Trata y explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad

Según datos de Naciones Unidas, España es el primer país de Europa y el tercero del mundo en consumo de prostitución. En los últimos 30 años hemos pasado de ser un país de paso para las redes de la trata de personas con fines de explotación sexual a ser país de destino donde las víctimas de estas mafias, especialmente mujeres, niñas y niños son prostituidas en locales, pisos y carreteras por chulos, proxenetas y puteros.

En parte este cambio de la situación de la explotación sexual y posición de España en el ranking mundial y europeo viene producido como consecuencia directa de la reforma del código penal de 1995 que despenalizó la tercería locativa y la reforma del 2015 por la que para demostrar proxenetismo las propias víctimas han de ser ellas mismas quienes denuncien al proxeneta y/o mafia. 

La despenalización de la tercería locativa ha permitido que los locales puedan ser arrendados a los proxenetas para abrir burdeles bajo licencias de hotel, salón de masajes, spas, locales de copas, etc. Sin que ello pueda resultar un delito para el arrendador si se descubre que en esos espacios la explotación sexual se está produciendo. Esto conlleva que, aunque las mujeres sean sacadas de ahí, el local pueda seguir abierto y traspasado a unas nuevas manos que en días vuelve a traer «chicas nuevas«. Además, estás mujeres en su mayoría migrantes sin papeles, atemorizadas por las mafias y a quiénes se les sustrae el pasaporte y toda documentación, rara vez denuncian cuando son preguntadas directamente por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en las redadas a dichos establecimientos y otros espacios donde son prostituidas.

En el cuatrienio 2016 y 2020, Guardia Civil y Policía Nacional identificó a 885 víctimas de trata con fines de explotación sexual, de las cuales prácticamente toda su totalidad eran mujeres y niñas. Según datos de la Fiscalía, entre el lustro de 2013 a 2018, solo hubo 86 sentencias condenatorias por trata con fines de explotación sexual, aunque dentro del total de los casos abiertos durante esos cinco años había habido 1.181 víctimas identificadas, de las cuales 13 de las mujeres tenían alguna discapacidad mental y/o física. Para hacernos una idea de la disparidad de datos en cuanto a denuncias en relación con el número que se estima de mujeres en prostitución provenientes de la trata que existen en España, hablamos de unas 300.000, en cambio solo se identificaron como tal 885 víctimas entre 2016 y 2020.

Las mujeres y niñas con discapacidad son las más vulnerables entre las vulnerables. Esto se debe a que este grupo de mujeres y niñas sufren un doble riesgo, por su sexo y por su condición de discapacidad física y/o mental.

No caigamos en el error de creer que son solo unas pocas porque lo cierto es que son más de lo que podamos imaginar y esto es debido a que son invisibles; no solo para la sociedad sino lo que es peor, dentro de los mecanismos e instrumentos que existen tanto a nivel nacional como internacional, que están destinados a la protección de las víctimas, como son el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, y la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado entre otros, en los que la discapacidad en víctimas de trata no está contemplada. Otro grave problema que deriva de esto es la inexistencia de datos estadísticos ni de cualquiera otra índole objetivable, tanto a nivel del Estado español, como a nivel de los países miembros de la Unión Europea, ni tampoco por parte de las Naciones Unidas. Todo esto hace imposible la correcta evaluación y adecuada elaboración de de las políticas que actualmente son llevadas a cabo en los países; algo que permitiría un estudio comparativo para así dirimir cuál de ellas es la más eficaz para identificar, proteger y asistir a las víctimas con discapacidad.

Por otra parte, es importante tener datos cuantitativos para poder conocer de manera real la oferta y la demanda de mujeres y niñas con discapacidad que son consumidas. Esto que suena tan duro y crudo que parece que estuviéramos hablando de reses de vacuno, pero es la REALIDAD en la que todos y todas vivimos, aunque no la veamos o miremos al otro lado. Además de lo dicho, hay que añadir que esta situación de «ignorancia» y desidia en cuanto a la creación de estadísticas y estudios cuantitativos que permitan de forma objetiva analizar y determinar la situación en la que nos encontramos, atenta contra la Convención Internacional contra la Discriminación de la Mujer (CEDAW), y contra la Convención Internacional de la Discapacidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aunque en el ámbito nacional, el Plan integral de lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual 2015-2018 sí recogió la discapacidad, pero claramente esto no es ni de lejos suficiente. Es de vital importancia que el Gobierno, este y el que venga, se ponga a trabajar en la ampliación de las políticas públicas en todas las líneas de actuación a la hora de perseguir y abordar la trata y la prostitución, y para que esto sea factible hay que saber detectar a las víctimas, con y sin discapacidad; unas políticas, actuaciones, protocolos, recursos y profesionales que trabajen adecuada y eficazmente en cada situación y de manera específica en cada caso, con el objetivo prioritario de ayudar, proteger y garantizar los derechos de víctimas con discapacidad también para no dejarlas fuera a su suerte.

Algo que Isabel Caballero de CERMI Mujeres, afirma rotundamente: “las mujeres y niñas con discapacidad siguen siendo invisibles en los instrumentos internacionales que prohíben la trata de personas, como la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado o el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños”.

Añadir también que esto no es algo que se solo se denuncia desde el ámbito estatal, desde asociaciones como CERMI MUJERES sino que el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad también lo hace, pues es de sobra sabido el peligro que corren las mujeres y niñas con discapacidad por dos grandes razones; porque suelen vivir en exclusión social y en la pobreza, y porque a ello hay que añadir que viven en España, un país que en cabeza los rankings mundial y europeo en consumo de prostitución de mujeres y niñas. La exposición de estas mujeres y niñas al sistema prostitucional es brutal.

Cuando hablamos de víctimas de la explotación sexual con discapacidad tenemos que conocer muy bien qué perfil tienen estas mujeres y niñas. Los rasgos comunes a todas es que no tienen conciencia de víctimas, desconocen sus derechos, y peor aún no saben detectar las situaciones de peligro, algo que las deja desamparadas y completamente expuestas, siendo susceptibles a la manipulación y a la captación de las mafias de la explotación sexual. A todo esto, hay que sumarle que estás mujeres y niñas no suelen tener acceso a la educación y/o al empleo tan fácilmente como las que no tienen ningún grado de discapacidad, y viven en muchos casos en situación de exclusión social, expuestas al maltrato, y a la mendicidad. En gran parte esto se debe a que muchas viven bajo el cuidado y tutela de un tercero que suele ser quien toma las decisiones por ellas viviendo así bajo una libertad muy limitada y en ocasiones incluso coartada ya que son las propias personas cuidadoras quienes sacan provecho instrumentalizándolas para algún fin en beneficio propio.

Estas personas que las instrumentalizan para algún fin espurio saben que difícilmente estas mujeres van a poder acceder a los recursos de apoyo y protección, lo cual aún incrementa más si cabe su vulnerabilidad, y el riesgo de acabar prostituidas, y lo que es aún más trágico, si logran acceder a los recursos para víctimas de la explotación sexual se encuentran con que éstos no están adaptados.

CERMI Mujeres, como expertas en esta materia, ha confirmado que todo lo expuesto aquí es real y es la vida misma, pues han señalado en múltiples ocasiones que la dificultad en el acceso a la educación y al empleo, son grandes factores de riesgo para sufrir exclusión social y pobreza; y que la inaccesibilidad y la falta de inclusividad de los servicios y recursos para las mujeres y niñas con discapacidad hacen que queden desprotegidas. Isabel Caballero, de CERMI Mujeres ha alertado ya de este hecho: “La falta de toma de conciencia entre las mujeres y niñas con discapacidad en relación con sus derechos y con la explotación y sus peligros hace que sean incapaces de autoidentificarse como víctimas y que sea más fácil para los traficantes manipularlas”.

SITUACIÓN NACIONAL: INFORME OED (Observatorio Estatal de la Discapacidad), julio 2022

En julio de 2022 el Observatorio Estatal de la Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 presentó un estudio diagnostico con el nombre “La Trata de Mujeres y Niñas con Discapacidad con fines de Explotación Sexual”. El informe al completo puede consultarse en el siguiente enlace Informe OED julio 2022

Es un estudio dentro del ámbito nacional centrado en la trata con fines de explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad. El informe trata de poner los datos en negro sobre blanco para visibilizar esta realidad que no por no visible es menos real. El estudio tiene como objetivo poder conocer a través de un análisis sobre el terreno, la situación de explotación sexual dentro del sistema prostitucional y de la industria del porno, en la que se hayan las víctimas y qué impacto tiene esto en su salud integral.

La investigación desgranada en el presente artículo trata de profundizar en esta realidad desconocida por la sociedad en su conjunto, pero también inclusive para muchos de los equipos de profesionales que trabajan asistiendo y protegiendo a las víctimas del sistema prostitucional. Por otra parte, el estudio deja claro que estás redes de explotación tienen normalizado el uso, y abuso de mujeres y niñas con discapacidad y que lo hacen con la total la impunidad que les proporciona el laxo código penal de nuestro país y la carencia de una sólida legislación abolicionista que persiga a mafias, proxenetas y puteros, y que a su vez ponga a disposición de las víctimas una amplia red de recursos económicos, sociales y de protección para la restitución de sus derechos humanos, sociales y civiles.

Derivada de esta necesidad de visibilizar la catastrófica situación de las mujeres y las niñas con discapacidad explotadas dentro de la industria del sexo, y dado que no se disponen de datos comparativos sobre las políticas implementadas, víctimas atendidas/detectadas y recursos destinados, ni dentro de España ni en la Unión Europea, así como ni en los organismos de las Naciones Unidas, el estudio se basó en los testimonios de casos reales de mujeres con discapacidad que han sido víctimas de trata (quien quiera leeros de manera pormenorizada puede hacerlo descargando el informe en el enlace anteriormente indicado). Se realizaron 44 entrevistas y entre ellas se encuentran varios testimonios que ponen de manifiesto la problemática y dónde puede estar la raíz del problema. Una de las mujeres entrevistadas puso cara y cuerpo a algo que las feministas llevamos alertando desde hace tiempo, y es el peligro de la pornografía y de plataformas como Onlyfans, Pornhubb, entre otras. Esta mujer contestó: “muchas mujeres con discapacidad física o sensorial recurren a ‘onlyfans’ por falta de alternativas para ganarse la vida”. Si ser mujer ya es un factor determinante para caer en la prostitución y la pornografía, imaginemos añadir ser pobre y además tener una discapacidad.

Quizás para personas ajenas a todo esto resulte impensable aprovecharse de una mujer o una niña que además tiene una discapacidad física o mental pero lo cierto es que en «el mercado» de la prostitución, las mujeres y niñas discapacitadas son muy demandadas por los puteros quienes están dispuestos a pagar mucho dinero por acceder a esos cuerpos. Y lo sabemos porque en foros de puteros son muy solicitadas y buscadas, al igual que lo son las mujeres embarazadas.

Volviendo al estudio, encontramos en él la definición de explotación sexual de Naciones Unidas, pues en ella se incluyen la prostitución, la pornografía y otros tipos de violencia sexual. 

«La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual incluida la pornografía, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la mendicidad, las actividades delictivas y la extracción de órganos corporales».

Una de las conclusiones del estudio es algo que las profesionales expertas en violencia sexual, trata, prostitución y salud mental ya hemos detectado en el día a día, y es que a parte de la especial vulnerabilidad de las niñas y las mujeres con discapacidad física/intelectual a ser explotadas por familiares o por personas que las atienden en los centros educativos y sanitarios, es que se dan dos realidades que a veces son complejas de distinguir: mujeres que adquieren la discapacidad como consecuencia sobrevenida de la violencia ejercida sobre ellas, o si es una condición ya presente antes de la violencia. En el caso de la discapacidad psíquica dirimir esto es aún incluso más complejo pues de manera generalizada todas las mujeres salen de la explotación sexual con graves problemas de salud mental. Es por esto que organizaciones expertas en temas de trata, como APRAMP, apunte a la vital importancia de la formación en materia de discapacidad que tiene para los equipos profesionales que trabajan con las víctimas de trata. Esto es porque dicha formación es imprescindible para la detección de casos ya que este es el gran problema porque para hacerla de manera correcta todo el equipo de profesionales necesita una especialización en general y en el ámbito judicial en especial porque si de manera habitual una víctima declara bajo efectos del síndrome de estrés postraumático con todo lo que ello conlleva, cuando hablamos de una víctima con discapacidad la declaración es aun si cabe más confusa, difícil y errática; es por esto que se hace tan importante la existencia de protocolos de detección que permitan detectar la discapacidad entre las víctimas de trata, además de por supuesto que exista una formación obligatoria para profesionales del ámbito asistencial, sanitario y judicial, para poder detectar, valorar y derivar al recurso más adecuado dada la especial vulnerabilidad de estas víctimas. Esta falta de especialidad en relación a la discapacidad acaba por ir contra la víctima pues todo el peso del proceso suele caer en el testimonio de ella misma siendo este un arma de doble filo que acaba por no tener una resolución satisfactoria o que lleva a una desestimación del caso con lo que los criminales salen beneficiados.

Las mujeres y niñas con discapacidad aparte de que son más son fáciles de captar para los proxenetas son también mucho más baratas a la hora de traficarlas porque a la facilidad en la captación, hay que añadir que están muy demandadas por los puteros por lo que están dispuestos a pagar mucho dinero, además de ser muy rentables para chulos y proxenetas porque debido a su indefensión saben que son fácilmente dominadas y que pueden estar hasta 24 horas siendo agredidas por los puteros sin negarse ni oponer resistencia alguna. Por lo general normalizan tanto la violencia que quienes las explotan sean los proxenetas o los puteros no necesitan usar amenazas, coacciones, ni violencia para que sean dóciles.

Las mujeres con discapacidad no solo son blanco fácil de las mafias de la trata y de la prostitución, también se da la casuística de que son sus propios familiares quienes las prostituyen o explotan, incluso a veces el «novio» no es tal, sino que es él mismo el proxeneta.

Una de las cosas que buscan los prostituidores es realizar toda clase de prácticas como la penetración sin protección, prácticas sexuales violentas y deshumanizantes que han visto en el porno es por esto que también la demanda de mujeres prostituidas y menores con discapacidad es tan elevada pues saben que la dominación que podrán ejercer es total, brutal y sin resistencia.

Las mujeres prostituidas, por lo general no se perciben así mismas como víctimas debido a la disociación que suelen desarrollar derivada de la violencia sistemática que padecen, pero en el caso de las mujeres con discapacidad cognitiva por leve que sea puede hacer que tenga dificultades para interpretar y darse cuenta de cuándo un comportamiento es vejatorio, abusivo, denigrante… Llevándola a aceptarlos e integrarlos como «normales». Es esta dificultad la que les impide identificarse como víctima y expresar lo que les está sucediendo, es por esto que se les hace imposible buscar una salida y pedir ayuda. A esto hay que añadir las otras muchas dificultades típicas en los casos de explotación sexual: la culpa, la vergüenza, la falta de una red socio-afectiva, el desconocimiento del idioma en muchos casos, la situación irregular en la que se encuentran, etc.

En el caso de las mujeres con discapacidad física, a lo dicho anteriormente hay que añadir que hay casos en los que se da la doble discapacidad (física y mental) con lo que la problemática se agrava, porque hay que sumar las dificultades de las mujeres y niñas con problemas de movilidad que las llevan a no poder intentar ni siquiera huir o salir de donde se encuentra para pedir ayuda o denunciar.

A parte de las redes de trata y prostitución, las mujeres y niñas con discapacidad están expuestos a otros perfiles de criminales, éstos pueden ser desde varones que buscan y quieren mujeres que, aunque sean mayores de edad, tengan comportamientos y rostros de niñas. Estos depredadores sexuales pululan por las redes sociales, en los espacios a los que asisten habitualmente como recursos sociales, centros de salud, lugares de trabajo, o por la calle sin ir más lejos. Es decir, no existe un solo espacio seguro al 100% para estas mujeres y niñas, incluso el depredador puede estar dentro de la propia familia (en los casos intrafamiliares los depredadores encuentran aún mayor impunidad por el silencio que se suele guardar dentro de la propia familia).

Una de las principales cosas en las que hace hincapié la investigación es la gran vulnerabilidad en la que estas mujeres y menores se encuentran cuando llegan a algún recurso público de acogida, como son los centros de acogida de migrantes ya que son en estos espacios donde las personas con algún tipo de discapacidad corren gran riesgo de ser captadas por las redes de trata con fines de explotación sexual. También otro medio de capacitación son las redes sociales, en este ámbito virtual el riesgo para ellas es extremo y es peor cuánto más jóvenes son las víctimas pues las más pequeñas pueden llegar a aceptar la realización de favores sexuales a cambio de ofrecerles objetos bonitos, y dinero que una vez han aceptado son amenazadas, chantajeadas y coaccionadas a seguir prostituyéndose a cambio de su silencio y de que nadie de su familia sepa lo que están haciendo.

Dentro de la investigación se recoge el testimonio de una mujer joven con discapacidad intelectual prostituida por sus padres a la que ofrecían a hombres de todo el pueblo a cambio de un «reconocimiento social». Increíble pero cierto. Otro testimonio incluido en la investigación es el de una adolescente prostituida en calle, 14 horas al día por «su marido» desde que cumplió 16 años.

También hay casos en los que la discapacidad es sobrevenida a causa de la prostitución. En relación a éstos casos la investigación recoge un testimonio escalofriante de una mujer prostituida a la que uno de sus brazos tuvo que serle amputado porque era utilizado para que los puteros apagaran los cigarrillos sobre él. Tras la amputación la mujer se convirtió en una de las más demandadas del prostíbulo porque a muchos puteros les excitaba practicar sexo con una mujer a la que le faltara un miembro.

Las personas encargadas de la investigación no han encontrado datos cuantitativos que permitan poder afirmar que dentro de los puteros existe una demanda específica de mujeres con discapacidad como sí sucede en el caso de las mujeres embarazadas, muy «de moda» últimamente; aunque sí es cierto que las entidades especializadas en asistencia a mujeres prostituidas han señalado que sí se han encontrado con mujeres con discapacidad intelectual leve o moderada dentro del ámbito de la prostitución cuando han ido a hacer alguna asistencia y que en muchos casos están ahí por su aspecto aniñado que es bien conocido que dentro de los puteros gusta mucho.

En el estudio se denuncia que los centros de atención a estas víctimas no dan la importancia que debieran a la discapacidad ya que de entrada ni se contempla esa posibilidad a no ser que ésta sea evidente, algo que no siempre sucede, sobretodo en la discapacidad intelectual, por lo que las valoraciones suelen no ajustarse a la situación real de las víctimas ya que se enfrentan a una triple barrera: cultural, idiomática y cognitiva. Esto se debe en gran medida a que existe una falta de formación específica pero también de una sensibilidad especial del personal que trabaja en los centros dependientes de las consejerías de Servicios Sociales y que son los responsables de valorar el grado de discapacidad de personas víctimas de trata en situación irregular ya que sin una correcta valoración y sin darle la importancia que ello conlleva para estas mujeres luego difícilmente podrán tener el acceso a la ayuda que necesitan. 

Al no existir registros ni estadísticas oficiales, a día de hoy para poder realizar estudios e investigaciones y poder así tener una estimación de la situación, las organizaciones utilizan las entrevistas exploratorias realizadas en compañía de supervivientes y con personal de apoyo de asociaciones especializadas en discapacidad, como así puso de manifiesto Beatriz Sagrado, durante la presentación del informe. Por todo esto, desde las organizaciones especializadas en trata y prostitución, así como las que trabajan con mujeres con discapacidad abogan por que, en los procesos de intervención con las víctimas, y en los procesos jurídicos la discapacidad de estas víctimas sea tenida en cuenta como factor de vulnerabilidad que ha llevado a la víctima a estar en situación de explotación sexual. Además de que desde el gobierno haya el firme compromiso y voluntad de que la discapacidad esté incluida a la hora de la elaboración de estadísticas oficiales, y de los protocolos de detección y asistencia.

Que España cuente con el Plan Integral de Lucha contra la Trata de Mujeres y Niñas con Fines de Explotación Sexual 2015-2018 en el cual se contempla la discapacidad, no es ni de lejos suficiente para abordar la complejidad y de manera eficaz el problema ante el cual nos encontramos. Sin ampliar las miras, intensificar esfuerzos, crear recursos suficientes e implementar políticas públicas que aborden de manera transversal y específica la situación en la que se encuentran estas mujeres y las niñas, no conseguiremos nada. Hay que modificar leyes, crear protocolos y realizar investigaciones que nos permitan poder analizar la situación de manera clara, empírica y exhaustiva; realizar campañas de sensibilización y prevención que visibilicen a las mujeres con discapacidad en prostitución, pero poniendo el foco sobre el puteros, y desde luego ampliar recursos haciéndolos inclusivos para que las víctimas sepan y puedan acudir a ellos con todas las garantías.

Desde la fiscalía, María de los Ángeles Sánchez, puso de relieve en julio de este año, la vital importancia que es para poder abordar el problema de manera eficaz, global e integral, que existan datos porque para que se haga de forma adecuada han de existir datos y estudios cuantitativos, además de que los profesionales implicados, en especial los de la judicatura, estén debidamente especializados no solo en trata y prostitución sino también en mujer y discapacidad con el fin de detectar cuando una víctima es una persona con discapacidad.

PRINCIPALES RESULTADOS: conclusiones y recomendaciones

Visto lo visto, podemos concluir que el estigma social que todavía aun hoy existe entorno a la discapacidad, especialmente la mental, añadido a nacer con sexo mujer, hace que éste sea un tema tabú tanto dentro de las familias como a nivel social. De ahí que esté tan invisibilizado que no sea perceptible haciéndolo pasar por una realidad «inexistente» tanto para la sociedad en general como para profesionales que trabajan contra la trata con fines de explotación sexual.

Otra conclusión es que las niñas y las mujeres con discapacidad especialmente las que tienen una discapacidad intelectual, están expuestas aún a una mayor vulnerabilidad y no siempre los explotadores son personas extrañas, sino que más a menudo de lo que pensamos éstos están dentro de la propia familia o un tercero que se hace pasar por «pareja».

En cuanto a los daños físicos y psicológicos que la explotación sexual tiene sobre estas víctimas éstos se agudizan debido a su discapacidad, aunque en otros muchos casos se da que es la propia explotación la que desencadena la discapacidad. Por eso hay veces en las que es difícil discernir qué se produjo antes.

