas y mujeres; razones y motivaciones que por su fuerte arraigo en las comunidades hacen que no se cuestionen ni se permitan las voces discordantes.

La MGF es considerada como parte necesaria en el proceso vital de las niñas con el fin de prepararlas para “su misión” en la adultez: ser madre y esposa.

La mutilación genital de las niñas se practica para encajar en los cánones de lo que se considera una conducta sexual honrosa ya que, de ese modo, con el sellado de la vagina y la extirpación del clítoris se asegura la virginidad antes de contraer matrimonio, y también para asegurar la fidelidad dentro de él. Esto solo sucede con las mujeres dado que se realiza en contextos donde el proyecto vital de ellas se reduce a contraer matrimonio y ser madre, y estar genitalmente mutiladas aumenta las probabilidades de casarse puesto que va asociado a modelos culturales de feminidad en los que el recato y la pureza de las niñas las hace hermosas porque han eliminado de su cuerpo las partes impuras que no son propias de la mujer (el placer sexual es considerado un atributo únicamente masculino).

Esto es porque dentro de estas comunidades existe la creencia de que la mutilación genital de las mujeres reduce la libido de éstas, reduce las probabilidades de mantener relaciones sexuales extramatrimoniales o fuera del matrimonio, y hace que la práctica del sexo no sea placentera. Si la mutilación es de tipo 3 (sellado/estrechado de la abertura vaginal), el miedo al dolor que causa su apertura y la vergüenza al descubrimiento hacen que las mujeres temerosas no practiquen sexo fuera del matrimonio ni que se planteen una infidelidad. Podría decirse que es un “cinturón de castidad” bestial y torturador.

Es importante decir que no hay escritos religiosos que recojan la MGF como mandato divino, aunque estas comunidades piensen que a ojos de Dios esto es deseable para las mujeres, legitimando así una práctica torturadora y misógina que somete a las mujeres mediante el uso del “temor de Dios”, y que es pilar de una sociedad patriarcal donde las religiones son un brazo de ésta para someter a las personas, y en especial a las mujeres, como sucede siempre, esgrimiendo así estas razones del temor a Dios, para su mantenimiento. Aunque dentro de los líderes religiosos de estas comunidades hay diferentes posturas al respecto. Hay quienes la fomentan, otros son indiferentes a ella y otros, afortunadamente, trabajan por su erradicación.

LA COMUNIDAD INTERNACIONAL ANTE LA MGF

La OMS, UNICEF y la UNFPA, en 1997 se declararon conjuntamente contra la Mutilación Genital Femenina. Desde entonces se ha luchado incansablemente contra la MGF tanto a nivel de trabajo en las comunidades, como a través de la investigación e implementando políticas públicas. Todo ello ha hecho que haya habido progresos a nivel tanto internacional, nacional como local para revertir esta realidad tan penosa que afecta a mujeres a escala mundial haciendo que cada vez más países adopten medidas encaminadas a la erradicación de la MGF y aumentando el número de mujeres y hombres que se declaran en contra de esta práctica dentro de las comunidades que ancestralmente venían realizándola.

ESPAÑA, VALENCIA, UNIDAD DR PESET

En nuestro país, en la ciudad de València, en el Hospital Doctor Peset, la Consellería creó la Unidad de Referencia para la Cirugía Reconstructiva de la Mutilación, en junio de 2016. En su web http://doctorpeset.san.gva.es/mgf se pueden encontrar recursos útiles para la concienciación, la divulgación de información en materia de la MGF, así como para su detección y prevención:

Esta Unidad de Referencia se dedica al seguimiento y tratamiento integral de las mujeres víctimas de MGF. Las mujeres afectadas que así lo deseen reciben asistencia especializada en esta materia por parte de un equipo humano multidisciplinar formado en Psicología, Sexología y Ginecología para así poder abordar y hacer frente a las consecuencias nefastas que para la salud de estas mujeres tiene el haber sido mutiladas, con un tratamiento personalizado y adecuado a cada caso.

La Unidad de Referencia para la Cirugía Reconstructiva de la Mutilación del Hospital Dr. Peset tiene también el compromiso de trabajar activamente por la prevención de esta práctica a niñas nacidas o residentes en nuestro territorio y pertenecientes a etnias de países donde la MGF está arraigada.

MARIAMA

Me gustaría finalizar este artículo de temática tan dura con un poco de esperanza a través de este corto de animación, realizado por Mabel Lozano. Una historia de la vida real, con nombre de niña, y desde una perspectiva diferente que apela directamente al poder que tienen los hombres para acabar con estas prácticas torturadoras hacia las mujeres y niñas de sus países.

Laura Isabel Gómez García (La Gata Negra)

¿Por qué hay que ser abolicionista?

