Todo comenzó con los versos del poeta norteamericano James Whitcomb Riley (1849-1916), pero en la actualidad ha superado los límites de la lírica para destacar la obviedad que muchos intentan ocultar tras sus razonamientos, y para ello recuerdan los versos del poeta para decir aquello de “…si camina como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, es un pato”. Puede parecer demasiado simple, pero los disimulos, el ruido de fondo y la bruma de la distancia que el tiempo introduce entre cada uno de los pasos, nados y graznidos del pato pueden llevar a la confusión. De ahí la necesidad de aplicar el “test”.
En esta época falaz y fugaz que miente hasta con la forma de llamar a la mentira al referirse a ella como “postverdad”, el machismo y los sectores conservadores de la sociedad intentan pasar desapercibidos bajo disfraces que confunden a quienes…
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