Un punto clave es el que apunta a la carencia de datos cuantitativos ya que esto hace que no se pueda analizar la problemática de forma objetiva y eficaz. Dejar el factor discapacidad fuera de las actuaciones policiales y de las sedes judiciales es un grave error a subsanar de inmediato, así como la necesidad de incluir recursos profesionales formados en mujer y menores/discapacidad/trata-prostitución, así como especializados en la atención a estas víctimas, que trabajen desde una estrategia multi e interdisciplinar que esté debidamente coordinada tanto nacional como internacionalmente, y cooperando entre sí. 

Resaltar también que existe una gran falta de recursos de acogida de emergencia de medio y largo plazo, y en los pocos que existen las listas de espera son de meses.  Esto es totalmente inaceptable y es algo que incumple total y gravemente con la Directiva 36-2011 o Convenio de Varsovia en los que se recoge la necesidad de proporcionar alojamiento adecuado y seguro.

Cuando hablamos además del colectivo migrante, a la falta de recursos y al escaso o nulo reconocimiento de la discapacidad, se le suma que es prácticamente imposible poder prestar la ayuda y asistencia adecuadas si la víctima está en situación administrativa irregular. Existe una evidente falta de concienciación y sensibilidad en los centros asistenciales de primera instancia en cuanto a la situación de las mujeres y menores víctimas de trata y la infravaloración de la discapacidad, imposibilitando así el reconocimiento de los derechos (ayudas, medidas de protección, etc.) que les corresponden y el acceso a las mismas.

Como he apuntado anteriormente, el tabú social y estigma entorno a la discapacidad hacen que la realidad de las mujeres y las niñas, así como la de sus familias, sea compleja, poco visible y hermética, y es por esto mismo que es importante también realizar campañas de prevención, sensibilización que ponga de relieve esta realidad, la realidad de las niñas y las mujeres explotadas sexualmente y que esto existe porque hay hombres dispuestos a pagar mucho dinero por comprar y abusar de los cuerpos de mujeres y niñas que ni pueden ni saben defenderse. Es tremendamente necesario poner el foco en la prevención, en las causas, en la concienciación social, pero sobre todo en los hombres, centrar en ellos las campañas de sensibilización ya que son ellos los consumidores máximos, y por supuesto, en la atención a las víctimas que sufren los efectos devastadores de la prostitución, así como no olvidar la reparación del daño sufrido mediante un sistema de ayudas económicas, de programas de atención psicológica y de una reinserción laboral adecuada.

Remarcar también la insistencia en la obligada creación de una base de datos estadísticos de la industria del sexo y de la situación de las mujeres y menores dentro de ella con algún tipo de discapacidad, siguiendo las recomendaciones del Informe del Parlamento Europeo – Resolución 10/02/21 sobre aplicación de la Directiva 2011/36/EU – relativa a la prevención y lucha contra la trata y a la protección de las víctimas, que insta a los Estados de la UE a aumentar mucho más sus esfuerzos y redoblar la financiación para la investigación, el análisis así como la recopilación de datos, porque con ellos es la única manera real y objetiva de cómo podremos evidenciar la dimensión del problema permitiéndonos probar que existe una necesidad real de elaborar e implementar las políticas públicas que ayuden a luchar contra esta problemática a través de los recursos, programas y protocolos necesarios debidamente adaptados a las víctimas de trata con discapacidad.

Respecto a la mejora de la situación y la protección de las posibles víctimas, evidenciar que las administraciones públicas, gubernamentales y políticas han de comprometerse a llevar a cabo una serie de cambios y mejoras en los recursos ya existentes, a la par de unas reformas legales. De lo contrario nada cambiará y no solo eso, sino que irá a peor.

Otra conclusión muy importante, es que el acceso a la sanidad ha de estar garantizado tanto si la víctima de explotación sexual lo es también víctima de trata o no. Para ello se tiene que permitir que tanto las mujeres que tengan residencia por arraigo en el país familiar pero no sean víctimas de trata, y viceversa, que podrán tener garantizado su acceso a la sanidad. Pues víctimas de trata o no todas son víctimas de la explotación sexual.

Imprescindible garantizar la información a las niñas y a las mujeres con discapacidad de los derechos que las amparan, así como alertarlas de los métodos de captación y de formas de abuso de las que pueden ser víctimas de explotación/abuso sexual por parte de un tratante o cualquier otra persona ya sea extraña o alguien conocido. Por esto es importante hacer hincapié en la educación afectivo-sexual tanto de las personas con discapacidad como del personal de dentro de los recursos especializados, (residencias, centros de día, educativos, médicos…), que incluya la prevención y detección de casos, así como la autoprotección de las propias niñas y mujeres.

Como he mencionado antes poner de relieve en campañas de sensibilización la responsabilidad de los puteros. Hombres que plenamente conscientes de lo que hacen, pagan por abusar de niñas y mujeres con discapacidad. Pues los prostituidores y los proxenetas son la raíz de la explotación sexual. En línea con esto, en el campo digital, es necesario crear mecanismos de detección de captación de víctimas en línea que permitan perseguir e identificar a mafias de la trata y proxenetas. Para ello se sugiere que las empresas de las redes sociales y mensajería online pongan sus bases de macrodatos y análisis de éstos a disposición de la Guardia Civil para detectar patrones de consumo y actividad en redes que permitan la detección de casos.

Finalmente, en el ámbito jurídico, se propone la obligada formación de abogados y abogadas que trabajan en el turno de oficio para poder atender a mujeres y menores con discapacidad víctimas de trata y de la explotación sexual en el momento en el que surja un caso. Así mismo hacer hincapié en la gran necesidad que existe de ver la  discapacidad como un elemento agravante a la hora de  considerar que en estos casos se produce un doble abuso, por la situación de superioridad respecto a la víctima que además de la vulnerabilidad y la necesidad, se le añade que posee algún tipo de discapacidad intelectual o física, de este modo se penaliza también que aunque la víctima sea mayor de edad el prostituir y mantenerla en la prostitución, como crimen dentro del Artículo 187 del Código Penal, así se crearía una medida disuasoria a la hora de prostituir a mujeres con discapacidad, algo que a día de hoy no sucede y que por ello la explotación de mujeres y niñas con discapacidad es percibida por traficantes y proxenetas una práctica sin apenas riesgos. También se insta a reconocer la concurrencia de otros delitos aparte del de la trata con fines de explotación sexual, como pueden ser: violencia física, abuso continuado, violencia de género, abuso sexual, aborto/embarazo forzoso, etc. Para que así las penas sean más justas en relación al daño causado sin permitir los atenuantes (confesar el delito, la drogodependencia…) que están actualmente contemplados para las penas de este tipo. Y por supuesto que el acceso a los servicios y recursos de reparación del daño a las víctimas, teniendo en cuenta el grado y tipo de discapacidad, no esté coaccionado a la interposición de denuncia y/o colaboración de la víctima.

Siempre me gusta acabar el artículo con una frase significativa. En esta ocasión he elegido esta de la experta Beatriz Sagrado, consultora de género, salud y violencia. 

La industria del sexo sigue ligada al ocio por ese derecho asumido por algunos hombres de poseer el cuerpo de la mujer (…) En la mercantilización del cuerpo de la mujer se va dando cada vez una demanda de mayor variedad, buscando lo exótico y, es ahí donde en su opinión entra en juego la discapacidad, porque además refuerza el deseo de posesión de los puteros”. 

Para finalizar, quiero dar las gracias especialmente a mi compañera de lucha feminista Maika Barceiro por su ayuda, asesoramiento y supervisión en la escritura de esta columna sin la cual me hubiera sido difícil abordar el trabajo. Llevo trabajando sobre este artículo desde diciembre, pero ha merecido la pena. Muchas gracias, compañera.

Artículo por Laura Isabel Gómez Garcia (La Gata Negra)

Publicado originalmente en https://nuevarevolucion.es/trata-y-explotacion-sexual-de-mujeres-y-ninas-con-discapacidad/

29/03/2023

#8M 2023 València

Mi artículo para el periódico valenciano EL LEVANTE sobre el 8M en València

Publicado el 06 de marzo de 2023

GRACIAS Candida Barroso, compañera por tu ayuda; y GRACIAS a TODAS mis compañeras de la Coordinadora Feminista de València por todo

https://www.levante-emv.com/opinion/2023/03/04/8m-le-damos-tijeretazo-patriarcado-84078056.html?fbclid=IwAR1YqPHZCz_BMc1dYJlF4_wlx2jDlHeVfDZzACRr6l0kmUeJTCc8Q4HT7qs

Violencia machista, España 2022

Cuando pensé el tema de esta columna, lo tuve claro, iba a hablar de violencia de género. Tras el terrorífico fin de año y comienzo del nuevo que hemos tenido (en lo que llevamos de 2023 han sido ya asesinadas 6 mujeres) creo que no hay otro tema posible sobre el cual escribir.

El pasado año 2022 fueron asesinadas 49 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas sin contar los feminicidios por otras causas o cuyas causas no se ajustan a la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. De esas 49, 11 fueron asesinadas en el mes de diciembre, cerrando el año con una media de 1-2 mujeres por semana, en el «mejor» de los casos, porque han habido semanas en las que mataron a 3 y 4 mujeres, o días negros en los que en 24 horas fueron asesinadas 2 y 3 mujeres.

El 2023 no ha comenzado mejor, desde que ha empezado el nuevo año el terrorismo machista lejos de parar parece que sigue aumentando de manera dramática, tanto, que ¡por fin! los órganos competentes y responsables ministeriales se han reunido de urgencia ya dos veces en un mes. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena pero cuando estamos hablamos de vidas humanas, sí que es tarde. De hecho, es muy tarde. Tenemos una ley maravillosa pero que tras 20 años de vigencia no se ha implementado ni correctamente ni de manera adecuada, ni eficaz. Por supuesto han mejorado las cosas pero no lo suficiente. Y esto en gran medida es porque no hay una toma de conciencia REAL del grado de la problemática a la que se enfrentan quienes se suponen han de velar por PROTEGER a las víctimas, ni para ser justas, por parte de la sociedad tampoco hay una concienciación, pues no hay más que ver que en lista de problemas que más preocupan a la población española según el último Barómetro del CIS publicado en diciembre de 2022, la violencia contra las mujeres ocupa el puesto número 32.

Quienes sí lo tenemos claro somos las organizaciones y asociaciones de mujeres, de supervivientes, y de profesionales que estamos día a día a pie de calle, trabajando desde distintos ámbitos por y para ayudar a las mujeres que sufren este calvario. Para variar cuando alzamos la voz para denunciar la precaria situación de las víctimas, su vulnerabilidad y la escasez de recursos a todos los niveles, no se nos escucha, y cuando se nos escucha es para rebatirnos una realidad con la que convivimos todos los días y que vemos porque estamos con las víctimas en acompañamientos, en casas de acogida, en juzgados, en consultas psicológicas, en comisarías de policía… Prestando todo ese apoyo que se necesita y que deberían proporcionar las instituciones públicas y que no llega nunca por falta siempre de recursos económicos y profesionales (o eso nos dicen).

Miren, a mí me gusta cuando escribo un artículo fundamentarlo en datos, en cifras, en estudios, en artículos previamente escritos, en links donde acceder a la información, todo para que cuando se me lea, a nadie le dé por decirme que “Eso es así porque tú lo dices”; o no falta ‘el señoro’ que me dice que «la violencia no tiene género«, y que esto son movidas de ‘feminazis’ que cobramos paguitas y que vivimos del feminismo. Pues verán, decir eso es como si alguien dijera que la medicina no tiene especialidades y que todas patologías se tratan igual. 

Es increíble la cantidad de ampollas que se levantan cuando alguien dice “violencia de género”. Es como un revulsivo que hace que la gente salte y se indigne. Y lo peor es que no se indignan por las asesinadas, por los y las menores huérfanos o por sus familias y amistades rotos de dolor, no, se indignan por la terminología en sí, algo que no pasa con ningún otro delito, es curioso…

Claro que la violencia no tiene género, pero la violencia de género sí lo tiene. Y es la violencia que el sexo masculino ejerce sobre el femenino de manera mucho mayor y desproporcionada. Y ésta presenta unas características, unos patrones de conducta y una raíz (el machismo, la desigualdad entre los sexos, la sociedad patriarcal, los roles y estereotipos de género) de la que emerge dicha violencia que es diferente a otras violencias como la intrafamiliar, los delitos menores, el narcotráfico, el crimen organizado, los robos, el vandalismo, etc. que hace que sea necesario que sea abordada de manera integral y diferenciada.

Es como el ejemplo de antes con la medicina: no es que el cáncer importe más/menos que una cardiopatía, o que un fallo renal, o hepático; es que cada patología es diferente y precisa de tratamientos y especialistas diferentes para curarla. Nadie niega que existan mujeres violentas, asesinas, psicópatas… Claro que las hay, pero esa no es la cuestión. La cuestión es que, dentro de toda la violencia, la que sufren las mujeres a manos de los hombres es desproporcionada respecto al resto de violencias y por su naturaleza ha de abordarse de una manera específica, de ahí que exista una ley, el 016, los grupos especializados en ella dentro la policía como el Grupo GAMA aquí en Valencia, los juzgados de violencia sobre la mujer, las casas de acogida, etc.

No pasa nada por admitir que vivimos en un mundo que aún es machista, que aún queda mucho por hacer y que, aunque hemos avanzado y evolucionado también mucho, hombres y mujeres, debemos seguir deconstruyendo el sistema patriarcal para construir otro más justo, seguro, sano y libre. Por eso, la sociedad lejos de ofenderse debería preguntarse el por qué esto es así, tratar de encontrar respuestas, soluciones y actuar. Porque está muy bien eso de culpar al Gobierno, pero como sociedad tenemos también nuestra parte de responsabilidad y culpa. Y dentro de la sociedad, los hombres. Porque también está genial eso de «yo no maltrato, violo, ni asesino a mujeres» pero en vez de haceros los ofendidos, lo que tenéis que hacer es uniros y señalar el machismo en vuestro círculo cercano, romper con el pacto masculino de reír las gracias, de callar y de no afear comportamientos a los amigos y hombres que conviven con vosotros cada día. Lo que sí ofende es que solo os ofende la violencia contra las mujeres cuando se trata de vuestra madre, hija, nieta, sobrina, prima, amiga…

Dicho esto, entro ya en materia clara y objetiva, ofreciendo datos de esos que tanto gustan a las personas incrédulas que siguen pensando que la violencia contra las mujeres es «una invención». Aunque mucho me temo que habrá para quienes no sirvan de nada todos los datos que pueda dar porque seguirán pensando lo que les dé la gana, algo que por otra parte es lícito.

ELLAS, las víctimas 

La web Feminicidio.net cada año se encarga de recoger todos los nombres, y datos de las mujeres que son asesinadas en España, y los clasifica según el móvil del asesinato. Entre éstos la web distingue: asesinatos por violencia de género, por otras violencias machistas, por violencia doméstica, por prostitución, por robo, por violencia comunitaria, por violencia económica, por narcotráfico y por los que aún están por determinar su tipología ya que los hechos aún están por esclarecer porque faltan datos.

Sumándolos todos, la suma de feminicidios en España en 2022 asciende a un total de 99 mujeres asesinadas; de éstos 49 son por violencia de género, es decir los que se ajustan a la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en los que existe relación íntima entre víctima y asesino (pareja/ex pareja).

Los feminicidios en España en 2022 quedarían distribuidos por meses de la siguiente manera:

  • Enero 6
  • Febrero 5
  • Marzo 9
  • Abril 12
  • Mayo 12
  • Junio 8
  • Julio 7
  • Agosto 5
  • Septiembre 6
  • Octubre 3
  • Noviembre 7
  • Diciembre 19 

Pero esto son solo datos, cifras, estadísticas… Sin nombre, sin rostro, sin más datos de los que da un simple titular en un medio de comunicación. Yo quiero a través de este artículo humanizarlas y dar unas simples pinceladas de quienes eran estas mujeres cuyas vidas fueron truncadas por algún hombre en quien confiaban, con quien se cruzaron en algún momento de su vida, con quienes convivían, con miembros de sus propias familias, o simplemente un extraño que un día apareció y truncó sus vidas. Vidas con familias, amistades, con sueños, con ilusiones… Que ya nunca podrán ser. Cuando una mujer es asesinada, no es sólo la tragedia de la muerte de ella; es la estela de dolor que queda a su alrededor, sobre todo cuando son madres que dejan a niños y niñas, a menudo muy pequeños, huérfanos de madre para siempre. La violencia contra las mujeres es terrorismo machista ¿Qué otra cosa si no? Estas mujeres son asesinadas de las formas más crueles: acuchilladas, asfixiadas, apuñaladas, ejecutadas a tiros, defenestradas por ventanas y balcones, quemadas, tiradas como basura a ríos y vertederos, descuartizadas, violadas… Y en su mayoría su único “pecado” había sido separarse de su pareja, decir “NO”, ser madre/hija/hermana/cuñada/amiga o vecina de…

He aquí sus nombres. ELLAS, las mujeres detrás de los fríos números y estadísticas.

Asesinadas por violencia de género (según la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género)

  1. 08/01/2022. Sara Pina Yeregui, 38 años. Tudela (Navarra)
  2. 25/01/2022. Mónica, apellidos no conocidos. 50 años. Ftes de Cesna (Granada) 
  3. 09/02/2022. Claudia Abigail y apellidos no conocidos. 17 años. Totana (Murcia)
  4. 19/02/2022. Mercedes, apellidos no conocidos. 51 años. Martorell (Barcelona)
    5. 02/03/2022. Lobna H. 32 años. Pozuelo de Alarcón (Comunidad de Madrid)
  5. 03/03/2022. Isabel Velasco. 45 años. Maqueda (Toledo)
  6. 14/03/2022. María Ángeles, apellidos no conocidos. 47 años. Ceuta
  7. 21/03/2022. Ivet C. 25 años. Barcelona (Ciudad)
  8. 04/04/2022.Victoria Cristina A.S. 47 años. Nohales (Cuenca)
    10. 04/04/2022. Teodora I.T., 42 años. Almonacid de Toledo (Castilla-La Mancha)
  9. 15/04/2022. África, apellidos no conocidos. 44 años. Vilanova del Camí (BCN)
  10. 18/04/2022 Natalia, apellidos no conocidos. 53 años. Lloret del Mar (Girona) 
  11. 02/05/2022. Ouardia, apellidos no conocidos. 43 años. Tarancón (Cuenca). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  12. 10/05/2022. Clotilde Rodríguez, 82 años. Arona (Santa Cruz de Tenerife) 
  13. 22/05/2022. Florina, apellidos no conocidos. 26 años. Montemayor (Córdoba)
  14. 27/05/2022. Maite C.P., 50 años. Tijola (Almería). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
    17. 29/05/2022. Eva María, apellidos no conocidos. 51 años. Benarajarafe (Vélez – Málaga). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  15. 29/05/2022. Luisa María, apellidos no conocidos. 48 años. Tomelloso (C. Real) 
  16. 09/06/2022. Diolimar Alemán. 35 años. Soria (ciudad)
  17. 19/06/2022. Gemma, apellidos no conocidos. 43 años. Madrid. En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  18. 21/06/2022. Virginia T.G. 51 años. Sevilla (Ciudad)
  19. 08/06/2022. Amparo Montalvá González. 52 años. Alzira (Valencia)
    23. 29/06/2022. Mari Nieves, apellidos no conocidos. 53 años. Dos Hermanas (Sevilla)
  20. 01/07/2022. Cristina Romero, 18 años. Parla (Comunidad de Madrid)
  21. 25/07/2022. Trinidad, apellidos no conocidos. 50 años. Albuñol (Granada)
  22. 29/07/2022. Abigail, apellidos no conocidos. 34 años. Sta Cruz de Tenerife. En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  23. 12/08/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 44 años. Sevilla (Ciudad)
    28. 13/08/2022. Eva María Asensio, 54 años. Valladolid (Castilla y León)
    29. 13/09/2022. María del Carmen, apellidos no conocidos. 71 años. Escatrón (Zaragoza)
  24. 21/09/2022. Anna García Llobregat, 22 años. Campdevànol (Girona)
    31. 25/09/2022. María Luisa Larrañaga, 68 años. Benidorm (Alicante)
  25. 28/03/2022. Débora Morais Dos santos, 39 años. Málaga (Ciudad)
  26. 26/09/2022. Raquel Carrión, 32 años. Palencia (Castilla y León)
  27. 20/08/2022. Esther, apellidos no conocidos. 20 años. Torrejón de Ardoz (Comunidad de Madrid)
  28. 23/10/2022. Adoración G.G., 27 años. Alcoy (Alicante)
  29. 01/11/2022. Imane Saadaoui, 30 años. Valencia de Alcántara (Cáceres)
  30. 04/11/2022. Lesley Yvonne Denise Cadwallader. 69 años. Benalmádena (Málaga)
  31. 06/11/2022. Irina D.S. 29 años, y Mariya G.S. 6 años (hija del asesino). Móstoles (Comunidad de Madrid)
  32. 04/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 56 años. Mazarrón (Murcia)
  33. 04/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 67 años. Madrid (Comunidad de Madrid)
    41. 10/12/2022. Ángela Cabañero García. 48 años. Albacete (Ciudad)
    42. 17/12/2022. Yaqueline Alonzo Najarro, 31 años. Dos Hermanas (Sevilla). En investigación por la Delegación de Gobierno para la VG.
  34. 11/12/2022. Irina Mihaelaque, 34 años. Lleida (Ciudad)
    44. 19/12/2022. María del Carmen Rincón Huerta, 80 años. Zaragoza (Ciudad)
    45. 22/12/2022. Soraya Suárez Martín, 32 años. Avilés (Principado de Asturias)
    46. 26/12/2022. Carmen, apellidos desconocidos. 88 años. Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona)
  35. 27/12/2022. Rebeca Huayta, 45 años. Bilbao (País Vasco)
    48. 28/12/2022. Elena, apellidos no conocidos. 34 años. Escalona (Toledo)
  36. 28/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos, 20 años. Puente de Vallecas (Madrid)

Asesinadas por violencia de género aún por determinar

  1. 17/10/2022. Fecha de hallazgo de restos. Juana Canal Luque. 38 años (desaparecida en 2003). Ciudad Lineal (Comunidad de Madrid)
  2. 29/12/2022. Fecha de hallazgo del cadáver. Shirley Martínez Lucas. 33 años. Brea del Tajo (Comunidad de Madrid)