Link a la publicación original del artículo

https://nuevarevolucion.es/31337-2/

EL FEMINISMO ABOLICIONISTA lucha contra toda forma de mercantilización de los cuerpos de las mujeres: prostitución, vientres de alquiler y pornografía. Todas ellas son las maneras mássalvajes, crueles e inhumanasde aprovecharse del uso del cuerpo de las mujeres para el beneficio y disfrute propio de un tercero; ya sea este beneficio, económico (proxenetismo), de gratificación sexual (puteros), o para satisfacer el deseode ejercer la maternidad o la paternidad como es en el caso de los úteros de alquiler; siendo el Sistema Patriarcal el que propicia y pone a disposición el cuerpo de las mujeres para ser usado y/o comprado ejerciendo sobre ella una violencia machista, estructural, y sistemática que tiene un efecto brutal en la salud de las mujeres a todos los niveles, violando así los Derechos Humanos más básicos y de los que nadie jamás debería verse despojado por haber nacido mujer.

El Patriarcado y el Capitalismo forman una alianza “fraternal” y criminal con estos “negocios” entorno a la explotación de los cuerpos femeninos; “negocios” que vulneran Derechos Humanos fundamentales de las mujeres, y que han encontrado en el Neoliberalismo del S.XXI el amparo ideal bajo el cual cobijarse con la máxima de la “Libertad individual” que destierra de la ecuación algo que es fundamental en la defensa de los valores y los derechos de todas las personas; la colectividad. Aquello de “Lo que no quieras para ti no se lo desees a nadie”, se ha borrado totalmente. Es la carencia total de la empatía y la perversión de la palabra “Libertad”. Hago lo que quiero porque puedo, porque quiero y porque tengo el dinero para pagarlo; no importa si con ello estoy sacando beneficio de la necesidad económica o la desgracia personal de alguien.De ahí que la defensa de estas formas de mercantilización del cuerpo de las mujeres sea directamente incompatible con el Feminismo y con la defensa de los Derechos Humanos. Porque no es que sea bueno para ti, es más bien si el ejercicio de tu libertad está perjudicando a una gran mayoría de personas, pues en ese caso no es bueno para nadie.

IDEARIO ABOLICIONISTA

La prostitución NO ES UN TRABAJO porque es la forma más atroz de dominación patriarcal organizada por hombres que oprime a todas las mujeres y esclaviza a un gran número de mujeres y niñas a través de las redes de trata con fines de explotación sexual. Es lo que llamamos Sistema prostitucional o prostituyente, en el que poco importa si la mujer ejerce la prostitución “libre” u obligatoriamente. Porque puede que la prostituta sea libre y autónoma, pero el Sistema prostitucional/prostituyente NO ES defendible, ni es lícito, ni legitimo porque no tiene ningún interés en el bienestar de las prostitutas/prostituidas, ya que su único interés en ellas es el de extraer el máximo beneficio posible de las cajas registradoras en las que se convierten sus vaginas, bocas y anos para así enriquecerse a su costa.

La prostitución NO ES UN TRABAJO porque admitir que las mujeres tienen el derecho a vender sus cuerpos, es admitir y transigir con que los hombres tienen derecho a comprarlas (Françoise Héritier).

El abolicionismo estáen contra de la regularización (legalización) de la prostitución, porque ello perjudicaría a TODAS las mujeres. Porque mientras se acepte y se tolere la prostitución en nuestras calles y en la sociedad como si de una salida laboral más se tratase, todas las mujeresseremos prostitutas o prostituibles.

La prostitución NO ES UN TRABAJO porque nos expone a mayor violencia sexual, es incompatible con la Igualdad en las relaciones afectivo-sexuales, y expone a cualquier mujer, (niñas y jóvenes especialmente), a poder ser captadas por las redes mafiosas para introducirlas en el infierno de la prostitución para la satisfacción sexual de puteros y el lucro económico de los proxenetas.

La prostitución per se es violencia y una la vulneración de los Derechos Humanos más básicos, legalizarla hace con ello que aumentela demanda de prostitución y por ende la trata de mujeres y niñas para abastecer dicha demanda en prostíbulos, macro burdeles y pisos donde las mujeres son abusadas, usadas y tratadas como ganado para que los proxenetas y sus mafias se enriquezcan aumentando con ello su poder e influencia en la sociedad y en la política. Quiero citar mi artículo anterior en el que repaso el Modelo Alemán (regulacionista) y en el que queda claro que tras diecisiete años en vigor ha dejado patente que es un fracaso estrepitoso considerar la prostitución un trabajo, y que dar supuestamente “derechos laborales” a las prostitutas solo ha beneficiado a puteros y proxenetas, ha incrementado la trata y las condiciones de las prostituidas han empeorado. Tampoco el Modelo Regulacionista Neozelandésal que ahora algunos y algunas se aferran ha logrado los objetivos de mejorar las condiciones de las prostitutas/prostituidas, sino todo lo contrario, es aún peor que en Alemania con el Modelo Regulacionista Alemán.