Feminicidios por violencia doméstica (cuando el asesino es un miembro del núcleo familiar pero no es pareja ni ex pareja)

  1. 25/01/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 63 años. Malagón (Ciudad Real). Asesinada por su nieto.
  2. 08/02/2022. Encarnación L.P. 52 años. Elche (Alicante). Asesinada por su hijo Santiago S.L. de 15 años quien también mató a su hermano Gonzalo S.L. de 10 años y a su padre Jaime Manuel S.P. de 51 años.
  3. 03/03/2022. Nombre y apellidos desconocidos. Edad desconocida. Olesa de Montserrat (Barcelona).  Asesinada por su hermano. 
  4. 04/03/2022. María Carmen Ortiz Molina, 60 años. La Granada (Barcelona). Asesinada presuntamente por su hermano.
  5. 07/04/2022. María Rosa Benet, 81 años, Barcelona (Ciudad). Asesinada por su hijo. El caso está bajo secreto de las actuaciones por orden judicial.
  6. 14/04/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 54 años. Zaragoza (ciudad). Asesinada por su hijo.
  7. 18/04/2022. María Protosenya. 18 años. Lloret del Mar (Girona). El padre de la asesinada mató a su hija (María) y a su madre Natalia. Posteriormente el parricida, Sergey Protosenya de 55 años, se suicidó.
  8. 19/04/2022. Sara Mujica, 86 años. Telde (Gran Canaria). Asesinada por su nieto, Enrique José R. C., de 33 años y conocido en Jinámar como «Kike el Peluquero».
  9. 26/04/2022. Felisa S. P., 90 años. Cruces, Barakaldo (Euskadi). Asesinada por su hijo Juan Carlos S. S., un hombre de 53 años.
  10. 07/05/2022. Angelines, Apellidos no conocidos. 90 años. San Roque (Las Palmas de Gran Canaria). Asesinada por su sobrino Francisco José. F. H.
  11. 09/05/2022 (Fecha de hallazgo del cadáver). Martina, apellidos no conocidos. 62 años. Brihuega (Guadalajara). Asesinada por su hijo. También asesinó a su padre.
  12. 18/05/2022. Juana, Apellidos no conocidos. 68 años. Almería (Ciudad). Asesinada a manos de su hijo, Juan Miguel, de 33 años que la maltrataba.
  13. 19/05/2022. Amalia C. L., 72 años. Sevilla (Ciudad). Asesinada por su hijo de 49 años, José L. C.
  14. 23/05/2022. Lucía, apellidos no conocidos. 34 años. Arjona (Jaén). En investigación por la Guardia Civil. Por determinar autoría ya que el autor/autores huyó/huyeron. Una hermana de la fallecida de 39 años también resultó herida de gravedad en el altercado familiar.
  15. 23/06/2022. Pepita Roca Casadevall, 90 años. Sant Gregori (Girona). Asesinada por su nieto Màrius Albert A. M., de 37 años.
    16. 30/06/2022. Eva María Sánchez Villarreal, 50 años. Valladolid (Ciudad). Asesinada por su hijo.
    17. 03/07/2022. Nombre y apellidos no conocidos, Aprox. 90 años. Badía del Vallés (Barcelona). Asesinada por su yerno.
  16. 12/07/2022. Ángela Mérida, 60 años. Málaga (Ciudad). Asesinada por su hijo.
    19. 16/07/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 51 años. Maçanet de la Selva (Girona). Asesinada por su hijo.
    20. 13/08/2022. María del Carmen González, 78 años. Valladolid (Ciudad) y su hija, de 54. Asesinadas por un hombre de 43 años quien fue detenido por la Policía Nacional.
    21. 10/08/2022. Verónica R.A., 33 años. Alginet (Valencia). Asesinada por el tío de la pareja de Verónica. El asesino de 64 años se suicidó saltando por la ventana tras asesinar a la mujer de su sobrino.
    22. 06/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 61 años. Estepona (Málaga). Asesinada por su hijo.
  17. 27/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos, 60 años. León (Ciudad). Asesinada por su hijo.

Feminicidios sin relación sentimental entre víctima y victimario

  1. 15/02/2022. Khawla Elhaiba Zeroil, 14 años. Alcalá la Real (Jaén). Asesinada por un varón de 22 años de la zona.
  2. 18/02/2022. Adela Corral Albarreal. 69 años. Santander (Cantabria). Asesinada por un indigente varón de 38 años que hospedaba en su casa (algo que ella solía hacer).
    3. 17/03/2022. Jessica Méndez Iglesias. 29 años. Barro (Pontevedra). Asesinada por un vecino de 41 años con siglas J. E. (fuentes de Guardia Civil). 
  3. 30/03/2021. Sonia M. R. 41 años. Las Rozas (Madrid). Asesinada por un menor de 15 años de edad (presuntamente).
  4. 05/04/2022. Erika Yunga Alvarado. 14 años. Oviedo (Asturias). Asesinada a manos de un vecino de 32 años obsesionado con ella.
  5. 30/05/2022. Cristina G., 32 años. Zaragoza (Ciudad). Asesinada por un vecino de la zona.
  6. 19/06/2022. Julia Cuevas, 70 años. Madrid (Ciudad). Asesinada por el marido de 53 años de su amiga. Tras matar a ambas mujeres a tiros se suicidó.
    8. 15/07/2022. Herminia López, 47 años. Yuncos (Toledo). Asesinada por un vecino.
  7. 23/10/2022. María Jesús Cruz Fernández, 56 años. Vigo (Ciudad). Asesinada por Pablo, un vecino.
    10. 27/11/2022. Cristina Cabo Buján, 42 años. Lugo (Ciudad). Asesinada por un vecino del barrio obsesionado con la víctima.
    11. 25/12/2022. Cristina Abad. 44 años. Matamala (Soria). Asesinada por un hombre de 50 años vecino de la localidad, a quien apodaban ‘El Gitano’.

Feminicidios de mujeres prostituidas

  1. 28/11/2022. Milena Sánchez Castro. 20 años. Madrid (Ciudad). Asesinada por un putero de nombre Alfonso Fidel de 53 años.
  2. 22/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. Nacionalidad brasileña. 45 años. Plasencia (Cáceres). Asesinada por un hombre de 36 años de quien se desconocen más datos y que ya fue detenido.

Feminicidios por violencia comunitaria/económica

  1. 04/01/2022. Dácil, apellidos no conocidos, 62 años. Guaza (Arona, Santa Cruz de Tenerife). Asesinada por un joven de 21 años.
  2. 06/11/2022. Consuelo B.S., 66 años. Torrejón de Ardoz (Madrid). Asesinada durante una trifulca entre familias originado por un asunto sentimental del pasado. El detenido como presunto autor del asesinato, es un varón portugués de 35 años.
  3. 03/12/2022. María José García de la Serrana. Orce (Granada). Asesinada por el cuñado de María José quien también asesinó al marido de ésta por motivos económicos.

Feminicidios por robo

  1. 23/01/2022. María Sanz. 76 años. El Grao de Castellón (Castellón). Víctima de un robo.
  2. 18/04/2022. Tamara Latre Medrano, edad desconocida. Berja (Almería). Entraron a robar en su domicilio.
  3. 19/09/2022. Olga, apellidos no conocidos. 50 años. Tortosa (Tarragona). Asesinada por unos atracadores en un bingo del barrio de Ferreries (Tortosa), en el cual Olga era empleada. Mataron a Olga e hirieron a varios clientes. 

Feminicidios en el contexto del narcotráfico 

  1. 21/04/2022. Carmen Jiménez. 47 años. Sorvilán (Granada). Asesinada junto a su pareja, J.A.V. conocido como “el Rey León”, vinculado al narcotráfico.

Feminicidios sin datos suficientes

  1. 13/01/2022. Esther López. 35 años. Traspinedo (Valladolid). El cadáver de Esther fue hallado sin vida en una cuneta de los alrededores de la localidad días después de su desaparición. Actualmente se sigue investigando, aunque dos vecinos del pueblo conocidos de la víctima, Oscar y Carlos, son en quienes se centran las investigaciones como principales sospechosos del crimen, a quienes se suman un tercer investigado, Ramón G. Caso sin resolver a día de hoy.
  2. 23/09/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 60 años. Empuriabrava (Girona). Asesinada por un varón quien fue detenido en Portbou (Girona). Según parece la causa del asesinato fue un robo frustrado.
  3. 21/12/2022. Rita Ortiz. 77 años. Guadamar del Segura (Alicante). Asesinada presuntamente por su hijo de 57 años, toxicómano que vivía con ella.
  4. 24/12/2022. Nombre y apellidos no conocidos. 40 años Bilbao (País Vasco). Se desconoce la autoría del feminicidio. La asesinada, una mujer transexual, fue arrojada al agua la mañana del 24 de diciembre cerca del Puente Colgante de Portugalete, tratando de fingir un suicidio que ya ha sido descartado y que ahora se investiga como asesinato.

Fuente: Feminicidio.net

Datos Violencia de Género, España 2022

El pasado año 2022 se contabilizaron un total de 75.140 casos activos de violencia de género con mujeres inscritas en el sistema VioGen; de ellas, 43.670 tenía seguimiento policial y cabe señalar que con 959 menores a su cargo en riesgo de ser víctimas a su vez de violencia de género también, a manos de los agresores de sus madres. Por otra parte, de los 75.140 casos, 916 de ellos eran mujeres muy jóvenes aun menores de edad. Del total, en 18 (en 2 de ellos la vida de los menores corría peligro también) de ellos las víctimas estaban en riesgo extremo (con protección 24/7) cuyas vidas corrían peligro; 726 lo estaban en un riesgo alto y también se temía por sus vidas (15 de ellas menores) y a su vez tenían hijos/as menores a su cargo (103 niñas/os); 10.497 estaban valoradas en un riesgo medio (205 eran menores) con 854 hijas/os a su cargo en peligro también; 32.429 estaban en riesgo bajo (406 menores); y en otros 31.470 (290 menores) se valoró como casos en los que no se apreciaba peligro de volver a ser agredidas por sus maltratadores.

En relación a los y las menores, en 2022 hubo un 22% más de menores en situación de peligro, hablamos de 8.566 niños/niñas por encontrarse en hogares donde sus madres eran víctimas de violencia de género. Por valoración del riesgo, 2 de los 8.566 estaban en un nivel de peligro extremo; 81 en un nivel alto; 1.269 en un nivel medio; 3.732 en un nivel bajo; y en 3.482 casos la policía no apreció peligro para los/las niños/as. 

Respecto a VioGen (sistema de seguimiento policial para víctimas de violencia de género) éste evalúa el riesgo de peligro que corre una mujer de ser agredida por su maltratador, en base de si corre mayor o menor peligro de muerte, y tiene como fin proteger de la manera más adecuada a la mujer y sus hijos/as en caso de que ésta los tenga. Esto se procede a hacer cuando la víctima denuncia a su maltratador, la denuncia es trasladada al juzgado y a la fiscalía para una evaluación forense que evalúa el caso y decide qué medida de protección es más adecuada al caso para la madre y para sus hijos/as en caso de haberlos.

Desde el año 2007, que es cuando se empezó a implementar el sistema VioGen para la valoración del riesgo, se han analizado un total de 725.129 casos, de ellos en 636.424 de los casos las mujeres han necesitado medidas de protección, y a su vez de ellos 3.122 correspondían a casos en los que había menores en riesgo, y otros 8.566 han sido valorados como vulnerables.

El sistema VioGen recaba datos de diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad de todo el Estado como son Guardia Civil, Policía Nacional, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, y Policía Foral de Navarra.

Además de VioGen existen otros dispositivos de seguimiento telemático que se utilizan para asegurar que las medidas de alejamiento se cumplen. Desde el año 2009, año en el que se pusieron en funcionamiento, hasta noviembre de 2022, estos dispositivos han sido instalados a un total de 12.665 mujeres. Actualmente se encuentran activos 3.025, con una media de 5 nuevos dispositivos instalados por día; siendo Andalucía con 309’5 usuarias, la comunidad autónoma con la tasa más alta de usuarias; aunque si analizamos los datos por provincias es Almería la provincia con más usuarias, 911’2.

ATENPRO, proporciona atención inmediata 24/7 a las mujeres víctimas de violencia de género. Es un servicio telefónico móvil con geolocalización de atención y protección a las víctimas. Desde 2005 año en el que se puso en marcha hasta noviembre de 2022 han sido atendidas a través de él 130.350 mujeres. Actualmente son 17.114 usuarias activas. Con una media de 29 mujeres diarias que son dadas de alta en el servicio. Por comunidades autónomas es la Comunidad Valenciana la que tiene el mayor número de usuarias activas, 1.569’6; por provincias es Alicante la que tiene la mayor tasa de usuarias, 1.656’9.

Por último, respecto al 016, en funcionamiento desde 2007, ha recibido 1.128.023 de llamadas. En el último mes del año 2022 se recibieron 7.831, con una media de 1 llamada cada 5 minutos. Las llamadas fueron realizadas por la propia víctima en un 71’74% de los casos, y en un 21’02% por familiares y personas del círculo íntimo de las mujeres.  Por comunidades autónomas, el mayor número de llamadas se realizó en las Islas Canarias, con 647 llamadas; por provincias la más alta fue la de Las Palmas de Gran Canaria con 682’9 llamadas. Por el WhatsApp del mismo teléfono se recibieron 434 mensajes; por email 125 correos, y a través del chat online de la web de la Delegación del Gobierno Contra la Violencia de Género, se recibieron 616 consultas.

Según datos del 2021, cada 7 días una mujer fue asesinada por violencia de género; el día de la semana en el que se produjeron la mayoría de los asesinatos fue el domingo, los meses más negros fueron junio con 10 asesinatos, y diciembre con 9. En 2021 se cometió de media un asesinato machista a la semana (cada 7’5 días)

A pesar de las abrumadoras cifras, éstas son solo la punta del iceberg, pues los casos cuantificados son únicamente los denunciados, y sabemos por las personas expertas que trabajan a diario con las víctimas que tan sólo se denuncian 2 de cada 10 casos, por lo que podríamos estar hablando fácilmente de unos 500.000-600.000 casos de violencia de género cada año en nuestro país. Los que vemos en los medios de comunicación son los casos donde ya se ha producido el asesinato. Desde 2003, año en el que empezaron a contabilizarse los casos, han sido asesinadas 1.185 mujeres, y desde 2013 (año en el que empezó la estadística de los menores), 383 niños y niñas se han quedado huérfanos/as (38 en 2022). Para que nos hagamos una idea de la dimensión del problema del que estamos hablando, la banda terrorista ETA, en 42 años asesinó a 850 personas; la violencia machista ha asesinado a 1.185 en tan solo 20 años. Por eso hablamos de terrorismo machista, porque si esto no es terrorismo contra las mujeres, no sé qué es. 

Perfil del maltratador

Por más que haya quien lo niegue, los datos objetivos son así, el perfil del maltratador en España es el de un varón blanco, de unos 49 años y español (73’5% de los casos), datos que recoge el “Informe sobre víctimas mortales de la violencia de género de 2021” elaborado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ. Los datos para recabar esta información cuantitativa y objetiva que han permitido hacer un perfil del maltratador machista en nuestro país han sido obtenidos de los expedientes judiciales de los 43 crímenes machistas cometidos en el año 2021.

En más detalle encontramos que el 43% de los asesinos machistas fue detenido después de cometer el crimen, un 28’6% se suicidó tras cometerlo (un 8’2% a parte lo intentó); solo un 18’4% confesó y un 2% se dio a la fuga.

En cuanto a las denuncias, en 2022, en solo 10 de los 49 casos los asesinos habían sido denunciados, lo que representa el 20% del total y un 42’9% tenían denuncias previas de otras parejas; otro 10% (5 casos) tenía antecedentes por otras violencias machistas, y otros 5 habían sido denunciados más de una vez por el mismo motivo. De estos 10 asesinos, 9 habían tenido una orden de alejamiento, aunque solo 4 la tenían activa todavía en el momento del asesinato. 

El pasado año se celebraron 8 juicios contra asesinos machistas con denuncias previas (2 se suicidaron y no pudieron ser sentenciados). De los 8 juicios todos ellos tuvieron una sentencia condenatoria.

Si hablamos de las víctimas, tenían una media de edad de unos 44 años; en el 57% de los casos (28 de las 49 asesinadas), la víctima era española mientras que el otro 43% extranjeras (21 víctimas). De las 49, 31 de ellas compartía domicilio con su maltratador. El 75% de las 49 víctimas aún eran pareja de su asesino y un 25% eran ya exparejas. En el 81% de los casos, el escenario del crimen fue dentro del propio hogar. Por otro lado, un 47’8% de las mujeres asesinadas tenían orden de alejamiento, aunque solo el 45’5% de las órdenes estaban todavía vigentes en el momento del crimen. Cabe destacar que ninguna de las que ya no estaban vigentes habían sido por renuncia de la víctima y de las que sí estaban aún vigentes fueron quebrantadas por el asesino. 

Por datos demográficos, el mayor porcentaje de asesinatos por violencia de género se dio en el medio rural, en poblaciones de menos de 5.000 habitantes. Rescato este artículo de 2022 que escribí también para NuevaRevolucion.es donde hablo sobre la violencia de género en el ámbito rural, y el por qué se dan tantos casos en estos núcleos de población https://nuevarevolucion.es/senora-vuelva-con-su-marido-violencia-de-genero-en-el-medio-rural/

Para no romper la costumbre, cierro el artículo con una frase muy propicia al tema tratado en esta columna. Esta vez cito a la gran Simone de Beauvoir.

“Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia.”

Mi especial agradecimiento a Macarena Baena Garrido por su magnífica labor recabando datos en su perfil de twitter que luego es tan útil para escribir artículos divulgativos como este.

Y también al Partido Feministas al Congreso, en concreto a su secretaria general, Puri Liétor por su Informe compartido en el perfil de Twitter del partido PFAC https://twitter.com/feministas_cong del que he extraído la información sobre los dispositivos telemáticos y mapas de España donde se reflejan los datos.

Artículo originalmente publicado en https://nuevarevolucion.es/ el 24/02/2023

Escrito por Laura Isabel Gómez García (La Gata Negra)

“Señora, vuelva con su marido”: Violencia de género en el medio rural

En 2021 hubieron más de 40 mujeres asesinadas por violencia de género, de las cuales al menos 17 vivían en poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Estamos hablando del 42,5% del total de mujeres asesinadas. En lo que va del presente año 2022, lo han sido 6 de un total de 24 asesinadas (un 25%). Aunque la tasa anual media en España de asesinatos machistas en el medio rural es del 56%.

Entre el 70% y el 80% de los feminicidios por violencia de género en España carece de una denuncia previa contra el agresor, a pesar de toda la información disponible, campañas y recursos, las mujeres siguen sin dar el paso para interponer denuncia. Es por eso que aún queda mucho por estudiar, investigar y averiguar sobre la realidad de la violencia de género para poder comprenderla en su totalidad y abordarla eficazmente dada su complejidad. Sabemos que, tanto en el ámbito rural como en el urbano, cuando una mujer acude a la Guardia Civil, a la Policía Local o a la Policía Nacional no lo hace para denunciar a su agresor sino para pedir medidas de protección y solicitar ayuda, mayormente.

La desigualdad entre mujeres y hombres tiene su máxima expresión en la violencia machista, y los feminicidios son la forma más extrema de violencia de género. Si en las ciudades es difícil para las mujeres afrontar esta violencia, dar el paso de atreverse a denunciar y rehacer sus vidas, en pequeños núcleos urbanos y rurales de pueblos, pedanías y aldeas, es casi imposible. Los motivos para esto son diferentes y múltiples porque estaremos de acuerdo que no es lo mismo vivir en un núcleo rural que en un núcleo urbano mucho más grande, me refiero a todos los niveles: movilidad, recursos, medios, comunicación, oportunidades laborales, servicios sociales y sanitarios, etc. En el caso de la violencia de género sucede igual; las mujeres no encuentran a su alcance los mismos medios, recursos, ni red de apoyo social en una población pequeña que en una gran/mediana ciudad. Por ejemplo, en Andalucía, CC. AA eminentemente rural, al año del total de mujeres atendidas por la red de atención directa a la mujer del Instituto Andaluz de la Mujer que acuden por violencia machista es de alrededor de un 84%. Esto es porque evitan acudir a los recursos de sus municipios para no sentirse señaladas por sus vecinos/as.

A la problemática de la accesibilidad a los recursos pertinentes, se ha de sumar la marcada desigualdad entre hombres y mujeres que existe en el ámbito rural en general, y en nuestro país en particular. Una desigualdad mucho más marcada que en los ámbitos urbanos. En las zonas rurales si los hombres encuentran escasas oportunidades, las mujeres encuentran aún muchas menos y cuando las encuentran son más precarias, con mayor temporalidad y generalmente con contratos a tiempo parcial. El trabajo de la mujer en el ámbito rural está invisibilizado por completo, aunque el 82% de las mujeres del medio rural trabajan en las explotaciones agrarias de su zona. Por otro lado, las mujeres rurales, desempeñan más los roles tradicionales del sexo femenino: maternidad, cuidado de la familia, del hogar, y de la atención a las personas mayores y/o dependientes. Lo que significa que en el ámbito rural las mujeres también soportan la doble carga de trabajo (dentro/fuera del hogar), además la conciliación en estas zonas es totalmente una fantasía por la falta o total ausencia de centros de día, residencias, guarderías, etc.

Cabe señalar dos aspectos muy interesantes. 1) Existe una “masculinización de la población rural” debida a la emigración de las mujeres (especialmente las jóvenes) a las ciudades y núcleos urbanos más grandes, debido a que estas mujeres son ya de otra generación que no está dispuesta a asumir los roles tradicionales y a que aspiran a tener mayores oportunidades laborales de las que tuvieron sus abuelas y madres. Y 2) Lo que se conoce como la “desagrarización del medio rural” y esto es la tendencia a la baja de la población activa que trabaja en el sector primario, que se asocia a un aumento de la ocupación de las mujeres en el sector servicios haciendo que exista una feminización del sector, lo que a su vez explica el porqué del trabajo remunerado femenino es tan precario.

La violencia contra la mujer en el ámbito rural no es algo de lo que se hable demasiado, ni de lo que se hagan muchos grandes estudios ni se preste especial atención en los medios de comunicación. Toda estas casuísticas y especificidades hacen complejo el abordaje integral de la violencia de género en el ámbito rural; y entre la falta de recursos, el escaso interés mediático, el éxodo del campo a la ciudad, y el poco o nulo interés político y de los organismos públicos en abordarlo de manera integral, junto con el escaso anonimato que existe en núcleos de población pequeños, especialmente los rurales, hace que las mujeres se encuentren desamparadas ante sus agresores; pues si hablar de violencia de género es aún un tabú para muchas mujeres, cuando ésta se produce en el ámbito rural es todavía peor. Ya sabemos que en los pueblos “todos se conocen”, a veces el alcalde es el mismo que regenta el bar o es el hermano del cura del pueblo, y la comisaría de policía (si la hay) los policías que allí trabajan son amigos de los vecinos, del alcalde, y del cura. Esto que parece “chiste”, no lo es en realidad y las mujeres han de enfrentarse a todo este entramado social al que resulta imposible enfrentarse.

En el medio rural, la mujer sufre una discriminación y una desigualdad de género mayor que en las ciudades por todas estas razones que hacen que les sea imposible empoderarse y romper con los mandatos tradicionales de género que subyugan a las mujeres e impide su emancipación. De ahí que sea necesaria una mayor visibilización por parte del conjunto de la sociedad y por supuesto por parte de las instituciones creando recursos y un compromiso político real para hacer políticas públicas específicas para el abordaje integral de la violencia de género en la España rural. 

No hay que olvidar a las mujeres migrantes que llegan a nuestro país y se establecen en zonas rurales. Las expertas en esta materia señalan su doble vulnerabilidad pues además de la violencia de género, sufren otro tipo de violencias como racismo, xenofobia, violencia institucional y simbólica, y precariedad laboral, todas ellas derivadas de su situación irregular. Esto lleva implícito que para ellas sea mucho más difícil pedir ayuda. Dentro de esta doble vulnerabilidad entrarían también las mujeres mayores de 65 años y las que tienen algún tipo de discapacidad física y/o mental.

Mujeres víctimas de violencia de género en el mundo rural: cifras y datos

En el año 2020 se publicó el estudio “Mujeres víctimas de violencia de género en el mundo rural”, de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género que fue realizado por FADEMUR, (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, organización que agrupa a más de 55.000 mujeres procedentes del medio rural), cuyo objetivo era poder investigar sobre la situación de las mujeres en el medio rural en materia de igualdad y violencia de género. El estudio analizó qué percepción tienen las mujeres sobre la violencia de género y de los servicios de atención a la mujer en el ámbito rural en siete comunidades autónomas con marcado carácter rural, en poblaciones de no más de 20.000 habitantes: Galicia, Andalucía, Castilla León, Extremadura, Aragón, Castilla La Mancha y La Rioja. Las entrevistas se realizaron en municipios de hasta 20.000 habitantes.

Aquí los principales resultados que se obtuvieron:

– La violencia de género es percibida como algo privado del núcleo familiar 

– De las mujeres entrevistadas, un 61,35% de ellas habido sido conocedora de un caso de violencia de género en su núcleo de población

– El 30% dijo conocer el teléfono 016. Sin embargo, la tasa de denuncias y de consultas al 016 es inferior en las Comunidades Autónomas más rurales. En cuanto a los centros de atención a la mujer solo un 26% de ellas dice conocerlos

Se realizaron 333 encuestas a profesionales que atienden a víctimas violencia de género. Aunque se trató de tener una representación de todos los ámbitos, al final están sobre representados los colectivos profesionales que trabajan en servicios sociales y en servicios especializados de atención a la mujer.

– En cuanto a los profesionales de servicios sociales y de atención a la mujer, más de un 64% de ellos dijo haber atendido a mujeres víctimas de violencia de género de entre 25 y 50 año. Pero, sólo un 3 % eran menores de 15 años, y un 4,7 % de las mujeres tenían más 70

– Los profesionales de estos recursos, confesaron que no dan un trato especializado a las mujeres que muy a menudo acuden con hijos/as menores pues señalaron la falta de personal especializado, de medios y recursos accesibles, sin centros o espacios debidamente acondicionados para la atención a víctimas, y los que existen tienen horarios muy limitados 

– Un 48,91 % de profesionales valoró que la coordinación entre recursos era buena, aunque paradójicamente esta coordinación no es igual de buena con asociaciones, la judicatura y con entidades privadas destinadas a la atención a las víctimas

Por su parte, las autoras de la investigación señalan que la falta de coordinación entre instituciones y servicios hacen que en demasiadas ocasiones las mujeres se queden sin poder acceder a ellos pues es tan importante el conocimiento de los recursos como tener movilidad para llegar hasta ellos. Hay que tener en cuenta que muchas mujeres de estas zonas no disponen de medio de transporte público y/o privado que las posibilite poder llegar a tiempo a los servicios de atención en el horario indicado haciendo que estas mujeres nunca lleguen a tiempo o desistan en su intención de acudir a pedir ayuda.

En cuanto a los datos sociodemográficos que se pudieron extraer a través de las entrevistas para conocer las historias de vida de las mujeres entrevistadas, el estudio arrojó los siguientes datos tan terribles como reveladores:

– Como sucede en cualquier ámbito, rural o no, no existe un perfil concreto de víctima. Aunque los datos sobre los feminicidios con denuncia previa evidencian que en altas probabilidades el agresor tiene un perfil con antecedentes por otros delitos violentos, y es autóctono del ámbito rural (un 44% de los feminicidas)

– Los factores de riesgo y vulnerabilidad que se pudieron determinar son los típicos de los núcleos rurales como: modelos de sociedades tradicionales y patriarcales, con creencias machistas, sexistas y discriminatorias, tanto en las familias de las víctimas como en las de los agresores

Un 47% de las mujeres dijeron que tanto las familias de sus parejas/exparejas eran machistas

El 80% de las mujeres afirmó que el machismo está generalizado en el medio rural 

– En el transcurso de la realización de las entrevistas a las mujeres se halló que el 100% de las entrevistadas había sufrido/sufría violencia psicológica, un 78% violencia física, un 56% económica y un 39% violencia sexual

Las mujeres entrevistadas de media habían permanecido en relaciones abusivas una media de 20 años

– Los motivos que manifestaron para no dejar la relación fueron: dependencia económica, miedo al agresor, el desconocimiento de los recursos disponibles para ellas y sus dudas en cuanto a la efectividad de los mismos; miedo al qué dirán, por vergüenza personal y familiar; por el control social y familiar al que están sometidas, por la menor privacidad que existe en entornos rurales en los que todos se conocen y por miedo a la estigmatización; mientras que el agresor cuenta con la impunidad que sabe que le otorga el cómplice silencio vecinal

Teresa López presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) además señala que las mujeres en el medio rural sufren una triple dependencia: física por el mayor grado de aislamiento; psicológica por tener una red de apoyo social y personal menor; y económica por las casi inexistentes oportunidades laborales pues recordemos que en las mujeres rurales el desempleo tiene una tasa del 42%. 

Un dato muy interesante e importante en el que FADEMUR hace hincapié es que el INE, todavía en 2022, no recoge en sus análisis de datos en materia de violencia machista la densidad de los municipios en los que ésta se produce. Esto hace que se produzca una invisibilidad de la ruralidad de la violencia machista provocando que las mujeres de estas poblaciones se hallen en una situación muy vulnerable. Esta es una demanda de FADEMUR desde hace años pero que el INE se niega a realizar, algo que desde FADEMUR no se explican pues las investigaciones y estudios realizados han demostrado ampliamente que las mujeres son más vulnerables frente a la violencia machista en núcleos de población rurales. Es lo que en FADEMUR llaman “aplicar una perspectiva rural”, ya que ésta nos permitiría a mejorar la intervención, la protección y la prevención de la violencia de género en el entorno rural.

Otra conclusión a destacar es el incremento de denuncias por violencia de género por parte de mujeres jóvenes. Pues las víctimas menores de 18 años aumentaron un 28,6% en 2021 respecto a 2020. Algo que puede traducirse también como que las campañas de prevención empiezan a funcionar, pero no por ello el dato deja de ser preocupante pues estas son cifras de violencia contra la mujer totalmente intolerables y evidencia más que nunca la necesidad de trabajar más duro contra la violencia de género, exigiendo más recursos y políticas públicas verdaderamente eficaces. En esta línea, FADEMUR desde el año 2019 lleva en marcha un programa específico de lucha contra la violencia machista en el ámbito rural llamado “Cultivando Igualdad” en cuyos talleres de formación y sensibilización han participado 2.400 personas, y a través de sus campañas de difusión han impactado en millones de personas, además de conseguir extender la Red de Espacios Seguros contra la Violencia de Género en el Medio Rural formada por 489 entidades e instituciones, tanto públicas como privadas. Aquí dos videos de dicha campaña:

Pero no es oro todo lo que reluce pues en la última edición el Ministerio de Agenda 2030 y Derechos Sociales se ha recortado notablemente su apoyo económico al programa. 

Las mujeres en general tardan mucho tiempo en reconocerse como víctimas, pero en el medio rural es aún mayor. Cuando las mujeres acuden a los Centros de Acción Social (CEAS) de su zona no suele hacerlo en calidad de víctimas, sino que acuden a ellos con otras peticiones de ayuda como, por ejemplo, ayuda para sus hijas/os y es el equipo profesional del CEAS quien detecta que detrás de ella hay un caso de violencia de género. Es en estos casos donde el abordaje del caso no se hace como se suele hacer habitualmente en cualquier otro medio urbano. Como estas mujeres no se reconocen como víctimas los y las profesionales han de trabajar con ellas desde otras perspectivas como aumentando su empleabilidad, facilitándoles la independencia económica, el refuerzo de su autoestima, investigando su ámbito comunitario, etc. todo ello encaminado a un empoderamiento paulatino de la mujer hasta que así se sienten seguras para dar el paso. Pero de entrada nombrarles “violencia de género”, al no reconocerse como víctimas, puede producir un rechazo y una pérdida del contacto con la mujer. Por ello las expertas en violencia contra la mujer en el medio rural recomiendan abordar los casos desde otras perspectivas como las explicadas. Es también por esto que, aunque si bien es deseable denunciar es igual de importante promover opciones alternativas a la denuncia pues por todas las razones expuestas esto es de vital importancia para las mujeres rurales que sufren violencia de género, esta es una de las medidas que tienen que ser una prioridad para la política y la sociedad en cuanto a combatir la violencia machista dentro de este ámbito.

Tras el comienzo de la pandemia, los CEAS han detectado un aumento en los casos de violencia de género. Por ejemplo, en 2017 en la provincia de Segovia se atendieron a 56 mujeres, un año después fueron 88, en 2019 alcanzaron el 109, 105 en 2020 y 125 en 2021.

CONCLUSIONES Y PROPUESTAS DE ACTUACIÓN Y MEJORA 

En el marco del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género aprobado por el Congreso de los Diputados, en septiembre de 2017, específicamente en uno de sus puntos recoge la especial atención a las mujeres del medio rural con el fin de crear campañas de sensibilización, trabajar en la prevención, mejorar la asistencia a víctimas como mejorando las actuaciones policiales y judiciales, así como promover la participación y la promoción de las mujeres rurales. Es dentro de este marco teórico que se hace necesario la realización de estudios sobre violencia de género y la situación de la mujer en el medio rural con el fin de poder actuar de manera integral y eficaz.

Los datos expuestos en el presente artículo dejan claro que existe una necesidad de crear más y mejores recursos especializados en violencia de género y en la atención a víctimas, dentro del ámbito rural español. Pues los datos nos muestran que en nuestros pueblos y ciudades pequeñas la desigualdad de género se manifiesta de manera notable, los roles tradicionales siguen muy arraigados en la población, y los casos de violencia machista son cuanto menos alarmantes. La investigación de FADEMUR para la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, del año 2020 desgranado anteriormente propone una serie de propuestas de mejora muy interesantes que deberían ponerse en marcha más pronto que tarde pues va la vida en ello a miles de mujeres que viven en estos pequeños núcleos de población rural. He aquí las propuestas:

– En materia de prevención y sensibilización es necesaria una coeducación. Esto es, incluir de manera transversal en el currículo escolar contenidos basados en la igualdad, el respeto mutuo y la prevención de toda violencia. Pues, de hecho, muchas de las encuestadas para la investigación de FADEMUR afirmaron que las campañas y proyectos en los institutos para prevenir la violencia de género era la manera más eficaz de combatirla

– En cuanto a la atención integral a víctimas la propuesta de FADEMUR va dirigida al incremento de centros y recursos especializados, además de mejorar la accesibilidad a los mismos a través de una facilitación de la movilidad (transporte público, horarios más amplios, etc.). También se hace necesario la agilización en los trámites de separación y divorcio con la eliminación de la excesiva burocracia, y la mejora de las casas de acogida para las mujeres y sus hijos e hijas

– Otro punto importante, es la formación a los profesionales que trabajan en los recursos de servicios sociales, sanitarios, policiales, jurídicos; del personal de las administraciones públicas locales, así como de entidades privadas que estén en contacto con las mujeres del entorno rural, de modo que la atención/detección de los casos sea abordada adecuadamente y ofreciendo la protección que las víctimas necesitan

– La mejora de la coordinación de las instituciones implicadas. Para ello se propone la creación de protocolos de actuación y de colaboración entre instituciones entre los diferentes agentes sociales: nuevas y mejores unidades locales interdisciplinares, especialmente las de coordinación entre asociaciones de víctimas, familias y el tercer sector. Mejorando la coordinación se evita la revictimización que tan a menudo sufren las mujeres durante el proceso

– Más investigación en materia de violencia machista especialmente en los sectores de población de mujeres jóvenes menores de 25 años, de mayores de 60, mujeres migrantes en situación irregular, violencia sexual, y violencia contra los menores

– Por último, importantísimo, un compromiso político y económico real para aumentar y mejorar los recursos con el fin de poder dotarlos económicamente de manera suficiente e implementar políticas públicas para luchar contra la violencia machista en el medio rural

Las mujeres rurales en el mundo

En el mundo las mujeres son más del 40% de las personas que trabajan en el sector agrícola en los países en vías de desarrollo, en algunas partes de Asia y África llegan a alcanzar más del 50%. En cambio, están discriminadas en cuanto a la propiedad de las tierras, y del ganado; se las excluye de la toma de decisiones en las cooperativas; perciben salarios mucho menores; no tienen acceso a recursos económicos como créditos bancarios ni a los mercados en los que vender sus productos. Todo ello hace que ni ellas, ni sus familias, ni sus granjas y plantaciones puedan prosperar como deberían.

Es por todo esto que su calidad de vida es peor y además imposibilita la erradicación de la pobreza y el hambre en el mundo, porque si las mujeres tuvieran el mismo derecho al acceso a los recursos como los hombres, en los países en vías de desarrollo la producción agrícola se multiplicaría significativamente y el número de personas desnutridas descendería hasta un 20%. 

Es por esto que el reto 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Hambre Cero), reivindica que en las zonas rurales donde las mujeres trabajan como agricultoras y ganaderas, a la vez que son las principales sustentadoras de sus familias, las mujeres tengan el mismo acceso y mismas oportunidades que los hombres.

Las mujeres rurales son la cuarta parte de la población mundial, sobre ellas recae la mayor parte de la labranza y la plantación de semillas, así como su recolección; trabajo que garantiza el alimento no solo a los hogares y poblaciones donde estas mujeres viven y trabajan, sino que también proporcionan la seguridad alimentaria a países de todo el mundo. Siendo también protectoras frente al cambio climático pues sus métodos de trabajo suelen ser más sostenibles y respetuosos con la tierra, el medio ambiente y los animales.

ONU Mujeres, denuncia que las mujeres que trabajan en el campo y la ganadería sufren la pobreza de manera brutal derivado de que, aunque gestionan y producen tan bien como los hombres, no tienen acceso a los recursos materiales y económicos, es decir trabajan la tierra, pero no la poseen. Es lo contrario a lo que sucede con los hombres. A ello hay que sumarle que tampoco tienen acceso a la educación, a la sanidad, al agua, ni a infraestructuras en la misma medida que los hombres pues a ellas se les prohíbe dicho acceso en muchos casos. Las normas sociales machistas y patriarcales limitan el poder de las mujeres en todos los ámbitos, pero aún mucho más en el medio rural. Pues su participación en la vida pública, política, social y familiar es prácticamente nula. El trabajo de las mujeres rurales es a menudo invisible y escasamente remunerado, y todo esto se refleja en los indicadores segregados por sexo y desarrollo que muestran que las mujeres rurales están en condiciones mucho peores a las de los hombres o a la de las mujeres que viven en el medio urbano. 

“Las mujeres rurales somos las guardianas de la biodiversidad y proveemos alimentos al mundo, por ello exigimos el respeto y reconocimiento de nuestros derechos”.

Luzmila Chiricente Mahuanca

El Día Internacional de las Mujeres Rurales es el 15 de octubre

Columna publicada el 03/08/2022, en https://nuevarevolucion.es/senora-vuelva-con-su-marido-violencia-de-genero-en-el-medio-rural/ Por Laura Isabel Gómez Garcia, La Gata Negra

Vientres de alquiler: la cruda realidad de no aceptar que no se puede ser madre

Para hablar de qué es la gestación subrogada es mejor hacerlo empezando por decir lo que NO es. La gestación subrogada, no es una técnica reproductiva, no es reproducción asistida, no tiene nada que ver con la fecundación in vitro como la hemos conocido comúnmente pues se fecunda a una mujer con el embrión cuya carga genética es diferente a la de ella, no es una donación (de óvulos/esperma), y para acabar, la denominación de “gestación subrogada” es una contradicción en sí misma pues la gestación no es subrogable. Un embarazo no es algo externo al cuerpo de la mujer, es un proceso biológico que sucede en el interior del cuerpo humano femenino. Un embarazo no es algo “estanco”, que empieza y termina, y ahí acaba todo, pues, aunque el bebé haya sido gestado a través de esta práctica, esa mujer ha parido, por lo que es madre de esa criatura ya por siempre, de esa y de todas las que nazcan a través de su útero, por más contrato que haya firmado, por más embrión con diferente carga genética, por más dinero que reciba, etc. sea como sea, esa mujer ES MADRE, pues ha dado a luz, y esto es un hecho científico y no opinión personal.  Por ende, la manera que más amable y ajustada a la realidad para nombrar esta práctica es vientres de alquiler, si es que hay algo de amable en esas dos palabras juntas. Aunque para quien escribe este artículo, es compra/venta de ser humanos (bebés), y por consiguiente tráfico de personas y explotación reproductiva del cuerpo de una mujer.

El Patriarcado y el Capital es muy hábil utilizando eufemismos cuando del uso del cuerpo de las mujeres para su mercantilización se refiere: gestación subrogada/vientre subrogado, o incluso como el término esperpéntico con el que los denominó el diputado de Ciudadanos, Toni Cantó, “Barrigas solidarias”; para la prostitución y la pornografía encontramos otros tantos: trabajo sexual, cine erótico, etc.

Los vientres de alquiler, no es otra cosa que comprar un bebé usando el útero de una mujer en el que se implanta a través de una fecundación in vitro el material genético de terceras personas para gestarlo a cambio de una compensación económica.

Los donantes o padres/madres de intención, (he aquí otro eufemismo), del material genético son los padres y madres compradores de la criatura siendo la madre gestante quien pasa por todo el proceso de los 9 meses de embarazo, así como del parto y el posparto. Sí, parto y posparto. Es importante recalcar esto, al igual que lo mencionado anteriormente con la maternidad, una vez que una mujer da a luz ya es madre para siempre, pues con el proceso del embarazo sucede que a quienes defiende la utilización de esta práctica para ser madres/padres, reducen el embarazo a embarazar a una mujer fecundándola con material genético externo a ella, y un parto; siendo así como comienza y acaba este proceso, obviando todo lo demás que envuelve al proceso gestacional en su conjunto: cambios hormonales, procesos psicológicos que afectan a la madre gestante y que son inalienables al embarazo, los cambios físicos que dejan los 9 meses de embarazo en el cuerpo de la mujer, las secuelas del parto (que varían según sea natural o cesárea), y el consecuente posparto donde la mujer sufre trastornos hormonales, físicos, y psíquicos. Poco importa la carga genética del embrión pues el embarazo transcurre igual que si fuera un embrión “normal”. Quien haya sido madre, sabe por todo lo que se pasa durante el embarazo y dista mucho de esa visión idílica y patriarcal que blanquea este proceso biológico de 9 meses por el que pasa una mujer y en los que su cuerpo sufre a todos los niveles. Más allá de lo hermoso de la maternidad, un embarazo es lo que es, es duro, por no mencionar mujeres que aun con enfermedades muy complicadas pasan por un embarazo y que lo hacen aún más difícil y complejo.

A parte del proceso de fecundación, embarazo, parto y posparto, hay que hablar de cómo se llega a eso; el periplo que los compradores hacen para elegir a la madre, así como los requisitos que le imponen a ésta para “contratarla”. Sí, contratarla. Pues las agencias que se dedican a los alquileres de vientres tienen una plantilla de mujeres a las que tratan como si fueran empleadas; cuando seamos sinceros, parir (y el embarazo), no es un trabajo, ni las madres gestantes son empleadas. Cito aquí la entrevista a Sveta Planchinta, una madre gestante que en una entrevista para el ABC dijo esto:

Todo esto es aún peor en países como India o Nepal donde existen auténticas “granjas de mujeres”, donde las mujeres viven tendidas en una cama los 9 meses de embarazo en condiciones infrahumanas y con unas condiciones insalubres para el parto.

Artículo de la activista y feminista Nazanín Armanian 

Páginas web de empresas que se dedican a los vientres de alquiler hay cientos, voy a utilizar algunas capturas de pantalla para ilustrar mejor cómo operan estas empresas.

Supongamos que quiero ser madre, pero por razones “x” no puedo serlo de manera natural y decido contratar a una mujer para que geste a mi bebé a través de una de estas agencias. Me meto en internet y encuentro una que me gusta y que se ajusta a lo que quiero.

La página que estaría visionando sería una como esta:

En una página de estas, como si de elegir el banco con las mejores condiciones para pagar la hipoteca de mi piso, o el préstamo para un coche nuevo; puedo elegir el modo de financiar la compra del bebé, el alquiler del útero de la mujer, y elegir las condiciones en las que la operación se va a realizar, así como la elección de la madre gestante dentro de un catálogo variado de perfiles.