ABOLICIÓN NO ES PROHIBICIONISMO

Estamos de acuerdo que las prostitutas libres y autónomas deben tener derechos, nadie dice que no los tengan, nadie pretende que se dediquen a otra cosa si es que ellas son felices prostituyéndose, o ese es su camino en la vida, pero la legalización no es la manera de protegerse. Quizás deberían organizarse de otro modo; luchar porque su situación quedara recogida dentro de la Ley de Autónomos, ver cómo hacer que sus condiciones de trabajo y prácticas sexuales no vulneren la Ley de Prevención de riesgos laborales en el puesto de trabajo, etc. Pero eso es bastante improbable porque querer hacer pasar a la prostitución como “un trabajo” más es incompatible con cualquier ley, convenio, medida laboral; porque en el ejercicio de ella se vulneran todos los convenios laborales, es imposible la aplicación de la normativa recogida en las leyes nacionales e internacionales de Prevención de Riesgos Laborales y porque una mujer en prostitución es carne de cañón para la violencia sexual.

Para muestra lo sucedido con “la manada de Murcia”y la prostituta a la que violaron. La regularización no hubiera cambiado nada el desenlace de esta historia ya que como reveló el estudio alemán del Ministerio Alemán de la Familiaen 2004 con la ley regulacionista ya en vigor, un 92% de las prostitutas dijo haber sido violada en el ejercicio de algún servicio.

Los puteros NO SON CLIENTES, son explotadores de mujeres, porque compran y alquilan los cuerpos de las mujeres, así como el interior de estos.Cabe recordar que, según datos de la ONU de febrero de 2019,los puteros españolesson los mayores consumidores de prostitución de Europa y los terceros del mundo después de Tailandia y Puerto Rico.

CULTURA DE LA VIOLACIÓN

La pornografía NO ES UNA INDUSTRÍA, es violencia sexual banalizada, y es otra forma de explotación del cuerpo de las mujeres, que además es filmada para la exposición pública; y en la que la mayoría de sus “actrices” son víctima de trata y/o prostitución.

Los pornógrafos NO SON CINEASTAS, son proxenetasque se lucran del maltrato y la violencia a las mujeres que filman.

La pornografía NO ES CULTURA ya que tiene consecuencias devastadoras en la sexualidad de los y las más jóvenes, normaliza la violencia sexual, y la correlaciona directamente con el incremento de casos de violaciones en grupo y con la violencia machista en edades muy tempranas, además de ser la fuente máxima de la infame “cultura de la violación”. Según datos registrados, evidencian como ha aumentado exponencialmente las violaciones múltiples en el territorio español, en concreto desde 2016, se han producido 104 violaciones grupales de las cuales un 13% fueron pornificadas(grabadas con móviles); el último dato es de 14, a fecha de marzo de 2019 (59 en 2018 en total).

Es un hecho que hay una correlación entre el uso de la pornografía como medio de educación sexual de los jóvenes (ellos para aprender a practicar sexo, y ellas para aprender a satisfacer “las necesidades” de ellos). El primer acceso a la pornografía se produce a la temprana edad de 10-11 añosy la accesibilidad de ésta a través del móvil y/o internet es otra gran parte de esta problemática que hay que atajar para evitar la violencia machista en los adolescentes por imitación de lo que ven on-line de sexo explícito que les lleva a confundir fantasías con la realidad de las relaciones afectivo-sexuales igualitarias y todo lo que ello implica. El sexo, no es solo sexo, en ello intervienen múltiples emociones, afectos y apegos que ellos y ellas obvian por no recibir la educación sexual adecuada. No hay más que ver el programa “Salvados” de Jordi Évole, el capítulo “La Mala Educación”, que está dedicado a la sexualidad de los y las adolescentes

EL MODELO NÓRDICO (ABOLICIONISTA)

Suecia fue pionero en 1999 de la penalización de la prostitución. Una ley que ha supuesto un medio eficaz, contra la compra/venta de mujeres y niñas prostituidas; ha ayudado a desarticular las redes de trata (a día de hoy no existe trata en Suecia), ha hecho bajar la demanda de prostitución, así como ha ayudado a disminuir la violencia ejercida contra las prostitutas, y se ha dotado de medios a las instituciones para dar oportunidades de salida a las mujeres, para poder rehacer sus vidas mediante otras opciones con las que vivir y alimentar a sus familias.

Ley que ha sido defendida por organizaciones mundiales que trabajan directamente contra la explotación sexual, con mujeres prostituidas y víctimas de trata; entre ellas CATW- Coalición Contra la Trata de Mujeres.