A parte del hecho de la compra del bebé (coste de la criatura), el alquiler del vientre de la mujer elegida y de las condiciones en las que quiero que el embarazo y el parto se lleve a cabo, está la cara B que por regla general se obvia en todo esto y que hace plantearnos ciertas cuestiones, como, por ejemplo: ¿Qué sucede si yo quiero solo un bebé y en cambio la gestante acaba engendrando dos o más criaturas? ¿Cuál es el destino de esos bebés “sobrantes”? ¿Qué sucede si en una revisión se detecta alguna anomalía en el feto, como un síndrome de Down, enfermedad congénita, etc.? ¿Y si nace un niño y una niña, y resulta que yo quiero un sexo y no el otro? ¿Qué le sucede al bebé del sexo discriminado?; y así un montón de cuestiones éticas que surgen y que parece que todo el mundo olvida preguntar, y si se las pregunta, las respuestas mejor ni se dicen porque son aberrantes.

Los bebés rechazados a menudo acaban en orfanatos cuando el embarazo ha llegado a término, y en caso contrario se obliga a la madre gestante a abortarlo reembolsando el dinero a las madres/padres compradores. Así, tal cual.

Llegados a este punto, recupero esa palabra, la gran olvidad desde que el Neoliberalismo se ha hecho tan feroz en nuestro pequeño gran mundo globalizado, la ÉTICA. Y me pregunto, ¿dónde ha quedado?

Ser padre o madre no es un derecho, como se expresa abiertamente desde estos sectores neoliberales, “el deseo de ser padre/madre”, y aquí lanzo varias preguntas, ¿es ético usar el cuerpo de una mujer para satisfaces ese deseo?, ¿es ético pagar un dinero por un hijo/hija para comprarlo cuando hay tantos niños y niñas que no tienen familia y se mueren del asco en las instituciones?, ¿es ético aprovecharte de la necesidad económica de una mujer para usar su cuerpo, haciéndola pasar por un embarazo que ya de por vida la marcará?, ¿la libertad sin ética qué es?.

Y a parte de todo está el mito de la libre elección. Esa bandera perversa que enarbolan algunas personas que dicen que las mujeres que se someten al alquiler de sus úteros lo hacen por amor al arte, de manera altruista y libre. Ninguna mujer pasa por algo así si no es por una necesidad económica. Alguna habrá que lo haga 100% de manera altruista, pero es un porcentaje tan ínfimo que es ridículo agarrarse a él para justificar el aprovecharse de una mujer que necesita el dinero. Cuando haya cientos de mujeres de clase media/alta dispuestas a gestar para otros, saliendo a las calles y haciendo activismo para permitirles gestar a cambio de nada, ese día es posible que el mito de la libre elección y la gestación por amor al arte para otro empiece a ser real, aunque me temo que antes veremos unicornios en los montes.

Vivimos en un mundo que nos ha hecho alérgicos a la frustración, intolerantes a una negativa y en vez de asumir, aceptar y buscar una alternativa que nos haga felices sin dañar a otras personas, utilizamos el dinero y el poder sobre otros para conseguir aquello que deseamos de manera enfermiza. Luego oigo a padres y madres quejarse porque sus criaturas les han montado un numerito en el súper, en la juguetería o en la calle porque les han pedido algo a lo que se han negado y han tenido una pataleta porque no aceptaban el no. ¿Qué ejemplo estamos dando los adultos? Hacemos lo mismo que esas criaturas solo que en vez de una pataleta pedimos un préstamo para comprarnos el bebé que la naturaleza nos niega porque parece ser que eso de tener un bebé con nuestra carga genética se ha hecho vital como si perteneciéramos a una estirpe especial que hay que perpetuar.

Lo que queda claro, es que los seres más vulnerables de todo esto, como siempre acaban siendo los mismos: mujeres, niños y niñas. Las mujeres porque son explotadas para parir bebés “de otros”, y porque las criaturas que no cumplan con el “control de calidad serán rechazados”.

Para finalizar, algunos datos extraídos de la web especializada StopVientresDeAlquiler

  • Las mafias que se dedican a los vientres de alquiler generan 6000 millones de euros al año con la venta de bebés.
  • Cada año las mujeres explotadas dan a luz unas 20.000 criaturas.
  • Las mujeres gestantes reciben MENOS de un 1% de los beneficios (el resto es para agencias, empresas y mafias explotadoras).
  • El precio del bebé está entre los 40.000 y los 150.000 euros según el país.

Para más información sobre vientres de alquiler, visitar estas webs de referencia:

Stop Vientres de Alquiler https://stopvientresdealquiler.wordpress.com/

No Somos Vasijas http://nosomosvasijas.eu/

RECAV- Red Estatal Contra Alquiler de Vientres http://www.noalquilesvientres.com/

Lectura especializada recomendada:

Libro: Vientres de alquiler de Núria González

Artículo originalmente publicado en NuevaRevolucion.es el 08/07/2019

Escrito por Laura Isabel Gomez Garcia (La Gata Negra)

Fecundación in vitro: La cara B de los vientres de alquiler que no te cuentan

En el artículo anterior abordé el tema de los vientres de alquiler (gestación subrogada) desde una perspectiva general y centrándome en el proceso de la compra del servicio, el alquiler de la mujer y lo que sucedía a los fetos y bebés que no superaban los controles de calidad o estándares esperados por los padres y madres y que se habían contratado previamente a la fecundación, al embarazo y parto del bebé; así como mi intencionalidad de crear debate lanzando preguntas abiertas en cuanto a la ética de esta forma de acceder a la maternidad/paternidad.

En este posterior artículo que pretende ser una segunda parte complementaria está centrada en la parte más científica del embarazo sea este un embarazo vía alquiler del vientre de una mujer o ya bien sea un embarazo “normal” donde la madre es tanto la portadora del feto/bebé como la mujer que ejercerá de madre una vez el bebé haya nacido.

Sea como sea, toda mujer que pasa por un embarazo sufre el proceso y cambio a nivel fisio-psico-biológico que en este artículo se describe y que es inalienable e imposible de separar haya alquiler del vientre o no; lo que es una de las razones por las que contratar a una mujer para esto es una deshumanización total de uno de los procesos biológicos más importantes (sino el más) por el que pasa la mujer; pretender convertir el embarazo en un mero trámite o reducirlo a una transacción económica que convierte a la mujer en una incubadora humana dice mucho de la falta de valores, ética, y deshumanización de las personas a la que hemos llegado.

  1. FECUNDACIÓN IN VITRO (FIV)
La FIV es un tratamiento de reproducción asistida de gran complejidad que consiste en la unión del óvulo con el espermatozoide en un laboratorio, para obtener embriones de calidad fecundados que se transferirán al útero materno hasta dar lugar a un embarazo.

Para ello es necesaria la estimulación hormonal de la madre (no gestante, en caso de un vientre de alquiler), obtener sus óvulos, fecundarlos in vitro en un laboratorio, y cultivarlos. Uno de los embriones obtenidos se implanta en el útero materno, el resto se criopreservan para una posible implantación futura.

FASES DE LA FIV

Estimulación ovárica

Consiste en inyecciones hormonales diarias que se administran a la madre biológica. Este tratamiento hormonal dura entre 15 y 25 días, provoca un crecimiento multifolicular que permitirá conseguir varios óvulos de la madre biológica, para fecundarlos y dar lugar a embriones. Los embriones se clasifican según su calidad, transfiriendo uno o más al útero de la gestante(vientre de alquiler) y criopreservando el resto.

Una vez transferidos los embriones al útero de la madre gestante, se realizan 3-4 ecografías y varios análisis de sangre que permiten comprobar la evolución de la estimulación hormonal; cuando los folículos han alcanzado el número y tamaño óptimo, se administra una dosis de la hormona hCG (Gonadotropina coriónica humana), conocida como la hormona del embarazo, para así inducir la maduración de los óvulos. 36 horas después, se programa la punción.

La Punción

Procedimiento de entre 15-20 minutos de duración que se realiza en quirófano bajo sedación de la madre gestante, para evitar molestia a la paciente (esta sedación en los casos de vientres de alquiler no está garantizada ya que depende del coste del servicio contratado por los clientes. No todos los packs incluyen el coste de la sedación).

Esta punción se realiza accediendo a los ovarios desde la cavidad vaginal, y se puncionan cada uno de los folículos. El líquido aspirado de cada folículo contiene los óvulos que posteriormente se fecundarán en el laboratorio.

Fecundación in-vitro

Existen dos técnicas diferentes de FIV: la primera es la Técnica de FIV Convencional, en la que los óvulos obtenidos en la punción se depositan en gotas de semen de forma que en la placa de cultivo se simula la fecundación natural. La segunda es la Técnica ICSI, (inyección intracitoplasmática de espermatozoides), se trata de una técnica de precisión en la que los embriólogos seleccionan individualmente los mejores espermatozoides y los introducen uno a uno en el interior de cada óvulo.

Cultivo embrionario

Esta fase dura de 5 a 6 días. Los embriólogos proporcionan las condiciones de cultivo necesarias para los embriones, simultáneamente observan y analizan su desarrollo y la evaluación de su calidad.

Transferencia del mejor embrión

Para la transferencia embrionaria, se prepara previamente el útero de la madre gestante, para asegurar que el endometrio tiene el grosor idóneo para recibir vía una cánula al mejor embrión seleccionado, y facilitar el embarazo. Se realiza en quirófano, es un procedimiento rápido e indoloro.

Prueba de embarazo

Se hace 11 días después de la transferencia mediante un análisis de sangre. Si el resultado es positivo en embarazo, 20 días después se realiza una ecografía a la gestante y se le da el alta en la clínica de FIV.

  1. HORMONAS: Embarazo y Parto

Toda la fisiología de la mujer está íntimamente ligada durante toda su vida a las hormonas.Aquí nos centraremos en las hormonas que se producen durante el embarazo, parto y posparto, y que no varían por el hecho de que el vientre de la mujer sea alquilado para gestar un bebé que inmediatamente después del parto será entregado.

Estas hormonas transforman por completo el organismo de la madre gestantecon el fin de poder albergar al feto; realizan su principal labor en el momento del parto y siguen actuando una vez que nace el bebé para facilitar la lactancia y el amor por él (esto no varía en los casos en los que la madre gestante ha sido alquilada pues su cuerpo prosigue su proceso biológico y no se detiene por que el bebé sea entregado tras el parto a los padres compradores).

Oxitocina

Segregada por la glándula hipófisis situada en el cerebro. Es la hormona de la maternidade interviene en todos los procesos que nos vinculan con otros seres humanos.

Está presente en el orgasmo, en el embarazo, el parto, la lactanciay en toda la crianza. Es la responsable química del amor materno filial.

Durante el embarazo, está inhibida por otras hormonas y a medida que se acerca el parto, sus niveles aumentan exponencialmente ya que junto a las prostaglandinas presentes en el líquido amniótico produce las contracciones del úteroen el parto. Después del parto, provoca una contracción fuerte del úteropara evitar una hemorragia.

Adrenalina

Es la hormona que segregamos cuando tenemos miedo o cuando intuimos un peligro inminente, en la mujer, también juega un papel decisivo durante el parto ya que ayuda a la madre gestante a que esté alerta favoreciendo en ella un sentimiento instintivo hacia su criatura.

Antes del parto, la madre proporciona al bebé cantidades de adrenalina que harán que el recién nacido comience a desarrollar los reflejos más primitivos, necesarios para su supervivencia.

Endorfinas

Es una hormona anestésica y analgésica, su composición similar a la morfina, también presente en momentos de placer (deporte, sexo, escuchar música…), produce una sensación de felicidad e incluso pueden eliminar/mitigar el dolor. Por ello es importante que durante el partola madre gestanteesté cómoda, relajada, y atendida con amorpara que su organismo produzca endorfinas y pueda vivir de forma hermosa el nacimiento del bebé, aliviando el dolor y haciendo del parto una experiencia no traumática (algo que en los casos de vientres de alquiler no sucede ya que la parturienta no es tratada con el amor y mimos adecuados).

Estrógenos y progesterona

Hormonas presentes en diferentes niveles a lo largo de toda la vida de la mujer, participan activamente en la concepción y en la gestación, no así en el parto excepto  en el inicio (son necesarios unos determinados niveles de ambas para que la embarazada se ponga de parto).

Durante el puerperio, ambas hormonas están frenadas por el efecto de otra hormona, la prolactina, la responsable de laproducción de leche(la leche se produce también en los casos de madres cuyo útero ha sido alquilado. La producción de leche no se detiene porque el bebé sea comprado).

ES IMPORTANTE DESTACAR QUE durante el embarazo y el partola madre no es un organismo independiente. El feto que se nutre de ella recibe todos los estímulos del exterior en forma de sustancias químicas. Las hormonas de la madre gestanteque intervienen en el parto son un equipaje que lleva puesto el niño al nacer y que pueden interferir en su comportamiento en sus primeros días de vida.

  1. CAMBIOS: Físicos y Psicológico en la embarazada

Las madres gestantes experimentan mes a mes diferentes cambios físicos y psicológicos, cambios que se deben a las hormonas del embarazo, ya que el organismo de la madre debe prepararse para las necesidades del futuro bebé.

IMPORTANTE     Éste no hace distinción si la mujer que gesta será o no la mujer que ejercerá posteriormente de madre una vez el bebé haya nacido. El cuerpo alquilado de la mujer experimenta esos mismos cambios preparatorios

Primer trimestre (1ª – 13ª semana)

  • Apenas se notan cambios físicos, pero la alteración hormonal se produce desde el momento de la fecundación
  • La progesterona aumenta el pecho, influye en las funciones de la placenta, provoca estreñimientoy dilata las venas ocasionando varices y edemas
  • La gonadotropinacoriónicahumana(hCG-hormona del embarazo)garantiza el correcto el desarrollo de la gestación, evita la menstruación y activa la producción de hormonas. Esta hormona es la que se detecta en los análisis para diagnosticar el embarazo. Es también causante de náuseas y vómitos
  • Los estrógenos preparan el útero para la implantación correcta del óvulo fecundado, regula la producción de la hormona somatomamotropina que regula el metabolismo de la madrey prepara las glándulas mamarias
  • En este mismo periodo, menos de un 30% de mujeres sufre el sangrado de implantación. Pequeña pérdida de sangre que se produce cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero entre 5-10 días tras la concepción
  • Aumento en lasganas de orinar(incremento del flujo sanguíneo)
  • Se agudiza el olfatoy aparecen preferencias/aversiones a los alimentos
  • Aumento del tamaño y sensibilidad de los senos, el pezón se oscurece, aparecen nódulos (tubérculos de Montgomery), y se hacen visibles las venas de los pechos
  • Baja la tensión arterial y aumenta la frecuencia cardiaca(fatiga), también producida por los cambios experimentados
  • Aumenta un 10% el volumen sanguíneo: la zona vaginal que se vuelve más oscura y se incrementa el flujo vaginal
  • Dolor de cabeza ocasional, acidez de estómago,indigestión, flatulencia, etc.
  • El sistema inmunitariodesciende para poder tolerar las células fetales y placentarias que le son ajenas
  • El úterocrece, adquiere forma esféricacomenzando a notarse el vientre. Este crecimiento distiende los ligamentos de sostén del úterooriginando molestias en la pelvis
  • Mareos/síncope
  • Mayor pigmentaciónde la piel por efecto de estrógenos y progesterona sobre la hormona estimulante de los melanocitos
  • A nivel emocional aumenta la sensibilidad y la tendencia al llanto, cambios de humorrepentinos, entran miedos y dudas alternándose con estados de euforia

Segundo trimestre (14ª – 27ª semana)

  • Aumenta el abdomeny el útero crece
  • Se percibe movimiento fetal
  • Mayor apetito
  • Disminuyen la necesidad de orinar, y la hipersensibilidad de los senos
  • Infecciones bucalesy sangrado de encías (necesaria una buena higiene bucal)
  • Edemasen pies y tobillos, estreñimiento
  • Aparición en el abdomen de una línea oscura entre el ombligo y el pubis (línea alba)
  • Menor el riesgo de aborto
  • El úteroalcanza el ombligo, aumentan el tamaño del abdomen y estiramiento de la musculatura
  • Secreción por los pezonesde un líquido amarillo, casi transparente (calostro)
  • La progesteronadisminuye la movilidad de los uréteres y éstos se dilatan (posible infección de orina)
  • Calambres nocturnos y pesadez de piernas por la compresión de los nervios.
  • Aumento de grasa y azúcaren sangreporque aumentan las demandas nutricionales del feto, el páncreas ha de producir más insulina de lo habitual, de lo contrario aparece la diabetes gestacional, (Prueba O´Sullivan)
  • Mayor curva lumbary mayor separación entre las piernas para mejorar la estabilidad y compensar el aumento de abdomen
  • Dolor de espalda a causa del aumento de peso
  • Elevación deldiafragma. Respiración torácica (dificultad para respirar, aumenta la frecuencia respiratoria); y la sensación de ardor de estómago
  • A nivel emocional: mayor estabilidad

Tercer trimestre (28ª – 40ª semana)

  • crecimiento del útero presiona el resto de órganos, provocando acidez de estómago y ganas de orinar constantes
  • Estrías gestacionales
  • El ombligo sobresale y la línea alba se hace más visible
  • Los pechos aumentan volumen, sensibilidad y pueden segregar calostro
  • Hemorroides causadas por estreñimiento
  • Pequeñas pérdidas de flujo (leucorrea) para controlar la flora bacteriana vaginal
  • Se notan las contracciones de Braxton Hicks(se endurece el abdomen, y a lo largo de este trimestre estas contracciones se tornan más frecuentes, doloras e intensas)
  • Cansancio y falta de aireal caminar
  • La columna vertebral cambia ligeramente de posición provocando dolor de espalda
  • Aumento de edema de piespor la mayor compresión de la vena cava inferior producida por el gran tamaño del útero
  • La actividad del bebé en es intensa: movimientos, pataditas, etc.
  • Insomnio: incomodidad postural, calambres,síndrome de piernas inquietasy/o de “miedos” nocturnos relacionados con el bebé
  • Aumento/pérdida de apetito
  • A nivel emocional, hay inestabilidad emocional, y excitación por la proximidad del parto, ansiedad y nerviosismo

Final del embarazo y parto

  • El bebé se encaja en el canal del parto (entre los huesos pélvicos)
  • Aumenta el flujo vaginal y se hace más mucoso, (puede teñirse de sangre a medida que el cérvix empieza a dilatarse)
  • Comienza la dilatación también lo que puede producir la expulsión del tapón mucoso sin que por ello se produzca el parto
  • El peso ganado durante el embarazo es de entre 11-15 kg
  • nivel emocional, aparece el instinto primario del nido, en el momento anterior al parto. Se manifiesta relacionado con la necesidad de preparar “el nido” para el recién nacido (como ocurre en otras especies animales)
  • La fecha probable del parto es a las 40 semanas de gestación, sin embargo, (puede prolongarse hasta las 41/42 semanas: embarazo cronológicamente prolongado).Si no se produce el partode manera natural se induce para evitar complicaciones

IMPORTANTE: En la mayoría de casos de gestación por alquiler de útero, los partos son programados por cesárea. Fecha a convenir por los padres biológicos.

Para cerrar el artículo, lanzo una pregunta al aire, si madre no es la que gesta y pare, y un embarazo no determina la maternidad, porque ser madre/padre va mucho más allá, entonces ¿por qué es tan importante la necesidad de los “padres/madres compradores” que sus bebés tengan su misma carga genética, y que por ello sean capaces de comprarse un hijo/a “a la carta”, a costa de la necesidad económica de una mujer empobrecida? Quien quiere ser madre/padre quiere serlo sin importar el origen de su hijo/a, pues el amor materno/paterno es incondicional (o eso se supone), no está sujeto a “pedigree”.

FUENTES CONSULTADAS

Artículo originalmente publicado en NuevaRevolucion.es, el 05/08/2019

Escrito por Laura Isabel Gomez Garcia (La Gata Negra)

MICROQUIMERISMO: El vínculo materno-filial que no se compra

Este artículo pretende ser el cierre al tema que he estado abordando en mis otros dos anteriores artículos. Con él quiero poner el broche final al tema de los vientres de alquiler (gestación subrogada) tan candente en estos tiempos.

He querido abordarlo desde un punto de vista objetivo y científico (salvo esta introducción) para que quien lea pueda tener una información aséptica, rigurosa, objetiva e informada alejada de valoraciones subjetivas; poniendo el foco en la importancia que un embarazo tiene, que no es un trámite burocrático, ni un proceso estanco que empieza y acaba con un contrato y un pago, y que tiene unos efectos y consecuencias tanto para los bebés como las madres gestantes.

Aunque si bien es cierto, en los tres hay valoraciones propias y personales dado que como persona tengo mi propia opinión, pero he querido fundamentar el por qué estoy en contra de esta forma de acceder a la maternidad/paternidad, mercantilizando el cuerpo de la mujer, lo que para mí es otra forma de compra/venta de seres humanos, y por tanto creo que no es una manera adecuada, ni ética de ser madre/padre; creo que existen otros medios por los cuales serlo sin tener que alquilar un útero. ¿Dónde hemos llegado? Un mundo que ve bien comprar a las personas por partes, comprar procesos biológicos, y pagar a un tercero por el deseo de tener un hijo/a biológico.

Inundamos calles, RRSS, y medios de comunicación, con el mensaje: “No compres, ADOPTA”. Para acabar con el negocio de la compra/venta de animales domésticos que llena de perros y gatos abandonados calles, tiendas, perreras y protectoras, pero en cambio tenemos carteles y anuncios en medios y RRSS que dicen lo contrario cuando nos referimos a seres humanos: “No adoptes, COMPRA”. ¿Soy la única que no le encuentra sentido? Si no queremos perreras/protectoras llenas de animales abandonados y/o traficados, ¿por qué no luchamos por vaciar orfanatos y centros de menores abandonados? Exijamos mejores recursos y servicios sociales que agilicen trámites de adopción, que no se tarden años en un proceso adoptivo para poder tener un hijo/a. ¿Por qué nadie hace leyes para eso? Personalmente, pienso que es porque no hay “negocio” en ello, y en los vientres de alquiler sí lo hay, y porque vivimos en un mundo snob donde tener hijos sí, pero siempre y cuando sea “mío”, que tenga mis genes, y que perpetúe “mi estirpe”.

Entiendo que no se es más madre/padre por parir, pero tampoco se es menos hijo o hija por ser adoptado; y ahí los defensores de la gestación subrogada no parecen estar de acuerdo. Pero por más negacionistas que sean, por más que se quiera hacer ver que el embarazo es algo estanco que no tiene mera importancia en el proceso vital de una persona (madre/hijo/hija), no es cierto.

Dentro de 20 o 30 años abrán personas quieriendo encontrar a esas mujeres que les gestaron en Ucrania, India, México, EEUU, Canadá, Nepal, etc. porque es intrínseco en el ser humano querer saber de dónde viene, y querer saber la verdad. No cuentos de hadas donde mujeres felices y sonrientes paren a bebés de otros vendiendo sus cuerpos por una necesidad económica.

El presente artículo pretende darle la importancia que tiene un embarazo para la mujer que gesta al bebé y viceversa. El vínculo que se establece entre ambos que no se compra ni se vende con 5.000, 40.000 o 150.000 euros.

1. ¿Qué es el Microquimerismo?

Durante el embarazo, la madre gestante transmite diferentes sustancias como células, oxígeno y alimento, haciendo que el feto se desarrolle, se nutra y sobreviva durante los nueves meses del periodo de gestación. A finales de los ´90 se descubrió que la transmisión de la información genética materno fetal no es unidireccional, sino que las células del bebé también se transmiten e interactúan con las células de la madre. A esta transmisión e intercambio de células e información genética, es lo que se llama Microquimerismo (células en un cuerpo ajeno). Concepto que hace referencia a aquella situación en que una persona tiene en su organismo células de otros individuos, disponiendo en su interior de un pequeño porcentaje de ADN diferente al suyo propio. Estas células establecen relación con las genéticamente propias del sujeto, pudiéndose crear un vínculo entre ambos tipos de célula. El Microquimerismo, se trata de un mecanismo existente desde hace millones de años, aunque es cierto que fue descubierto a finales del siglo XX.

El Microquimerismo se da con más frecuencia en la naturaleza entre dos organismos multicelulares es el que se produce durante el embarazo, conocido como Microquimerismo fetal, ese lazo invisible pero innegable que se produce entre madre-hijo/a. Está claro que factores culturales y sociales influyen también esa unión tan especial pero la ciencia ha demostrado que se producen ciertos cambios en el cerebro de la madre gestante que están relacionados en la formación de esa unión materno filial.

Un factor responsable de estos cambios es el Microquimerismo fetal (presencia de células del feto en el cerebro materno). Desde la década de los ‘70 se ha descubierto que células fetales pueden pasar a la sangre de la madre gestante, acumulándose en varios de los órganos de ésta; y viceversa, ya que este sistema es bidireccional, lo que hace que células de la gestante puedan pasar al feto y concentrarse en su sistema también. Durante el embarazo madre y bebé están conectados por placenta y cordón umbilical; es a través de dicha conexión por la que intercambian algunas células y se integran en sus organismos. Se ha detectado que a partir de la cuarta semana de gestación ya pueden hallarse células fetales en el organismo materno, aunque en general es a partir de la séptima semana que pueden ser hallados en todos los embarazos.

Esta relación de las células de madre y bebé no se pierde tras el parto, las investigaciones han hallado la presencia de células fetales en el cuerpo de la madre tras décadas de haber dado a luz. Estas células se expanden por los organismos de madre-bebé, pudiendo ser éstas encontradas en corazón, hígado, cerebro, etc. interactuando con las células propias de ambos dos, (de 2 a 6 células por mililitro en la sangre según las investigaciones). Estas células procedentes del otro organismo incluso se integran tejidos, estructuras y el sistema nervioso. Expertos científicos han descrito los efectos de estas células, siendo uno de ellos el afecto materno filial, por lo que el hecho de que parte del propio ADN esté en el otro hace que este vínculo entre la madre y su bebé sea fuerte durante toda la vida; aun incluso se han descrito casos de Microquimerismo en mujeres que han abortado (natural o provocado).

La prestigiosa revista de divulgación científica, “Scientific American”, publicó un artículo llamado “El vínculo entre madre e hijo es profundo, y una nueva investigación sugiere una conexión física incluso más profunda de lo que nadie pensaba”. y destaca la importancia clínica de este descubrimiento no solo a nivel biológico, sino también a nivel emocional que el cerebro de la madre almacene células de sus hijos/as procedentes de la gestación. La investigación que cita el artículo, en concreto, partió de un estudio del cerebro de una mujer muerta, en ella se buscaron células con cromosoma Y, hallándose éstas en el 60% del cerebro y en muchas de sus regiones.

Robert Martone (jefe del área de Neurociencia terapéutica en el Covance Biomarker Center of Excellence en Greenfield, Indiana, EE.UU.), y autor del artículo, dijo que este fenómeno se descubrió al hallar células con el cromosoma Y circulando por el torrente sanguíneo de mujeres tras el embarazo; estas células masculinas, según R. Martone, “No podían provenir de la mujer, sino más probablemente de sus niños durante la gestación”, mediante el intercambio que se produce a través de la placenta.

Para concluir este punto, cabe decir que:

  • El Microquimerismo no se da solo en el caso del embarazo, también por ejemplo en los casos de trasplantes de órganos, aunque en el presente artículo solo me centro en el embarazo dado el cariz del tema (vientres de alquiler) que se trata en él.
  • Los estudios en su totalidad están centrados en madres de bebés varones dado que el cromosoma Y es más fácil de detectar por su diferencia con el cromosoma X; ya que si el bebé es mujer hablamos de dos cromosomas XX.
  • Puede darse transmisión celular entre gemelos y entre hermanos mayores a menores a través de las células que los mayores han dejado en su madre.
  • Dado que el intercambio celular es bidireccional, una persona posee células de su madre, estudios han mostrado una batalla entre células de la abuela y células del futuro hijo dentro del sistema materno.

2. ¿Cómo surge el vínculo entre una madre y su hijo?

Desde las etapas tempranas de la gestación hay experiencia de maternidad, físicamente es así tal y como demuestra el “Informe científico sobre la comunicación materno-filial en el embarazo: células madre y vínculo de apego en el cerebro de la mujer”, como resultado de la investigación dirigida por Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra.

La vinculación madre-hijo/a, se inicia con el comienzo del proceso biológico natural del embarazo; se reduce el estrés en la gestante por la desactivación de la hormona cortisol, por el contrario  se libera oxitocina y aumenta la confianza; esta transformación, junto a otros cambios hormonales en el cerebro de la madre; a partir del día 15, implantado en el útero, el embrión se comunica con los tejidos de la madre, iniciando así una relación especial entre ambos.

Entre el segundo y el cuarto mes, se produce entre 10 y 100 veces más progesterona y se almacena la oxitocina en neuronas del cerebro. La oxitocina se libera a partir del quinto mes de embarazo con los movimientos del bebé. Esta hormona, posee receptores en diferentes áreas del cerebro y las desarrolla permitiendo que la madre gestante desarrolle una capacidad especial para conocer las necesidades del bebé, un vínculo natural emocional y afectivo generado en la madre por el proceso del embarazo. Este vínculo se refuerza con el parto y la lactancia, porque se potencian los circuitos neuronales más fuertes de la naturaleza, hablamos del vínculo de apego.

Según este informe de la Universidad de Navarra la comunicación materno-filial en el embarazo se produce desde el inicio. Mientras el embrión atraviesa las trompas de Falopio, envía avisos moleculares a los que la madre responde, estableciéndose un diálogo molecular para pasar los 9 meses de vida en simbiosis.

Para el investigador R. Martone, en su vertiente terapéutica, concluye que este nuevo campo de investigación (Microquimerismo) es “un recordatorio de nuestra interconexión”. La interconexión máxima, entre madre e hijo/a, perdurando más allá de la muerte de uno de los dos, en caso de aborto o muerte de la madre. M. Àngels Claramunt, en el libro La cuna vacía, todos los bebés que han estado en nuestro seno dejan sus huellas (a nivel psicoafectivo y biomolecular), también los que lo han estado por poco tiempo, incluso los bebés que no llegan a nacer con vida dejan parte de sus células en el cuerpo materno.

3. Efectos en la madre

La interacción que se produce entre la madre y el bebé que está gestando hace que las células de la madre aporten efectos beneficiosos al bebé, y viceversa.

La cantidad de células fetales encontradas en muestras sanguíneas de la madre incrementan conforme el embarazo progresa. En el segundo trimestre pueden hallarse de 2 a 3 células fetales por cada mililitro de sangre en una muestra, pero ésta decae tras el parto dejando una concentración mínima, aunque esto no ocurre igual en todas las embarazadas. Esta presencia de células fetales tiene una prevalencia entre el 23 – 64% del total de mujeres en diferentes grupos estudiados. También estos análisis han indicado que las células fetales pueden encontrarse dentro de los órganos maternos por décadas (la sobresaliente la de una mujer de 94 años en quien se encontraron células fetales en su cerebro).

Las investigaciones han comprobado, que las células fetales contribuyen a curar heridas y lesiones internas, y participan también en la reducción de síntomas de trastornos como el dolor en la artrosis, en la mejora el sistema inmune, facilitan el desarrollo de futuros embarazos, reducen la probabilidad de cáncer y tienden a participar en la regeneración de tejidos, observándose su implicación en la recuperación de enfermedades cardíacas o hepáticas, e incluso se guardan en la médula ósea formando parte de la reserva natural de células que todos tenemos. Al ser células más jóvenes que las de la madre, tienen gran capacidad para regenerar el cuerpo de la mujer como en el caso de células de feto varón convertidas en cardiomiocitos que han participado en la reparación del corazón de la madre con cardiopatía; esto es porque son pluripotenciales, células PACP (progenitores celulares asociadas al embarazo). Por su origen fetal, las PACP tienen gran capacidad de autorrenovación y colaboran con las células madre adultas en la función regenerativa del cuerpo de la mujer.

4. Efectos en el bebé

El Microquimerismo madre-bebé, tiene una importancia vital para el organismo de éste, aunque ciertamente se trata del Microquimerismo que menos atención ha tenido, dado que los estudios e investigaciones se han centrado más en los efectos que tiene esta transmisión en la madre.

Se ha detectado que la presencia de células maternas en el organismo del hijo o hija ayudan por ejemplo a niños diabéticos a luchar contra su afección.

La utilidad de este intercambio materno-fetal sobre el bebé es que las células fetales son pluripotenciales (como las células madre), esto significa que tienen la capacidad de diferenciarse en cualquier otro tipo celular, lo que quiere decir que cuando las células fetales pasan a la circulación materna y se anidad en algún órgano de la mujer e integrarse en él. Esta capacidad de las células fetales ha sido relacionada con cambios en la madre que favorecen la supervivencia del recién nacido. Por ejemplo, la presencia de células fetales en las mamas de la mujer, en el post parto, las células fetales se integran al estroma mamario y favorecen la producción de leche, así proveen de más nutrientes al nuevo bebé.

Así mismo, las células fetales son atraídas a áreas de lesión de una mujer post parto, en donde favorecen procesos de cicatrización como en el caso de una cesárea. Esta aparente ayuda a la madre actúa en beneficio del recién nacido, ya que favorece un mejor cuidado materno.

Fuentes consultadas

-“Informe científico sobre la comunicación materno-filial en el embarazo: células madre y vínculo de apego en el cerebro de la mujer”, 2016. Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra.

– Artículo revista Scientific American: “Scientists Discover Children’s Cells Living in Mothers’ Brains”, 2012. Autor, Robert Martone. Jefe del área de Neurociencia terapéutica en el Covance Biomarker Center of Excellence en Greenfield, Indiana, EE.UU.

– Artículo web https://psicologiaymente.com Autor, Oscar Castillero Mimenza. Psicólogo. Especialista en Psicología clínica.

Artículo originalmente publicado en NuevaRevolucion.es el 26/08/2019

Escrito por Laura Isabel Gomez Garcia (La Gata Negra)

Ovodonación: Las mujeres biónicas

Históricamente la valía de las mujeres se ha basado en la capacidad reproductiva, sobre todo, y en la belleza. Hasta hace no mucho, tener una hija fea y/o con incapacidad para procrear era una desgracia para la familia pues era una mujer “incasable”, con todo lo que ello conllevaba, porque ésta pasaba a ser una carga para su familia, una boca más que alimentar pero que no producía nada. La vida de las mujeres, entonces, se reducía a ser madre y esposa, si no podía ser ni lo uno ni lo otro, ¿qué sentido tenía la vida de esas mujeres? Sin acceso a estudios, ni trabajo remunerado y reconocido, ¿qué futuro tenía? Pasaban a ser solteronas y una vergüenza para su familia que se convertían en la comidilla de la comunidad en la que vivían. Por otro lado, si se casaban y no se quedaban embarazadas, siempre-siempre, “la culpa” era de la esposa, ella siempre era la infértil, nadie pensaba que fuera el marido el estéril o que tuviera algún tipo de problema en su sistema reproductor. Estos casos también eran terribles para las mujeres porque podían ser repudiadas por los maridos, con la consecuente vergüenza para la familia que debía recogerla otra vez en el hogar familiar mientras el marido pasaba a la siguiente esposa que procurara la continuación de la estirpe.

Es la capacidad de engendrar y parir de las mujeres la única cosa que los hombres no pueden hacer y es esa capacidad la que siempre han soñado tener. Ahora gracias, o más bien por desgracia, del invento del alquiler de úteros les ha dado la posibilidad de poder ser padres cuando y como quieran sin necesidad de tener una pareja mujer. Parejas heterosexuales y homosexuales, han envidiado siempre a las parejas lesbianas o a las mujeres solteras que podían decidir ser madres sin necesidad de tener una pareja masculina. Pero el sistema capitalista feroz en el que vivimos que mercantiliza y comercia con absolutamente todo, inventó “la gestación subrogada” y así de fácil eliminaban a la mujer dentro de la ecuación para ser padres porque ahora les basta pagar a una mujer empobrecida por gestarles un bebé al que compran.

Para empezar, no existe semejante cosa como la gestación subrogada porque gestar es una función puramente biología que sucede en el útero de una hembra, y al igual que no puedes subrogar un pulmón para respirar, o un riñón para filtrar la sangre y orinar, un útero no puede ser subrogado para gestar. Así que mejor hablemos con propiedad, y digamos que estamos hablando de comprar seres humanos a través del uso del útero de una mujer.

Pero no voy a extenderme más en el tema de los úteros de alquiler porque ya escribí una trilogía bastante amplia al respecto que puede leerse aquí en NuevaRevolucion.es.

Otra de esas formas de mercantilizar las funciones biológicas exclusivas de las mujeres para el uso y disfrute de todo el mundo, es la donación de óvulos. 

Muchas personas en seguida saltaran con ¿y la donación de esperma? En un intento por establecer un símil como si lo uno fuera igual a lo otro, ¡y ni de lejos! No tiene nada que ver la donación de esperma que consiste en eyacular en un bote a través de una masturbación in situ, que la técnica que se utiliza para extraer óvulos de los ovarios de una mujer.

En este artículo pretendo exponer en qué consiste esta técnica, y las consecuencias y riesgos que tiene para las mujeres, a las que se “les vende” la donación de óvulos como algo inocuo y trivial (como en el caso de los hombres y la donación de esperma), cuando no lo es. Una vez más entorno al cuerpo de la mujer se ha creado todo un negocio en el que poco o nada importa la salud de las mujeres y que todo se repara con una contraprestación económica con la que todo se trata de blanquear bajo el buenismo del altruismo y la solidaridad para con los demás. Espero que para todas las mujeres que estén pensado en donar sus óvulos este artículo les sirva de ayuda. 

Ovodonación: No es donación, es mercantilización

La industria de la donación de óvulos mueve más de 600 millones de euros al año en nuestro país, (632 millones en el último año para ser exactas según el último Informe Especial de Centros de Reproducción Asistida https://www.dbk.es/es/detalle-nota/centros-reproduccion-asistida-2020 publicado en 2020 por la consultora DBK), siendo cerca de 300 clínicas privadas las que componen este sector en España.

España ostenta la primera posición del ranking europeo de países exportadores de óvulos lo que la convierte en “el granero europeo” de óvulos, ya que un tercio de los óvulos donados por mujeres españolas son destinados a mujeres de otros países; en concreto, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) del 2016, el número de ovodonaciones en España ese año alcanzó las 32.223, de las cuales 12.393 (un tercio) fueron a parar a pacientes residentes en el extranjero (el 40% francesas). Esto es debido porque Francia solo permite someterse a una técnica de recepción de ovocitos a mujeres heterosexuales, ello explica que se deriven a España los tratamientos de lesbianas y mujeres solas francesas.

Además, cabe añadir que España se sitúa en el segundo país de destino mundial de turismo reproductivo, (el primero es EE. UU). Según Vincenzo Pavone, director del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),  “el secreto del éxito español” reside en cómo está planteado el mercado.

“España tiene un diseño de mercado que funciona perfectamente. Logra mezclar de una manera eficaz el incentivo económico, que ronda los 1.000 euros, con el incentivo social, que es el altruismo. Esto consigue que se movilicen muchas donantes”. (Vicenzo Pavone)

Por el contrario, en otros países europeos escasean las donaciones debido a que no se compensan económicamente (por ejemplo Italia) o solo se les retribuyen gastos como el transporte hasta la clínica (como en Francia). “Esto genera un enorme turismo reproductivo en España”, explica el investigador del CSIC.

El segundo país del continente europeo en tratamientos de recepción de ovocitos es Rusia, según datos de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología de 2014, fueron 5.619, lejos de los 30.576 realizados ese mismo año en España.

Todos estos datos se traducen en que la mitad de los tratamientos con óvulos del continente europeo se realizan en nuestro país. ¿Por qué? La respuesta es tan simple como reveladora: Las españolas somos las blancas más pobres de occidente. ¿Y por qué esta codicia por extraer óvulos de mujeres sanas, jóvenes y fértiles? La respuesta como en la anterior cuestión es también muy simple y reveladora: Porque las mujeres no tenemos un número infinito de óvulos disponibles en nuestros ovarios, sino que nacemos ya con un número limitado de ellos (alrededor de 400) que han de durar toda nuestra vida fértil, es decir estamos hablando de una biomercancia muy limitada con la que comercializar en mercados nacionales e internacionales para ser usada en la reproducción asistida, pero también para la investigación, y/o para algo mucho menos ético como son la gestación subrogada y la clonación “terapéutica”.

Además, la ovodonación es una eugenesia encubierta ¿Por qué? Pues porque somos seleccionadas en base a nuestras características físicas como el color de los ojos/pelo, la raza, altura/peso, edad, etc. y si no damos el perfil somos descartadas, sin más.

La donación de óvulos es otra forma de explotación del cuerpo de las mujeres, en este caso, explotación reproductiva y como en todos los casos donde hay explotación, los efectos sobre la salud y los riesgos que corren las mujeres que se someten a ella son muy importantes. Mujeres que en su mayoría son mujeres jóvenes, muchas de ellas en situación económica precaria, y muchas de ellas universitarias, de ahí que la mayor “cantera” se encuentre en las universidades y centros educativos de grado superior de nuestro país, en los que se lanza el mensaje de “si necesitas dinero para tus estudios, dona tus óvulos”. Algo que es repugnante moralmente y además que debiera ser perseguido legalmente, pues según la ley la donación de óvulos deber ser eso, altruista y la contraprestación económica no puede ser un incentivo para ello. Pero si consideramos que muchas de las mujeres donantes son estudiantes universitarias, la compensación económica no es indiferente. Recordemos que en España el sueldo mínimo son unos 950 euros/mes, y donando óvulos en dos semanas son 1.000 euros.

En este punto es oportuno recordar lo que recoge al respecto la Ley 14/2006 sobre técnicas de reproducción humana asistida:

“La donación nunca tendrá carácter lucrativo o comercial. La compensación económica resarcitoria que se pueda fijar sólo podrá compensar estrictamente las molestias físicas y los gastos de desplazamiento y laborales que se puedan derivar de la donación y no podrá suponer incentivo económico para ésta. Cualquier actividad de publicidad o promoción por parte de centros autorizados que incentive la donación de células y tejidos humanos deberá respetar el carácter altruista de aquélla, no pudiendo, en ningún caso, alentar la donación mediante la oferta de compensaciones o beneficios económicos.

Dentro de la misma ley encontramos recogidas como faltas graves:

Artículos 5.3 y 11.6 -> La retribución económica de la donación de gametos y preembriones, o compensación económica. 

Artículo 5.3 -> La publicidad o promoción que incentive la donación de células y tejidos humanos por parte de centros autorizados mediante la oferta de compensaciones o beneficios económicos. 

Pero en cambio, respecto a los Artículos 5.3 y 11.6, se vulneran gravemente como hemos visto, porque sabemos que las mujeres que “donan” sus óvulos son compensadas con entre 800 y 1000 euros bajo el pretexto de que es un dinero destinado a compensar gastos por “las molestias ocasionadas”. Esto es algo que no sucede en otros países europeos, como he mencionado anteriormente, precisamente para evitar la explotación reproductiva.

En resumen, haciendo cuentas: mientras que “los beneficios que obtienen las clínicas pueden alcanzar hasta los 10.000 euros por el tratamiento” según declaraciones de Vincenzo Pavone, director del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC, y según la Dra. embrióloga, Rocío Núñez Calonge “una clínica invierte, en total, unos 3.000 euros en extraer óvulos de una donante”, la conclusión es: negocio redondo. 

Y en cuanto al Artículo 5.3 sobre la publicidad o promoción encontramos que los anuncios de donación de óvulos están por todos los tablones de anuncios de las universidades, en Internet y en las redes sociales donde es un bombardeo constante para captar donantes. Detrás de todo ello están las empresas privadas, todas ellas clínicas con tanto renombre como IVI, FIV Dona, y Sanitas, entre otras muchas. Todas ellas depredadoras que venden la ovodonación como un acto de ayuda, amor y solidaridad, pero nada más lejos pues tras esto lo que hay es una industria con caja registradora que no para y que juega con la necesidad económica de demasiadas mujeres empobrecidas y precarias, como siempre.

Si esto es así, entonces ¿por qué llamarlo altruismo?, la respuesta es simple. Para vender el discurso perverso de “ayudar a las que no pueden a ser madre”.

Todo lo que tiene que ver con las mujeres y sus cuerpos cuando hablamos de explotación reproductiva van de la mano del discurso de captación que apela a la generosidad, a despertar la empatía por otras mujeres que no pueden ser madre de manera natural, y así ser esa “hada madrina” que hace realidad el sueño de otra mujer, etc. Un chantaje y manipulación emocional a través de una estrategia de marketing de las que el biomercado ha hecho de las mujeres “el cuerpo de obra” favorito pues cuando hablamos de donación de esperma, el discurso de captación es radicalmente el opuesto donde la donación se vende como algo “lúdico”, donde no hay hombres tristes ni frustración masculina por no ser padre, ni hay sueños de otros que ayudar a cumplir, sino solo la motivación de ganar un dinero extra solo por el mero hecho de eyacular en un bote de plástico.