La citada ley sueca de 1999 que se promueve y defiende desde el Abolicionismo recoge las siguientes medidas:

  • Medidas efectivas contra la violencia sexual y el abuso sexual infantil ya que muchas mujeres acaban en la prostitución a causa de ello.
  • Desarticulación de las redes criminales pedófilasalojadas en sistemas especiales anti-rastreo en Internet (Internet Profunda) donde van a parar víctimas de secuestro.
  • Renta Básica, ayudas sociales, medidas de protección, formación y el tratamiento médico y psicológico necesariopara que las mujeres puedan abandonar la prostitución de forma segura.
  • En el caso de las mujeres inmigrantes, medidas para quela persecución de los explotadores no dependa de la interposición de una denuncia por parte de las mujeres, con además una adecuada protección de las víctimas una vez han denunciado.
  • El Estado multa y denuncia a los puteros (no a las prostitutas), con los consiguientes antecedentes penales, y se envía la multa al domicilio familiar. Ha quedado demostrado que estas medidas contra los puteros reducen drásticamente la demanda y por lo tanto la trata.
  • Perseguir y endurecer leyes y condenas contra proxenetas, y mafias. Cerrar de inmediato los burdeles e incautar todos los bienes en posesión de los explotadores.
  • Vuelta al Código Penal de la tercería.
  • Implantación de una asignatura específica de educación afectivo-sexual.
  • Formación adecuada del personal profesional que atiende a las mujeres víctimas de la trata y la prostitución.
  • Campañas centradas en, y dirigidas a los puteros, que les informe de las sanciones y antecedentes penales en los que incurrirán.
  • NO A LA ESTIGMATIZACIÓN DE LA MUJER PROSTITUIDA.

Por Laura Isabel Gómez García

¡OFERTA! Derechos Humanos a 50€

Link a la publicación original del artículo

https://nuevarevolucion.es/oferta-derechos-humanos-a-50e/

El Regulacionismo, (Modelo alemán), que se caracteriza por “vender la moto” de querer revestir de “derechos” a las prostitutas y que se ha autoproclamado como el “Movimiento pro-derechos” dentro de un pseudo feminismo posmoderno.

Se caracteriza por querer hacer pasar la prostitución como “trabajo” (sexual), a las mujeres prostituidas como “trabajadoras” (sexuales) que como tales necesitan y deben tener unos derechos laborales reconocidos como cualquier otra persona que trabaja en una empresa, actividad, gremio, etc. y que en aras de esa supuesta libertad de mujeres libres, valga la redundancia, necesitan ver legalizada su actividad con el fin de ser respetadas social y laboralmente. Esto es lo que se podría llamar “Vivir en los mundos de Yupi”. Tratar de blanquear la prostitución y hacerla pasar como una profesión más, es la banalización total de lo que en realidad es: explotación sexual y esclavitud de mujeres.

Estamos de acuerdo que las prostitutas necesitan una ley que las proteja, pero desde luego ésta no pasaría por la legalización de la prostitución, ni bajo el Paraguas Rojo símbolo del “Regulacionismo” de países como Alemania o Nueva Zelanda; y de aquellos y aquellas que ven en El Barrio Rojo de Ámsterdam un Rodeo Drive, un Harrods o un Corte Inglés plagado de escaparates con las ofertas de la temporada y las nuevas colecciones que comprar.

ES FALSO que el Regulacionismo sea “PRO-DERECHOS” de las mujeres prostituidas.

El discurso regulacionista es el discurso del Lobby proxeneta, de chulos y puteros. El único movimiento PRO-DERECHOS de verdad es el que persigue la abolición de la prostitución.

El Feminismo hace muchas décadas que advirtió que este momento llegaría; que el Lobby Proxeneta se instalaría en el Feminismo para utilizarlo para “vender” su discurso de la “puta libre y feliz”. Y así ha sido.

El auge de las políticas capitalistas y neoliberales, ha creado “la tormenta perfecta” para que el discurso proxeneta regulacionista de la legalización de la prostitución se instale en la sociedad, infiltrándose en el movimiento feminista queriéndolo hacer pasar por una falsa preocupación por las mujeres “libres” y las condiciones “de trabajo” en las que ejercen la prostitución.

Pero nada más lejos de la realidad, si de verdad se quisiera lo mejor para las prostitutas se perseguiría a los prostituidores, se querría erradicar esta esclavitud sexual del cuerpo de las mujeres, y se procuraría trabajar hacia la idea de volcar los esfuerzos en exigir a los Estados que hicieran políticas activas, sociales y eficaces que evitaran que las mujeres vieran en la prostitución una salida, y así ser realmente libres; ofreciéndoles ayudas en la búsqueda de empleo, ayudas a la formación y ayudas sociales que evitaran que el interior de sus cuerpos fuera vendido para ser usado para echar polvos a 5 euros. Nunca la libertad, y ser libre han sido tan perversos como en este siglo XXI, fanático del concepto que de ello tiene el Neoliberalismo imperante, donde la ética ha sido totalmente borrada.

En el año 2002 Alemania aprobó la ley que convirtió a las mujeres prostituidas en “trabajadoras sexuales” bajo las premisas de: evitar la estigmatización de estas mujeres, considerar la prostitución como un trabajo digno y dotar de derechos a las prostitutas para así ser trabajadoras de pleno derecho como cualquier otra persona que es autónoma o es contratada por una empresa. También se dijo que no era lógico legislar sobre la libertad de las prácticas sexuales entre adultos para prohibirlas o sancionarlas judicialmente ya que las personas son libres para mantener relaciones sexuales; y se permitió la publicidad de los negocios del sexo, eliminando cualquier restricción a la promoción de la prostitución.

Chicas 24 horas: Nuevas, jóvenes y baratas

Ese titular que puede parecer “fuerte”, es en lo que ha convertido la legalización de la prostitución en Alemania, a las mujeres prostituidas. La prostitución es desde hace 17 años una industria más del país germano que campa por sus respetos libre e impunemente. Para muestra de ello, aquí unos datos que ponen los pelos de punta. Esto es lo que ha hecho “de bien” por las mujeres, la legalización y la industrialización del sexo en Alemania desde el periodo 2002 al 2017 la legalización de la prostitución ha propiciado (datos extraídos de este artículo que todo el mundo que defiende el discurso regulacionista debería leer: https://somoslamitad.wordpress.com/2016/11/14/el-modelo-aleman-esta-creando-el-infierno-en-la-tierra/)

  • 14.6 BILLONES de euros de beneficios extraídos directamente de los cuerpos penetrados de las mujeres.
  • 3500 burdeles registrados (lo que significa que hay muchos más no recogidos en los registros oficiales).
  • Proliferación de “mega-burdeles” para que cientos de puteros puedan consumir mujeres a la vez sin esperas, ni colas.
  • Aumento de un 30% de la demanda según fuentes policiales alemanas (hace 17 años el número de mujeres prostituidas era de 400.000, ahora mejor ni imaginarlo). De las cuales, según datos de 2017, sólo 44 prostitutas “libres y felices” estaban dadas de alta como autónomas; por lo tanto, el resto de prostitutas sigue sin seguridad social, sin derechos sociales o laborales, ni nada que se le parezca.
  • Aumento del turismo sexual que ya no viaja a países asiáticos, del Caribe o América Latina en busca de “chicas jóvenes y baratas”, ahora las tienen en el macro burdel o sala de fiestas de al lado de casa.
  • “Putódromos” con “tarifa plana” en los que por 50€ los puteros tienen bebida, comida y mujeres; por lo que es habitual encontrarse con centenares de hombres haciendo cola para entrar, donde las mujeres son prostituidas hasta la hora de cierre con las consecuencias físicas que ello supone para su salud.
  • El precio medio por polvo en un burdel es de unos 30€, de los cuales ellas pagan al chulo/proxeneta 25€ de impuestos + el coste del arrendamiento de la habitación donde trabajan y viven. Sí, en la misma habitación donde despachan a una media de 20-30 hombres al día allí ellas duermen, comen y viven. Las que ejercen en las calles venden sus vaginas, anos y bocas por unos 5€ de nada.
  • La prostitución se publicita en guías turísticas del país ofreciendo promociones en los burdeles y macro burdeles de las ciudades; como quien compra un billete para ir a un musical, a un museo, etc. dentro de la oferta cultural de la ciudad incluyendo tours guiados por los burdeles de moda.
  • Los proxenetas han pasado de ser delincuentes a ser empresarios hoteleros que “alquilan habitaciones”.
  • 200.000 hombres compran mujeres en Alemania, el 18% son puteros habituales y un 80% ha pisado un burdel al menos una vez.
  • En cuanto a la trata, se ha pasado de 151 personas condenadas por tráfico de mujeres en el año 2000, a 32 condenados según datos registrados por la policía en 2011. No porque se redujera la trata, sino porque ya no se denuncia debido a la impunidad que la legalización de la prostitución ahora procura a las mafias de tratantes.
  • Ese mismo año (2000), según la policía 636 mujeres fueron traficadas, 13 eran menores de 14 años y 77 menores de 18.

Otro dato importante:

  • El 95% de las mujeres prostituidas no son alemanas, sino que proceden de otros países (Europa del Este, Caribe, América Latina, África, y China principalmente); de las que el 30% son chicas menores de 21 años.
  • Lo que evidencia que hay una clara correlación entre ser mujer, ser pobre e inmigrante. Mujeres en su mayoría captadas en el país de origen a través de la táctica del “Lover boy”.

‘Frischfleisch” (carne fresca)

  • En las prácticas sexuales de los puteros se observa un crecimiento en el nivel de perversión y con ello el aumento de la peligrosidad para las mujeres prostituidas que son objeto de violencia impunemente. El estudio Zumbek, (Alemania 2001) reveló que el 70% de las prostitutas habían sufrido agresiones físicas por parte de los puteros, pero es que otro estudio realizado por el Ministerio Alemán de la Familia en 2004 con la ley regulacionista ya en vigor, reveló que un 82% de prostitutas había confesado sufrir violencia psicológica y un 92% dijo haber sido violadas.