El sistema capitalista y neoliberal en el que vivimos convierte a las mujeres tanto en la mercancía a consumir como en las consumidoras dentro del biomercado. Un sistema perverso en el que el desempleo y la precariedad nos hace que caigamos en la explotación reproductiva (y sexual) por necesidad económica; nos hace que tengamos que posponer la maternidad a una edad muy tardía, (la demanda de terapias dereproducción asistida ha aumentado en los últimos años debido a ello, de hecho, en España un 7 % de los nacimientos son a través de la reproducción asistida); pero por otro lado desde que estamos en edad fértil se nos bombardea con la idea de la maternidad casi por imposición, algo que hace que las mujeres que no consiguen quedarse embarazadas se desesperen y acaben por querer ser madre a cualquier precio y a toda costa aun y cuando ello signifique someterse a un tratamiento de fertilización o explotar el cuerpo de otra mujer; un  engranaje en el que la culpa juega un gran papel: culpa por no poder concebir, culpa por poder hacerlo y no aprovecharlo mientras otras no pueden, culpa por no querer ser madres y desperdiciar nuestros óvulos que acaban en menstruaciones mes tras mes, culpa por sí ser madres y perder nuestros empleos, culpa por ser madre más allá de los 40, culpa, culpa, culpa…

Efectos de la ovodonación para salud de las mujeres

Antes he mencionado “la compensación” que se paga a las donantes por cada donación, entre 800 y 1000 euros. Esto algunas personas lo llamarán “dinero fácil”, pero como ocurre con la prostitución, debemos hacernos la reflexión: ¿realmente es dinero fácil? Vamos a ver en qué consiste la donación de óvulos, el proceso y los efectos/riesgos para la salud de las mujeres, a ver si realmente es “tan fácil”.

La ovodonación, es un procedimiento que dura unas dos semanas, pero puede llegar a durar hasta dos meses. Según la doctora embrióloga Rocío Núñez Calonge, “El proceso es largo, puede durar dos meses contando el tratamiento para estimular la ovulación”. Tiempo en el que las mujeres son hipermedicalizadas a través de inyecciones de hormonas para estimular la producción de óvulos (entre 10 y 20 óvulos por ciclo), una medicación que se les entrega a las donantes y que ellas mismas han de inyectarse durante 12 días; pero hay que destacar que el efecto de éstas es desconocido porque no han sido testadas, usando nuestros cuerpos y úteros como si fueran ratones de laboratorios.

También son sometidas a ecografías en las que se coloca una sonda ecográfica en el interior de la vagina; a análisis de sangre, a controles hormonales, para terminar con una punción vaginal que se realiza en quirófano y que precisa anestesia. Esta punción folicular es una cirugía menor pero que como cualquier intervención implica riesgos y dolor pero que es necesaria para extraer los óvulos. La intervención consiste en realizar, a través de la vagina, una punción en los folículos que se encuentran en los ovarios, mientras la donante permanece anestesiada (dormida) 20 minutos, para posteriormente pasar a la sala de recuperación, donde se queda alrededor de tres horas tras las cuales puede marcharse.

Lo que no te cuentan es lo que puede suceder tras esto

Efectos, peligros y riesgos para la salud integral y reproductiva de las mujeres, entre los cuales podemos enumerar los siguientes:

  • Síndrome de hiperestimulación ovárica
  • Perforaciones intestinales y de vejiga
  • Fallo renal
  • Pólipos intrauterinos
  • Quiste de ovarios
  • Tromboembolismo
  • Distrés respiratorio agudo
  • Hemorragia por la rotura del ovario
  • Adelanto de la menopausia (con los efectos asociados, como envejecimiento prematuro y osteoporosis) e infertilidad

También se han dado casos de cáncer en mujeres muy jóvenes sin antecedentes familiares y sin factores de riesgo, pero que sí compartían un único factor en común: todas ellas habían sido donantes de óvulos.

Lo que queda claro es que las mujeres dentro de esta maquinaria perversa, disfraza de altruismo, ayuda y todo “por amor al arte”, son la parte más vulnerable. Aunque todo esto, como ya hemos visto, es vendido a las mujeres como algo inocuo, sin riesgos y sin efectos adversos para nuestra salud integral y reproductiva, cuando es radicalmente falso. No nos informan convenientemente de los peligros que conlleva esta práctica ni en lo qué consiste realmente, y que tiene un largo listado de efectos y riesgos tanto a corto, a medio, como a largo plazo para nosotras. A esto debemos añadir que no se hacen seguimientos sanitarios de ningún tipo a las mujeres donantes, algo que no sucede en otros tipos de donaciones (órganos, fluidos, tejidos, células, etc.). Tampoco consta ningún informe ni estudio sobre efectos/riesgos de la ovodonación, por lo que hay mujeres jóvenes que, por necesidad económica, recurren a esta forma de obtener dinero en sucesivas ocasiones sin ser conscientes de los peligros para su salud reproductiva e integral.

Creo que, con esto, la pregunta abierta que lancé antes sobre que la ovodonación era una forma de ganar “dinero fácil” queda ampliamente respondida. Dinero fácil es eyacular en un tarrito de plástico y que te den 50 euros con su palmadita en la espalda. La donación de óvulos, NO.

Pero, por si fuera poco, a todo esto, hay que añadir la falta de ética de las empresas que se saltan continuamente la legislación vigente, porque según la ley solo pueden nacer seis niños por donante y, ha de hacerse un seguimiento, por lo que se debe crear un registro nacional donde volcar los datos de cuántas veces una mujer ha donado sus óvulos (aun y cuando la donación se haya realizado en distintas clínicas), y de cuántos bebes han nacido de sus óvulos. Sin embargo, en la práctica esto no se hace, y cuando se hace no se hace correctamente porque entre otras cosas, no es obligatorio. Por eso, el registro sirve para poco y se exceden continuamente el número de ovodonaciones, y es por eso también que hay que forzar que sea por ley el que todos los centros estén obligados a registrar todos los datos de las mujeres donantes.

Cierro el artículo con este enlace https://www.publico.es/sociedad/ovodonacion-compra-venta-ovulos-negocio-costa-salud-precariedad-economica-mujeres.html que lleva a otro artículo  de Núria Coronado Sopeña, que recoge un testimonio muy revelador e ilustrativo de Aida Martín Gómez, una mujer que estuvo a punto de morir desangrada tras someterse a la extracción de sus óvulos y que en el artículo explica ampliamente su experiencia y las consecuencias que tuvo para ella.

También dejo el link al Manifiesto “Stop a la explotación reproductiva de la ovodonaciónde la compañeras de Rapiegas y que es importante que firméis, por favor https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdjmMv1D0_k_e3c2Kwj7tSKI-6nEQMBSWcwnui2yr8Bj3oRDw/viewform?gxids=7628 

Las mujeres estamos hartas de que se nos use, y abuse. Nuestros cuerpos son mercantilizados para ser comprados-vendidos, y puestos a disposición del mejor postor para su uso y disfrute. SIEMPRE a costa de la precariedad y la pobreza de las mujeres. No somos úteros con patas para gestar seres humanos para terceras personas, no somos graneros de óvulos, no somos vaginas/bocas/anos para ser violadas por puteros y explotadas por mafias y proxenetas, y filmadas por la industria de la pornografía. Las mujeres somos seres humanos con derechos humanos, y con dignidad, ya basta de vendernos y comprarnos por partes. No somos biónicas, somos humanas.

Artículo originalmente publicado en NuevaRevolución.es, el 17/05/2021, escrito por Laura Isabel Gomez Garcia (La Gata Negra)

El Trabajo Doméstico, de cuidados y del hogar, ES TRABAJO

Estamos a unos días del 8 de marzo y es de justicia dedicar atención, y tiempo a un tipo de trabajo que durante toda la Historia de la Humanidad ha sido ninguneado e infravalorado tan injustamente que resulta sonrojante. 

Todos y todas en algún momento hemos dicho eso de… Mi madre no trabaja, es ama de casa”. Pero vamos a ir por partes. Dentro del trabajo doméstico podríamos diferenciar dos grandes grupos: las trabajadoras que perciben salario y las que no. Simplemente, hago esta diferenciación para visibilizar mejor la situación de todas las mujeres y poder darles a cada una su sitio dentro del sector cuidados y del hogar, con el fin de que quede clara como es la cosa de avergonzante e injusta para todas ellas; primero como sociedad en su conjunto y segundo pero no menos responsable la del “sistema” político, social y económico que siguen sin hacer nada para solucionar esto. 

Vamos a empezar por hablar del empleo doméstico, de los cuidados y del hogar que sí está remunerado, pero no por estarlo está en mejor situación.

Según un informe del sindicato UGT del año 2019, el 44% de empleadas de hogar percibe menos de 717 euros/mes, un suelo 59% más bajo que el salario medio de otros sectores, y cuyo perfil es el de una mujer extranjera. 

No estoy desvelando ningún gran misterio si digo que la precariedad laboral tiene rostro de mujer, y ésta se vuelve aun peor si la mujer es una mujer inmigrante que trabaja en el sector del trabajo doméstico y de los cuidados. 

El citado informe de UGT arroja una serie de datos muy reveladores. Para no perder ni una coma del mismo, lo cito literalmente: “un sector muy feminizado en España y donde más del 42% del total de afiliadas al Sistema Especial de Empleados de Hogar son mujeres de nacionalidad extranjera. Un estudio con dos conclusiones demoledoras: El salario que perciben los trabajadores de este sector es un 59% inferior al salario medio bruto total y el importe medio de las pensiones es también el más bajo de todo el Sistema de la Seguridad Social”.

En cuanto a la brecha salarial, los datos tampoco son baladí, el informe, según datos de 2017, en este sector el salario bruto medio total en el empleo doméstico, es un 59% inferior al salario medio de todas los otros sectores de actividad. Pero eso no es todo, cuando hablamos de una jornada completa, estas empleadas reciben un 46,5% MENOS, y si la jornada es a tiempo parcial, hablamos de un 42% MENOS del salario bruto de lo que se percibe en otros sectores.

Si hablamos de las pensiones dentro del sistema especial de empleados/empleadas del hogar, sector cuidados y empleo doméstico, hablamos del más bajo de todo el sistema, donde el 70% de todas las/los pensionistas por jubilación precisan de complementos para poder cobrar la pensión mínima. 

Por tanto, urge, que el Gobierno de España ratifique ya, sin más demora, el Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras y trabajadores domésticos. Resulta incomprensible que España no lo haya ratificado pues que somos el segundo de la Unión Europa personas trabajando en este sector de actividad.

La desprotección a la que se enfrentan estas trabajadoras es total y carecen de derechos que son fundamentales para cualquier persona que trabaja. España necesita abordar sin más demora, todas estas carencias de derechos que las trabajadoras sufren a diario. 

Entre las principales medidas a abordar se encuentra: prevención de riesgos laborales, un sistema de protección por desempleo, ingreso por cotización, que sea el empleador el encargado del alta en la Seguridad Social, eliminar la intermediación laboral por parte de las agencias de colocación, entre otras muchas medidas más. 

La sociedad debe de entender de una vez por todas que las empleadas del hogar están TRABAJANDO, aunque el centro de trabajo se las 4 paredes de una casa familiar. 

El Sistema Patriarcal en el que vivimos divide la vida en dos esferas, la pública y la privada. La pública llena de reconocimiento y de participación social, y la privada relegada al interior de las casas. Está claro a quienes pertenecen cada una en su mayoría. La pública está en gran medida reservada a los varones, mientras que la privada en su inmensa mayoría es para las mujeres. La pública representada por el trabajo remunerado y reconocido, y la privada a la que no se da ningún tipo de valor ni reconocimiento puesto que no se percibe sueldo alguno, digamos que es un trabajo que las mujeres llevan desempeñando desde el alba de los tiempos porque por mandato patriarcal es el que se les ha asignado, como si las mujeres naciéramos con “el gen del cuidado y limpieza” de serie, o al menos eso se han encargado de decirnos, que el hombre tiene el rol del ”proveedor”, y la mujer el rol de la “cuidadora de la prole”. Pues no, aprendemos esos roles desde la más tierna infancia, pero no me voy a detener en esto porque sería desviarnos demasiado, y a lo que vamos es ¿Por qué el trabajo que ocurre dentro de una casa, ya sea limpiando, cuidando y gestionando todo lo que ello implica, no está considerado trabajo ni está valorado, y aun cuando éste es remunerado, como en el caso de las empleadas del hogar y los cuidados, no se paga con justicia y es ninguneado, invisibilizado e infravalorado? La respuesta es simple. La alianza Patriarcado- Capital que oprime a todos y todas en general, y a las mujeres en especial. Decía Flora Tristán “Hay alguien todavía más oprimido que el obrero, y es la mujer del obrero”.

Actualmente en España hay 3.719.000 personas en el paro, pero si a esa cifra sumamos las 3.704.600 que están “inactivas” por dedicarse a cuidados del hogar entonces la cifra ascendería a 7.423.600 personas.

Pero paradójicamente toda esta carga de trabajo feminizado no remunerado ni reconocido como tal, por el contrario, genera gran cantidad de riqueza que es despreciada por la Macroeconomía cuando en realidad el trabajo doméstico, de los cuidados y del hogar representaría un 40,77% del PIB.

El trabajo que realizan las mujeres en la esfera privada de los hogares, ya sean remunerados en el caso de las trabajadoras domésticas, como el de las “amas de casa”, son unas tareas esenciales para que el funcionamiento de la sociedad pueda seguir su curso de forma óptima, y que sin los cuales la vida diaria, no sería posible; trabajo que en gran medida recae sobre las espaldas de las mujeres. Este trabajo sistemáticamente se subestima, así como el valor real de la producción económica que genera, como hemos mencionado anteriormente (el 40,77% del PIB), pues “el sistema” considera las tareas del hogar y los cuidados como “inactividad”, haciendo así que un trabajo que es realizado por millones de mujeres permanezca invisible y ninguneado.

Derivada de esta situación, nos encontramos con la razón por la que las mujeres ocupan el mayor porcentaje de los contratos parciales y temporales con la consiguiente precariedad, y es que la carga de los cuidados y del hogar las obliga a sub-emplearse en este tipo de empleos, con contratos precarios y que acaba por llevarlas al paro para poder dedicarse en exclusiva a los cuidados de la casa y la familia. Ya sabéis, aquello de “claro, de los dos, él es el que más gana, por eso hemos decidido que ella se quede en casa para cuidar a los hijos/as, familiares dependientes, etc.”

Por todo esto, en España, la vida laboral de las mujeres es sinónimo de precariedad, y no lo digo yo, lo dicen los datos: en términos de temporalidad y de parcialidad el mayor número de contratos lo concentran las mujeres. Según las cifras, los trabajos a tiempo parcial representan un 25% del total del empleo de las mujeres, mientras que para los hombres suponen apenas un 7% del total de sus contratos.

¿Cómo solucionar esta situación? 

En dos vertientes, una a largo plazo y otra a corto. A largo plazo como no puede ser de otra manera, mediante la EDUCACIÓN en IGUALDAD. La casa y las tareas/faenas/actividades/trabajo derivada de ella han de ser compartidas por toda la unidad familiar, y no solo por las mujeres. Hace más de 150 años que las mujeres fueron saliendo de la esfera privada del hogar y se fueron incorporando a la vida pública, ocupando cada vez más trabajos y espacios que son compartidos por mujeres y hombres, pero en cambio, la entrada de los varones en la esfera privada del hogar y la familia, no acaba de producirse. Es cierto que hay muchos hombres que sí se corresponsabilizan del cuidado de los hijos e hijas, y del hogar, pero aún no lo suficiente como para poder decir que hemos alcanzado la corresponsabilidad real. Para ello, desde la infancia hay que educar en la igualdad, la corresponsabilidad, la cooperación y el trabajo en equipo que es una familia; solo de este modo a las mujeres se las dejará de penalizar con la precariedad y la pobreza por querer trabajar fuera del hogar. Aun hoy las mujeres se enfrentan a la disyuntiva de ¿Trabajo o familia?, porque seamos realistas ¿cuántos hombres tienen ese dilema, ser padre o ser un buen profesional?

Por otro lado, a corto plazo, necesitamos medidas YA. La primera, la consideración por parte del Estado de esta actividad como generadora de riqueza, con las consiguientes medidas que corrijan toda la situación actual de desigualdad.

El Gobierno español tiene que implementar políticas públicas que garanticen de una vez por todas la corresponsabilidad real. Medidas concretas que desde el Feminismo llevamos reclamando desde hace décadas: la creación de una red de escuelas públicas infantiles para menores de 0 a 3 años, y un sistema de servicios públicos para los cuidados correctamente dotado económicamente; la equiparación de las pensiones, también las no contributivas, normalmente ocupadas por mujeres, a un mínimo de suficiencia vital para que mujeres que han dedicado su vida al cuidado del hogar y la familia, tengan una vida digna en la vejez.

En cuanto a las empleadas del hogar, cuyo perfil además es el de una mujer migrante, uno de los primeros compromisos que debe adquirir el Gobierno español es la lucha contra la economía sumergida que lleva a la exclusión a colectivos precarios y feminizados como el de las trabajadoras domésticas y que necesitan de una regularización inmediata de la situación administrativa de aquellas personas migrantes que trabajen en servicios de cuidados  y ocupaciones declarados esenciales, y equiparar el sistema especial de empleadas de hogar con el Régimen General para que, además de tener derecho al desempleo, adecúen las cotizaciones a sus ingresos reales para una mejor protección en la etapa pensionista; así como la Ratificación del Convenio OIT 189.

Desde el Feminismo, demandamos que se refuercen de forma adecuada todos los servicios públicos sociales, sanitarios, educativos y de cuidados, algo que a día de hoy no se está dando ya que éstos servicios públicos se encuentran en gran medida en manos de empresas privadas como EULEN, CLECE, etc. quienes priorizan beneficios económicos para su empresa y cuyo mal funcionamiento y  la mala financiación pública trae consecuencias que recaen sobre las mujeres, puesto que somos nosotras quienes desempeñamos en la inmensa mayoría el trabajo de cuidadoras y a la vez somos la mayor parte de las trabajadoras contratadas en estos servicios, algo que no solo repercute en nuestra economía sino que también lo hace en nuestra salud  que desde la pandemia del COVID19 se ha visto aún más agravada por la doble y hasta triple jornada laboral cuando hablamos de mujeres que teletrabajan.

En junio de 2018, dos años antes de la pandemia, la OIT ya pedía a los Estados implementar medidas de carácter urgente y duplicar inversiones en la economía del cuidado para prevenir la inminente crisis mundial de los cuidados que se cernía, ya que las políticas públicas existentes eran insuficientes para dar respuesta a una creciente demanda y la consecuente carga extra de cuidados que recae sobre las mujeres.

En aquel momento la OIT pedía cambios drásticos y radicales en las políticas públicas para poder abordar la creciente necesidad de cuidados, y acabar de una vez por todas con la abismal diferencia entre mujeres y hombres en cuanto a la corresponsabilidad en el cuidado de familiares y del hogar, pues según la OIT, las cifras de ese año mostraban que las mujeres dedicaban más de tres cuartas partes de su tiempo en el trabajo del cuidado no remunerado dentro del hogar y la familia.

La OIT, afirmaba que unos 270 millones de empleos nuevos podrían crearse si los Estados multiplicaran por dos sus inversiones en salud, trabajo social y educación, para el año 2030. 

La principal autora del informe “El trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado para un futuro con trabajo decente” de la OIT de 2018, Laura Addati, declaró:

“La prevalencia mundial de familias nucleares y hogares monoparentales, así como el crecimiento del empleo de las mujeres en ciertos países, incrementan la demanda de cuidadores. Si no se abordan de manera adecuada los déficits actuales en la prestación de cuidados y en su calidad, se generará una crisis del cuidado global insostenible y aumentarán aún más las desigualdades de género en el mundo del trabajo”.

Las 2/3 partes de la población mundial activa, emplean 16.400 millones de horas/año en el trabajo de cuidado no remunerado, lo cual equivale a 2.000 millones de personas trabajando 8 horas/día sin recibir remuneración alguna. Si estos servicios fuesen valorados sobre la base del salario mínimo por hora, hablaríamos del 9% del PIB mundial, es decir 11 billones de dólares.

Hemos hablado de España, pero a nivel mundial, las mujeres también se llevan la peor parte, obviamente, porque son las que se llevan la mayor carga de trabajo, como así reveló el informe del que estamos hablando: las mujeres tienen a su cargo 76,2% de todas las horas del trabajo de cuidado no remunerado, lo que representa más de 3 veces del tiempo que dedican los hombres; aunque en las últimas dos décadas, en algunos países, el tiempo de dedicación a los cuidados y del hogar ha aumentado ligeramente, por el contrario en otros 23 países de los que se tienen datos, la desigualdad de género en el ámbito doméstico, tan solo disminuyó en 7 minutos al día. A lo que Shauna Olney, Jefa del Servicio de Género, Igualdad y Diversidad, de la OIT, dijo al respecto:

“A este ritmo, serán necesarios 210 años para acabar con las diferencias entre ambos sexos en la prestación de cuidados en estos países. El ritmo extremadamente lento de estos cambios cuestiona la efectividad de las políticas pasadas y actuales para hacer frente a la extensión y distribución del trabajo de cuidado no remunerado a lo largo de las dos últimas décadas”.

Cuando he expuesto la situación en España respecto a los cuidados, he citado el hecho de que las mujeres tienen el mayor número de contratos temporales y parciales, algo que las pone en una situación de vulnerabilidad laboral/social, de pobreza y de precariedad, dado que son los contratos más inestables y peor remunerados, lo que en muchos casos acaban por llevarlas al paro, bien por despido o porque resulta “más apropiado” a la economía familiar que sean ellas quienes se queden en casa. Pues bien, a nivel global, según el Informe de 2018 de la OIT señala exactamente lo mismo:

“El trabajo de cuidado no remunerado es el principal obstáculo que impide a las mujeres incorporarse, permanecer y progresar en la fuerza de trabajo. En 2018, 606 millones de mujeres en edad de trabajar declararon que no habían podido hacerlo a causa del trabajo de cuidado no remunerado. Apenas 41 millones de hombres dijeron que no formaban parte de la población activa por el mismo motivo.”