Hablando de las prácticas sexuales, el artículo citado menciona “un menú” que se oferta desde los burdeles alemanes, en el que se recogen los siguientes “platos”:

AF: anal con la lengua
AFF: penetración anal con puño
AO: todo sin preservativo
Braun-weiß: jugar con heces y esperma
DP: penetración doble o sexo con dos mujeres
EL: lamer los testículos
FFT: penetración completa con puño
FT: sexo oral sin preservativo y tragando el esperma
GB: sexo en grupo (varios hombres) con eyaculación en la cara de la prostituta
GS: sexo en grupo
KVP: defecar sobre la prostituta
SW: una mujer entre dos hombres
TBL: sin tabúes, todo está permitido
ZA: lamer el ano

Y hablando de perversión, uno de las novedades es el sexo con mujeres prostituidas embarazas. El ginecólogo W. Heide denuncia el incremento en la demanda de mujeres gestantes lo que hace que se busque y se capte para ejercer la prostitución a embarazadas con necesidades económicas. Estas mujeres son obligadas a tener sexo con entre 15- 40 hombres/día hasta el momento del parto; volviendo en pocos días “al trabajo” sin respetar el periodo de cuarentena que es necesario para poder tener relaciones sexuales con penetración sin dolor.

“Le abrí las nalgas, le clavé la polla y se quejó en silencio. Cuando estaba a punto de terminar, empotrándola más y más violentamente, quiso que parara y la follara por el coño. Pero yo no quería. ¡Lo siento, Vanessa! Después de varias embestidas más fuertes disparé mi munición y se la volví a clavar profundamente.”

(Opinión de un putero en el foro www.freiersblick.de Actualmente cerrado.

Pero podéis consultar este espacio web (en inglés) https://the-invisible-men.tumblr.com/ que trata del mundo de los foros de puteros)

No hay Ley de Prevención de Riesgos Laborales en el mundo libre que pueda admitir ninguna de estas prácticas como admisible para las condiciones de trabajo de cualquier ser humano. Ni “sindicato obrero” que realmente vele por el bienestar de sus trabajadoras representadas que recomiende, acepte e inste a sus representadas a aceptar este tipo de condiciones ni prácticas laborales ya que son inasumibles para el respeto de la dignidad de las mujeres. Simplemente, el AO (todo sin preservativo) es un riesgo para la salud que conlleva causas fatales, algo que por cierto antes de la ley regulacionista de 2002 estaba prohibido.

Por eso decir que el Regulacionismo, con el falso “sindicato” OTRAS como abanderadas es la lucha “pro derechos” de las prostitutas en España es MENTIRA. No es el discurso de las prostituidas, no es la defensa de los Derechos Humanos, la dignidad y la no estigmatización de las prostitutas. Lo que sí es cierto es que no es más que el discurso proxeneta que promueve e incentiva una actividad que vulnera y viola los derechos humanos de las mujeres, y que solo reporta el enriquecimiento de quien vive de la venta del cuerpo femenino y de quienes han hecho de la captación de mujeres su modo de vida.

El ginecólogo W. Heide que trabaja en la atención a mujeres víctimas de la prostitución calificó como catastrófica la salud de las prostitutas en su informe de 2017. A los daños físicos se le suman los psicológicos acompañados en muchos casos de adicciones a drogas y alcohol para poder soportar las condiciones en las que se ven sometidas a trabajar y en cuyo caso muchas son enganchadas a las drogas duras por los propios proxenetas y puteros para que se hagan “dóciles.

Siempre que se habla de la prostitución se centra la mirada en las prostitutas y no en los proxenetas y puteros. ¡YA BASTA! Los datos y cifras dejan bien claro dónde está el foco del problema: en Inglaterra un 7% de hombres compran sexo habitualmente. En España son el 39%; 37% en Japón y un 73% en Tailandia son ejemplos de algunos países.

La regularización no es la solución. Necesitamos implementar el Modelo Sueco (Abolicionista) en todo el mundo. El único modelo que se ha demostrado realmente eficaz en la lucha contra la prostitución y la trata; ambas caras del mismo problema. Porque no es cierto eso de que son cosas diferentes. La prostitución se nutre de la trata; del tráfico de mujeres, de su compra/venta, de su explotación sexual forzada, porque no niego que existan prostitutas libres y felices, como esas 44 que he mencionado antes; lo que sí afirmo categóricamente es que ninguna mujer nace para puta. Ninguna niña sueña con ser puta, ni ninguna adolescente frente a su examen de ingreso a la Universidad imagina matriculándose en la “Facultad de las putas felices y empoderadas”.

Abordaré el Modelo Sueco, (Modelo Abolicionista), en mi siguiente artículo.

Por Laura Isabel Gómez García

1865

15/04/2019Nueva Revolución

Por Laura Isabel Gómez


En 1865, durante la presidencia de Abraham Lincoln, la decimotercera enmienda a la Constitución de los EEUU decretaba el fin de la Esclavitud en todo el país haciendo que casi 4 millones de afroamericanos de los Estados del Sur pasaran de ser personas esclavizadas a personas libres.

Si preguntamos a cualquiera sobre la Abolición de la Esclavitud la inmensa mayoría dirá que ésta aconteció tras el fin de la Guerra Civil de los EEUU, dando así por hecho que aquello es algo que forma ya parte de un pasado muy lejano dentro de la Historia de la Humanidad; y que ello supuso uno de los grandes avances en la sociedad moderna, así como una gran conquista para los Derechos Humanos, marcando un antes y un después en la lucha antirracista que vendría a mediados del siglo XX con el movimiento por los Derechos Civiles de la mano de Rosa Parks, Martín Luther King, entre muchas otras personas afroamericanas que se han convertido en figuras históricas contra el racismo en EEUU y en el mundo.

Pues, ¡Bienvenidos y bienvenidas al mundo real! No es cierto que no exista la esclavitud. No es cierto que lleve abolida más de 140 años. La esclavitud se mantiene en nuestros días, de hecho, de un modo u otro ha estado vigente todas estas décadas, solo que ha estado invisibilizada porque el concepto que tenemos de “esclavitud” es el de personas negras trabajando en los campos de algodón de los Estados Confederados del Sur en los EEUU.

La esclavitud ha “mutado”, y se ha perpetuado hasta nuestros días de muchas maneras (esclavitud laboral, esclavitud sexual, servidumbre, etc.). Aunque yo me voy a centrar en la esclavitud sexual en el Estado español.

El Movimiento Feminista en España, en estas últimas décadas, está luchando por denunciar, y combatir la esclavitud del S. XXI: la prostitución, y la trata de mujeres para la explotación sexual, de la cual se nutre la toda poderosa “Industria del sexo”. Creo que es justo decir que la prostitución es uno de los “brazos armados” del Patriarcado.

España es el tercer país del mundo en consumición de prostitución, es el primero de Europa y es también uno de los principales destinos de la trata de mujeres.

Según datos oficiales, de Naciones Unidas, el 80% de la trata en el mundo tiene fines de explotación sexual y de ese 80%, más del 90% de las víctimas son mujeres y niñas lo que deja en evidencia que existe una relación clara entre prostitución, explotación sexual y trata. No son fenómenos aislados, sino que se retroalimentan mutuamente y es lo que hace que hablar de “legalización” sea algo tan peligroso y perverso.

La prostitución genera en España 10 millones de euros AL DÍA y supone según el INE el 0’35% del PIB. El 39% de los hombres españoles son consumidores de sexo de pago según datos de las Naciones Unidas, y se estima que unas 100.000 mujeres son prostituidas las 24 horas del día de las cuales el 90% son forzadas a ello.

Desde finales del S.XIX el Estado Español había firmado varios convenios contra la prostitución (1902, 1910, y 1921), siendo el convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución de Naciones Unidas en 1949 el último de ellos, lo que hizo que durante la primera mitad del S.XX se cerrara el cerco a la “Industria de la prostitución” en España.

En el año 1995 se reformó el código penal, mediante Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal (Art. 187)  lo que supuso un retroceso en la lucha contra la prostitución, ya que se establecía la peligrosa dicotomía de prostitución forzada vs. prostitución libre.

Los proxenetas ya no eran delincuentes, ahora eran “empresarios” y poco a poco la red de putódromos (burdeles y macro burdeles), como los llama la maestra Charo Carracedo, se extendió de tal modo que España es a día de hoy uno de los grandes burdeles de Europa y del mundo.

Por otra parte, el Movimiento Feminista no se ha quedado quieto. Su lucha contra la prostitución es histórica. En España las mujeres de la II República ya hablaron de la abolición de la prostitución. Con la reforma del Código Penal de 1995 las feministas volvieron a luchar por impedir que se convirtiera en un coladero de proxenetas, chulos, y puteros para poder explotar sexualmente a mujeres impunemente, porque obliga a las explotadas, tratadas,

y prostituidas a denunciar a sus tratantes/proxenetas/explotadores, cosa que muy rara vez sucede porque son mujeres en tal situación de vulnerabilidad y dependencia que por miedo no denuncian; aun así, la reforma salió adelante.

En la década de los 2000, el Movimiento Feminista siguió plantando cara a la toda poderosa organización de proxenetas, ANELA, cuyo líder José Luis Roberto El Cojo, es también el líder del partido político de extrema derecha España 2000.

En 2002 se creó la Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución a la que en los últimos años se han sumado muchas otras del resto del territorio español que aúnan fuerzas para luchar por la abolición de esta esclavitud moderna.