Se hace así visible que tanto a nivel global como a nivel de nuestro país existe una crisis de los cuidados, agravada ahora por la pandemia, y que pone en relieve la urgente necesidad de trabajar por conseguir que los Estados se comprometan a crear e implementar políticas públicas en materia de conciliación y corresponsabilidad reales, de manera que las mujeres puedan incorporarse al mercado laboral, con unos contratos mejores, y que por otro lado procuren la igualdad entre sexos, de modo que los hombres se incorporen al ámbito privado del cuidado de la familia y el hogar. De hecho, el “Informe Gallup 2017”, también de la OIT, constató que, a nivel global, la inmensa mayoría de las mujeres prefieren trabajar en empleos remunerados y que son precisamente las escasas o nulas oportunidades de poder conciliar lo que les impedía hacerlo. En esa línea la principal autora del informe, Laura Addati, expresó:

Una ruta más fácil para la prestación de cuidados significa reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado y alcanzar el trabajo decente para las cuidadoras, incluidos las trabajadoras domésticas y migrantes.»

Ese mismo informe propone un camino para el trabajo de los cuidados y del hogar que haría que un total de 269 millones de empleos adicionales fueran creados de aquí al 2030 para lo que es necesario una inversión de dinero pública y privado de 18.4 billones de dólares, y que permitiría a los países alcanzar muchas de las metas de los ODS. 

Otras conclusiones importantes que se encuentran en el “Informe Gallup 2017”:

  • Las madres de niños menores de 6 años tienen una tasa de desempleo del 47,6%, además los datos reflejan que, con menores de esta edad, pierden alrededor de una hora de trabajo remunerado para poder dedicarlo al cuidado, lo cual merma significativamente la calidad de sus empleos. Mientras que para los hombres paradójicamente tienen un beneficio de 18 minutos más semanales de empleo remunerado
  • Las mujeres con carga de trabajo de cuidados y del hogar, ocupan en su mayoría empleos autónomos, de economía sumergida y tienen muchas menos oportunidades de poder aportar a la Seguridad Social, con lo que repercute en las pensiones de jubilación en el futuro y, por consiguiente, esto explica el por qué la mayoría de las pensiones más bajas y no contributivas están en manos de las mujeres también
  • Sólo el 42% de 184 países, de los que existen datos, respetan las normas mínimas establecidas en el Convenio nº183 sobre la protección de la maternidad de la OIT”; y el 39% de esos 184 países no tenían ninguna ley que estableciese el permiso de paternidad
  • A nivel mundial, la tasa de matriculación en los servicios para niños menores de 3 años es de sólo 18,3%, y apenas del 57% por ciento para los niños de entre 3 a 6 años
  • En la mayoría de los países de África, América Latina y Asia, carecen de cualquier tipo de servicio y/o recursos del cuidado

Artículo originalmente publicado en NuevaRevolucion.es, el 23/02/21, escrito por Laura Isabel Gomez Garcia (La Gata Negra)

Acoso y derribo: El acoso sexual contra las mujeres en el ámbito laboral

Hace ya muchas décadas que la mujer paulatinamente se ha ido incorporando al ámbito laboral. Poco a poco las mujeres hemos ido abandonando la esfera privada del hogar, la familia y los cuidados para conquistar el espacio público e ir llegando cada vez más lejos en nuestros empleos. Ciertamente, aún queda mucho camino por hacer, eso está claro, pero por suerte para nosotras, nuestro mundo se expande y ahora encontramos mujeres en muchos puestos de trabajo antes reservados únicamente a los hombres. Así, mientras nuestro mundo se expande, los hombres sienten que el suyo se les restringe y a muchos aún les cuesta encajar que han de COMPARTIR espacio en los lugares de trabajo con sus COMPAÑERAS. No se trata de quitarles el trabajo a los hombres, sino que ese espacio antes reservado a ellos, ahora lo amplíen para poder compartirlo y convivirlo en armonía con las mujeres; por lo tanto, no es quitarle el puesto a nadie, sino que es enriquecerlo con mujeres y hombres para hacerlo más justo e igualitario.

Fruto de este tira y a floja surge uno de los grandes problemas que tenemos hoy y que empezó a existir desde el mismo momento que la primera mujer pisó por primera vez un espacio laboral: el acoso sexual por parte de compañeros y jefes.

Es un hecho sociológico probado que los hombres siempre utilizan el sexo para someter a las mujeres, ello lo vemos reflejado en conductas como: violaciones, acoso sexual callejero, pagar a una prostituta para satisfacer deseos y fetiches, abusos y agresiones sexuales de toda índole. El ámbito del trabajo no iba a ser diferente por lo que conductas sexualmente violentas que han ejercido en el ámbito privado y social, se trasladaron al ámbito laboral también.

Los hombres cuando han de competir entre ellos lo hacen de manera agresiva y violenta, es la forma en la que el Patriarcado educa a los hombres, en la “Ley del más fuerte”, el “macho alfa” es el que manda. Por lo que no han aprendido otra forma de relacionarse. Compartir, cooperar, retroalimentar, liderar desde la empatía y la asertividad se ven como signos de “debilidad”, ósea “de mujeres”. La culpa no es de los hombres, es del Patriarcado y la sociedad machista que nos educa tanto a mujeres como a hombres desde nuestra más tierna infancia. Varones y mujeres tenemos habilidades sociales opuestas, esto trasladado al ámbito laboral es fatal y resulta nefasto pues los hombres cambian esa agresividad y violencia que utilizan para competir en el trabajo con sus compañeros masculinos, por agresividad y violencia sexual para competir con las compañeras mujeres. Además, la desvalorización y el sexismo que implica el trabajo que desempeñan las mujeres también en el entorno laboral, y la normalización de determinados comportamientos sexuales masculinos hacia las mujeres (tocamientos, piropos, etc.) hace que estas conductas sexuales indeseadas estén también presentes en el entorno laboral, por una parte, y por otra debido a esta naturalización ha hecho que fuera difícil identificar el acoso y denunciarlo.

Que hombres y mujeres tenemos problemas para relacionarnos los unos con las otras es obvio. El famoso “Los hombres son de marte y las mujeres de venus” ha hecho mucho daño pues ha servido para justificar que los hombres y mujeres somos seres opuestos de manera natural y hasta mística, cuando no es cierto. Somos diferentes en tanto y cuanto que somos personas diferentes, pero no nos educan para ser complementarios, sino para ser lobos y corderas, y ahí está la raíz de todo, para variar en la EDUCACIÓN diferenciada y machista que hemos recibido desde la familia, la sociedad y la escuela.

La primera definición de “acoso sexual” la encontramos por primera vez en los años 70 en la Universidad de Cornell como: “el tocamiento no deseado entre compañeros en el puesto de trabajo, comentarios y bromas sexuales, discusiones en torno a la superioridad de sexo, y favores a cambio de sexo”.

Veinte años después, en 1991, la Comisión Europea en su Código de Conducta se recogió como: “la necesidad de eliminar las conductas de naturaleza sexual u otros comportamientos basados en el sexo que afectan a la dignidad de la mujer y el varón en el puesto de trabajo”.

En 1993, en el Artículo 2 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se recoge el acoso sexual como una de las expresiones de violencia contra las mujeres.

El acoso sexual también está incluido en la Directiva 2002/73/CEE, en relación a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres referente al acceso al empleo, la formación y promoción profesional, y a las condiciones de trabajo. Esta Directiva define el acoso sexual tal y como se recoge hoy en el Artículo 7 de la Ley de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, de la legislación española: “cualquier comportamiento verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.”

En el Estatuto de los Trabajadores, en el Artículo 54.2, se considera acoso sexual causa de despido disciplinario, y desde 1995 ésta conducta está tipificada en el Código Penal español.

El Convenio 190 de la OIT sobre violencia en el trabajo hace un apunte importante en materia del acoso sexual en el trabajo, pues, aunque como hemos visto éste está recogido en diferentes normativas nacionales e internacionales, siempre se ha hecho sin la necesaria perspectiva de género por lo que se trataba como si este fenómeno afectara por igual a hombres y a mujeres, lo que no es cierto ni ajustado. Por eso el Convenio 190 de la OIT puntualiza así: “aunque esta violencia afecta tanto a mujeres como a varones, las mujeres se ven afectadas de manera mucho más desproporcionalmente”.

En el año 2007, la Ley Orgánica 3/2007 (“Ley de Igualdad”) establecía que las empresas públicas y privadas deben promover procedimientos específicos (Protocolos) que eviten estas conductas entre el personal de la plantilla, además de que ayuden a tramitar denuncias si se produce un caso dentro de la empresa.

A día de hoy podemos decir que esto no se está cumpliendo. Al menos, no en el grado y en la forma que se debería. Son demasiadas las empresas que aún carecen de un “Protocolo contra el Acoso Sexual”. Cabe añadir que los Sindicatos están obligados por ley a denunciar a las empresas que carezcan de dicho protocolo, así como la impartición de cursos formativos e información, y concienciación a todo el personal de la empresa. Esto sucede también por la banalización de la problemática que representa el acoso sexual, como a menudo suele pasar con los problemas que atañen en mayor medida a las mujeres, éstos tienden a restárseles importancia y cuando una mujer denuncia alguna situación en la que se ha sentido acosada en general y en el ámbito laboral en particular, se le dice que es una exagerada, que no es para tanto, o que son imaginaciones de ella como si es que estuviera loca y lo hubiera soñado. Toda esta desidia e inacción frente al acoso sexual en el trabajo hace que las víctimas se sientan abandonadas y desamparadas, que éstas se sientan culpables o haciéndolas responsables directamente, y que las desigualdades por razón de sexo se vean reforzadas porque son actitudes que “han existido toda la vida”, según muchas personas.

Cabe destacar que las víctimas de acoso sexual en el trabajo en el 90% de los casos son las mujeres quienes lo padecen, según datos de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. El acoso sexual laboral no solo constituye un delito, sino que tiene consecuencias psicológicas, físicas y laborales nefastas para la víctima, así como sus relaciones sociales, y familiares cambian y se deterioran gravemente. Por todo ello las empresas que no se toman en serio este tema deberían tener muy en cuenta que según el Artículo 42 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales “el incumplimiento de las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales dará lugar a responsabilidades penales y a las civiles por daños y perjuicios derivados de dicho incumplimiento”.

Como suele suceder siempre en los casos de violencias machistas contra las mujeres, el problema es mucho mayor y peor de lo que las cifras arrojan pues no son los casos que salen a luz, que se denuncian y que llegan a ser juzgados lo que es representativo realmente, sino que son los que NO se denuncian y quedan ocultos por la vergüenza, la culpabilidad y el silencio por miedo a no ser creídas o que las consecuencias que la denuncia traiga consigo sean trágicas, como la pérdida del empleo o la difamación que haga que nunca más se pueda trabajar en el sector. La experiencia nos dice que en la inmensa mayoría de los casos la víctima acaba abandonando su puesto y el agresor se queda en él hasta que llega la siguiente víctima y repite el mismo modus operandi y patrón de conducta, pues el acosador lo es siempre, no con una única víctima de manera puntual.

Movimientos como el #MeToo o el #Cuéntalo (el #MeToo español), han puesto de manifiesto que el acoso sexual en el trabajo es una pandemia extendida a lo largo y ancho del mundo. Allí donde trabajan varones y mujeres juntos existe el acoso sexual, y el único modo que hay de cambiar esto es que las empresas se lo tomen en serio, que adquieran un compromiso firme y real para con sus plantillas, y que cuando un caso de acoso sexual se denuncie no se cierren filas en torno al agresor, sino que se le señale, se le denuncie y se le cese de su puesto de trabajo ipso facto.

Uno de los casos más recientes e infames de acoso sexual que ha surgido en los últimos años ha sido el de Plácido Domingo. Cuando las mujeres salieron denunciándolo mucha gente cerró filas en torno al señor señalado, y las víctimas fueron cuestionadas con todo tipo de comentarios machistas y grotescos para acallarlas. Poco después el propio Sr. Domingo confesó y reconoció que su comportamiento con sus compañeras no había sido ni adecuado ni apropiado y entonó el mea culpa, pero incluso ni por esas, aun ha habido quienes siguen sin dar crédito a las denunciantes y para demostrarlo al tenor se le premió con el premio austriaco de Teatro Musical 2020 en Salzburgo, el pasado mes de agosto como “reconocimiento a su trayectoria profesional”. Algo que resulta insultante y ultrajante para las víctimas de este señor que por muy Plácido Domingo que sea, ha resultado ser un depredador sexual para con sus compañeras. Tal y como son todos los acosadores sexuales; hombres para los que las mujeres son presas y los puestos de trabajo son meros “cotos de caza”.

Vos tenés que ver – Acoso laboral – AVON (Argentina)

Hace ya muchas décadas que la mujer paulatinamente se ha ido incorporando al ámbito laboral. Poco a poco las mujeres hemos ido abandonando la esfera privada del hogar, la familia y los cuidados para conquistar el espacio público e ir llegando cada vez más lejos en nuestros empleos. Ciertamente, aún queda mucho camino por hacer, eso está claro, pero por suerte para nosotras, nuestro mundo se expande y ahora encontramos mujeres en muchos puestos de trabajo antes reservados únicamente a los hombres. Así, mientras nuestro mundo se expande, los hombres sienten que el suyo se les restringe y a muchos aún les cuesta encajar que han de COMPARTIR espacio en los lugares de trabajo con sus COMPAÑERAS. No se trata de quitarles el trabajo a los hombres, sino que ese espacio antes reservado a ellos, ahora lo amplíen para poder compartirlo y convivirlo en armonía con las mujeres; por lo tanto, no es quitarle el puesto a nadie, sino que es enriquecerlo con mujeres y hombres para hacerlo más justo e igualitario.

Fruto de este tira y a floja surge uno de los grandes problemas que tenemos hoy y que empezó a existir desde el mismo momento que la primera mujer pisó por primera vez un espacio laboral: el acoso sexual por parte de compañeros y jefes.

Es un hecho sociológico probado que los hombres siempre utilizan el sexo para someter a las mujeres, ello lo vemos reflejado en conductas como: violaciones, acoso sexual callejero, pagar a una prostituta para satisfacer deseos y fetiches, abusos y agresiones sexuales de toda índole. El ámbito del trabajo no iba a ser diferente por lo que conductas sexualmente violentas que han ejercido en el ámbito privado y social, se trasladaron al ámbito laboral también.

Los hombres cuando han de competir entre ellos lo hacen de manera agresiva y violenta, es la forma en la que el Patriarcado educa a los hombres, en la “Ley del más fuerte”, el “macho alfa” es el que manda. Por lo que no han aprendido otra forma de relacionarse. Compartir, cooperar, retroalimentar, liderar desde la empatía y la asertividad se ven como signos de “debilidad”, ósea “de mujeres”. La culpa no es de los hombres, es del Patriarcado y la sociedad machista que nos educa tanto a mujeres como a hombres desde nuestra más tierna infancia. Varones y mujeres tenemos habilidades sociales opuestas, esto trasladado al ámbito laboral es fatal y resulta nefasto pues los hombres cambian esa agresividad y violencia que utilizan para competir en el trabajo con sus compañeros masculinos, por agresividad y violencia sexual para competir con las compañeras mujeres. Además, la desvalorización y el sexismo que implica el trabajo que desempeñan las mujeres también en el entorno laboral, y la normalización de determinados comportamientos sexuales masculinos hacia las mujeres (tocamientos, piropos, etc.) hace que estas conductas sexuales indeseadas estén también presentes en el entorno laboral, por una parte, y por otra debido a esta naturalización ha hecho que fuera difícil identificar el acoso y denunciarlo.

Que hombres y mujeres tenemos problemas para relacionarnos los unos con las otras es obvio. El famoso “Los hombres son de marte y las mujeres de venus” ha hecho mucho daño pues ha servido para justificar que los hombres y mujeres somos seres opuestos de manera natural y hasta mística, cuando no es cierto. Somos diferentes en tanto y cuanto que somos personas diferentes, pero no nos educan para ser complementarios, sino para ser lobos y corderas, y ahí está la raíz de todo, para variar en la EDUCACIÓN diferenciada y machista que hemos recibido desde la familia, la sociedad y la escuela.

La primera definición de “acoso sexual” la encontramos por primera vez en los años 70 en la Universidad de Cornell como: “el tocamiento no deseado entre compañeros en el puesto de trabajo, comentarios y bromas sexuales, discusiones en torno a la superioridad de sexo, y favores a cambio de sexo”.

Veinte años después, en 1991, la Comisión Europea en su Código de Conducta se recogió como: “la necesidad de eliminar las conductas de naturaleza sexual u otros comportamientos basados en el sexo que afectan a la dignidad de la mujer y el varón en el puesto de trabajo”.

En 1993, en el Artículo 2 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se recoge el acoso sexual como una de las expresiones de violencia contra las mujeres.

El acoso sexual también está incluido en la Directiva 2002/73/CEE, en relación a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres referente al acceso al empleo, la formación y promoción profesional, y a las condiciones de trabajo. Esta Directiva define el acoso sexual tal y como se recoge hoy en el Artículo 7 de la Ley de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, de la legislación española: “cualquier comportamiento verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.”

En el Estatuto de los Trabajadores, en el Artículo 54.2, se considera acoso sexual causa de despido disciplinario, y desde 1995 ésta conducta está tipificada en el Código Penal español.

El Convenio 190 de la OIT sobre violencia en el trabajo hace un apunte importante en materia del acoso sexual en el trabajo, pues, aunque como hemos visto éste está recogido en diferentes normativas nacionales e internacionales, siempre se ha hecho sin la necesaria perspectiva de género por lo que se trataba como si este fenómeno afectara por igual a hombres y a mujeres, lo que no es cierto ni ajustado. Por eso el Convenio 190 de la OIT puntualiza así: “aunque esta violencia afecta tanto a mujeres como a varones, las mujeres se ven afectadas de manera mucho más desproporcionalmente”.

En el año 2007, la Ley Orgánica 3/2007 (“Ley de Igualdad”) establecía que las empresas públicas y privadas deben promover procedimientos específicos (Protocolos) que eviten estas conductas entre el personal de la plantilla, además de que ayuden a tramitar denuncias si se produce un caso dentro de la empresa.

A día de hoy podemos decir que esto no se está cumpliendo. Al menos, no en el grado y en la forma que se debería. Son demasiadas las empresas que aún carecen de un “Protocolo contra el Acoso Sexual”. Cabe añadir que los Sindicatos están obligados por ley a denunciar a las empresas que carezcan de dicho protocolo, así como la impartición de cursos formativos e información, y concienciación a todo el personal de la empresa. Esto sucede también por la banalización de la problemática que representa el acoso sexual, como a menudo suele pasar con los problemas que atañen en mayor medida a las mujeres, éstos tienden a restárseles importancia y cuando una mujer denuncia alguna situación en la que se ha sentido acosada en general y en el ámbito laboral en particular, se le dice que es una exagerada, que no es para tanto, o que son imaginaciones de ella como si es que estuviera loca y lo hubiera soñado. Toda esta desidia e inacción frente al acoso sexual en el trabajo hace que las víctimas se sientan abandonadas y desamparadas, que éstas se sientan culpables o haciéndolas responsables directamente, y que las desigualdades por razón de sexo se vean reforzadas porque son actitudes que “han existido toda la vida”, según muchas personas.

Cabe destacar que las víctimas de acoso sexual en el trabajo en el 90% de los casos son las mujeres quienes lo padecen, según datos de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. El acoso sexual laboral no solo constituye un delito, sino que tiene consecuencias psicológicas, físicas y laborales nefastas para la víctima, así como sus relaciones sociales, y familiares cambian y se deterioran gravemente. Por todo ello las empresas que no se toman en serio este tema deberían tener muy en cuenta que según el Artículo 42 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales “el incumplimiento de las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales dará lugar a responsabilidades penales y a las civiles por daños y perjuicios derivados de dicho incumplimiento”.

Como suele suceder siempre en los casos de violencias machistas contra las mujeres, el problema es mucho mayor y peor de lo que las cifras arrojan pues no son los casos que salen a luz, que se denuncian y que llegan a ser juzgados lo que es representativo realmente, sino que son los que NO se denuncian y quedan ocultos por la vergüenza, la culpabilidad y el silencio por miedo a no ser creídas o que las consecuencias que la denuncia traiga consigo sean trágicas, como la pérdida del empleo o la difamación que haga que nunca más se pueda trabajar en el sector. La experiencia nos dice que en la inmensa mayoría de los casos la víctima acaba abandonando su puesto y el agresor se queda en él hasta que llega la siguiente víctima y repite el mismo modus operandi y patrón de conducta, pues el acosador lo es siempre, no con una única víctima de manera puntual.

Movimientos como el #MeToo o el #Cuéntalo (el #MeToo español), han puesto de manifiesto que el acoso sexual en el trabajo es una pandemia extendida a lo largo y ancho del mundo. Allí donde trabajan varones y mujeres juntos existe el acoso sexual, y el único modo que hay de cambiar esto es que las empresas se lo tomen en serio, que adquieran un compromiso firme y real para con sus plantillas, y que cuando un caso de acoso sexual se denuncie no se cierren filas en torno al agresor, sino que se le señale, se le denuncie y se le cese de su puesto de trabajo ipso facto.

Uno de los casos más recientes e infames de acoso sexual que ha surgido en los últimos años ha sido el de Plácido Domingo. Cuando las mujeres salieron denunciándolo mucha gente cerró filas en torno al señor señalado, y las víctimas fueron cuestionadas con todo tipo de comentarios machistas y grotescos para acallarlas. Poco después el propio Sr. Domingo confesó y reconoció que su comportamiento con sus compañeras no había sido ni adecuado ni apropiado y entonó el mea culpa, pero incluso ni por esas, aun ha habido quienes siguen sin dar crédito a las denunciantes y para demostrarlo al tenor se le premió con el premio austriaco de Teatro Musical 2020 en Salzburgo, el pasado mes de agosto como “reconocimiento a su trayectoria profesional”. Algo que resulta insultante y ultrajante para las víctimas de este señor que por muy Plácido Domingo que sea, ha resultado ser un depredador sexual para con sus compañeras. Tal y como son todos los acosadores sexuales; hombres para los que las mujeres son presas y los puestos de trabajo son meros “cotos de caza”.

Vos tenés que ver – Acoso laboral – AVON (Argentina)

Artículo originalmente publicado en NuevaRevolucion.es, por Laura Isabel Gomez Garcia (La Gata Negra), 25/11/2020