Claro que habrá mujeres que ejerzan la prostitución libremente. De hecho, he mencionado antes que del total de mujeres prostituidas en España el 90% lo hace de manera forzada, lo que significa que un 10% la ejerce de manera libre (supuestamente) pero esa no es razón para legalizar la prostitución. No se puede legalizar una actividad que en su inmensa mayoría tortura a mujeres usando sus cuerpos como receptáculos de semen, como dice Amelia Tiganus. No hay nada de empoderante en que tu cuerpo sea penetrado por boca, vagina y ano 30 veces al día por 5 euros por hombres a los que no deseas, no hay nada de empoderante en ser usada, vejada, maltratada, violada y golpeada las 24 horas del día; vivir atemorizada y coaccionada en que sí o sí has de “trabajar” porque si no la mafia matará a tus hijos, hijas, familia en tu país de origen.

Lily

Me viene a la mente la historia de Lily, la prostituta asesinada por su chulo en el Barrio del Raval de Barcelona la semana pasada. No salió en ninguna TV estatal, ningún gran medio de comunicación se hizo eco de su historia, de su asesinato, de su tragedia. La historia de Lily es la historia de la inmensa mayoría de esas mujeres que están en los burdeles, calles, polígonos, carreteras, rotondas, medio desnudas; mujeres que en ocasiones acaban muertas sin que a nadie le importe, sin que nadie les de voz y las incluya en estadísticas o en reportajes de TV en prime time.

Amelia Tiganus el otro día durante la rueda de prensa del Front Abolicionista del País Valenciano https://www.youtube.com/watch?v=1VVLRgH6tG4&t=546s dio datos de las mujeres prostituidas asesinadas en España entre el año 2010 hasta ahora: 48 prostitutas han sido asesinadas por puteros, según datos de feminicidio.net .El 29% (14 casos) se han producido en Andalucía, el 21% (10 casos) en Cataluña, y el 17% (8 casos) en la Comunidad valenciana; son éstas las comunidades autónomas con más prostitutas asesinadas.

ElUniversal.com.mx

La Prostitución se combate

Cuando la gente me dice, “Sí ya, pero es que… Hay que legalizarla porque y las prostitutas libres y felices ¿Qué?”. Yo siempre pongo este ejemplo: Cuando en EEUU se abolió la esclavitud, ¿te imaginas que alguien alegara que es que había negros en los campos de algodón esclavizados que eran felices porque sus amos eran buenos con ellos?

Quiero citar la película 12 años de esclavitud en la que, al protagonista, un hombre negro del Norte y libre, es vendido como esclavo en el Sur. Si la esclavitud no hubiera sido legal en todo el país, ese hombre no hubiera sido vendido, y de haberlo sido, hubiera podido denunciar a sus esclavistas y a sus tratantes para ser encarcelados. Lo que sacó a las personas negras de los campos de algodón fue la abolición. Porque los “amos” pasaron a ser delincuentes, y las personas de los campos pasaron a ser ciudadanos libres.

Mientras la prostitución no sea abolida todas las mujeres seremos prostituibles. No existe esa diferencia maliciosa que establece el Patriarcado entre “nosotras” (las no prostitutas) y “ellas” (las prostitutas). Como si hubiera mujeres nacidas para ser prostitutas, y luego estuviéramos las demás. No es cierto. Ninguna mujer de niña sueña con vender su cuerpo.

La explotación sexual no es legalizable. La explotación sexual se combate, se lucha contra ella por muy bueno que sea el proxeneta, por bueno que sea el putero, por muy bueno que sea el chulo. Porque no, ni los explotadores/ “clientes” son Richard Gere, ni las prostitutas son Julia Roberts que dicen “Yo digo quién, digo cuándo y digo cuánto”.

En el próximo artículo abordaré los 3 modelos más relevantes de legislación respecto a la prostitución desde las 2 perspectivas que se proponen en el debate sobre legalización sí, legalización no: El modelo nórdico (abolicionista), y los modelos alemán y neozelandés (regulacionistas).

Link al artículo original, publicado en: https://nuevarevolucion.es/1865-3/

Rompemos nuestra relación con la Confederación Española de la Policía (CEP)

Machismos cotidianos: cuento de Libertad

Con mi toga y mis tacones

20190308_112645Llega el 8 M y de nuevo en Con Mi Toga Y Mis Tacones queremos conmemorarlo -que no celebrarlo- de una manera especial. Me gustaría que llegara el día en que este blog publicara tal día como este un estreno normal, hablando de las cosas que pasan por nuestro mundo toguitaconado, sin necesidad de alertar a nadie sobre la necesidad de ponernos las gafas violetas, porque todo el mundo las llevara puestas de serie. Ojalá llegue pronto el día en que nada haga falta porque ya se ha roto el techo de cristal, se ha cerrado la brecha salarial y se ha acabado con la violencia de género, entre otras muchas cosas. Pero aún no es el momento.

Hoy este escenario, que ya ha dedicado varios estrenos a temas tan importantes, va a bajar hasta algo más usual, algo que pasa por delante de nuestras narices sin que apenas…

Ver la entrada original 1.246 palabras más